"Nueva York estremeció a García Lorca, dejó en él un impacto muy grande, le asombró con su modernidad y su pujanza industrial, y le hizo reconsiderar su visión y su concepción poética", explicó Norberto Bogard, quien conduce la ruta en la que se siguen los pasos del poeta para celebrar su nacimiento
Autorretrato en Nueva York un dibujo de García Lorca de los años 30. foto.fuente: Revista Ñ |
Los rincones de Nueva York en los que el escritor
Federico García Lorca desgranó un año de su vida y de su poesía se
pueden visitar en una ruta, así como contemplar una exposición con la
que, desde hoy, se le rinde homenaje en el 114 aniversario de su
nacimiento.
La ciudad de los rascacielos conmemora con actividades como ésta, organizadas por el Instituto Cervantes,
la breve pero intensa relación del granadino (1898-1936) con la Gran
Manzana, a la que llegó en 1929 para aprender inglés y que le inspiró
para escribir una de sus obras más célebres y rupturistas, "Poeta en
Nueva York".
Además, hoy se inaugura la exposición "Geografía
postal", una muestra de la correspondencia que entre 1910 y 1960
intercambiaron las familias de García Lorca y del político Fernando de
los Ríos (1879-1949).
Laura García Lorca, sobrina del poeta, dijo
que esta colección "traza un mapa muy interesante en la historia de
dos familias alejadas por el exilio".
Estas postales, que se enviaron diversos miembros de ambas familias desde distintas partes del mundo, y en las que pueden verse una gran variedad de monumentos, paisajes y hoteles, guardan "un equilibrio entre su interés visual y los textos que contienen", según García Lorca, quien conservaba estas epístolas.
Estas postales, que se enviaron diversos miembros de ambas familias desde distintas partes del mundo, y en las que pueden verse una gran variedad de monumentos, paisajes y hoteles, guardan "un equilibrio entre su interés visual y los textos que contienen", según García Lorca, quien conservaba estas epístolas.
Las misivas, algunas escritas de puño y letra del
autor de "La casa de Bernarda Alba" y sus parientes, "dan unas
pinceladas muy útiles para dibujar un mapa de la diáspora que sufrieron
estas personas a causa de la guerra", apuntó García Lorca, quien
añadió que "es importante que esta historia sea conocida por nuevos
públicos".
También se da a conocer el itinerario personal de
este poeta universal durante su estancia en Nueva York, a través de una
ruta por los lugares que frecuentó y que fueron escenario de su vida y
del desarrollo de su obra artística.
Este recorrido parte de la
Universidad de Columbia, en cuya residencia se alojó, y que se
convirtió para él en "su sede, su refugio, su oasis, porque llegó a
Nueva York muy deprimido, en una etapa de gran dolor, y, durante los
primeros meses, se solía quedar en su cuarto, tocando el piano y
reflexionando", explicó Bogard.
Sin embargo, la vivacidad de
Nueva York pronto logró subyugar al poeta, quien se zambulló de lleno
en el torbellino urbano con largos paseos por la avenida de Riverside
Drive, por sus iglesias y su sinagoga, así como por el aledaño barrio de
Harlem, en el que se vio atrapado por la CULTURA afroamericana y los sones del jazz en los locales de moda.
Además,
debido a su reconocida posición en España, donde ya se había forjado
un nombre, García Lorca era invitado con asiduidad a la cercana Casa
Hispánica, en la que hoy se puede ver una placa que recuerda su
estrecha relación con esta institución, y en la que ofrecía
conferencias y conciertos de piano.
El instrumento todavía se conserva en la misma sala donde él pulsaba sus teclas, acompañado por cantantes como Encarnación López "La Argentinita".
El instrumento todavía se conserva en la misma sala donde él pulsaba sus teclas, acompañado por cantantes como Encarnación López "La Argentinita".
"Esta ciudad
vibrante, un auténtico puntal tecnológico y moderno, le estremeció e
impregnó su obra con una visión muy dinámica, fuerte y moderna", afirmó
Bogard, refiriéndose particularmente al poemario "Poeta en Nueva
York", que el experto calificó de "hermoso, estridente, visionario y
vanguardista todavía hoy".
Adjetivos que, según Bogard, nacen
del "asombro y el impacto que produjo Nueva York en García Lorca", que
también se trasluce en las cartas a su familia y en las que "exageraba
un poquito, porque era un hombre apasionado, que lo vivía todo muy
intensamente".
Bogard citó como ejemplo una en la que describía
la desesperación por la crisis económica de 1929 que acuciaba a los
inversores de Wall Street.
García Lorca llega a afirmar en ella "que había visto a tres personas que habían saltado desde los rascacielos estrellándose a sus pies, lo que es un poquito exagerado".
García Lorca llega a afirmar en ella "que había visto a tres personas que habían saltado desde los rascacielos estrellándose a sus pies, lo que es un poquito exagerado".
También se le rendirá tributo el 13 de junio con la presentación del libro El amante uruguayo, del peruano Santiago Roncagliolo, que recrea la relación de Lorca con el escritor
Enrique Amorim, cubierta de incógnitas, como su parte de
responsabilidad en el asesinato del poeta, si él robó el cadáver del
bardo o si fue su amante en Argentina.
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