21.6.12

¿Qué es la economía verde?

La noción de desarrollo sostenible será el eje de la cumbre del medio ambiente Río+20. Contaminar menos garantiza más producción y futuro, afirman expertos

                                                 ¿Qué es la economía verde? foto. fuente:Revista Ñ
Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de la erradicación de la pobreza como requisito indispensable para el desarrollo sostenible, a fin de reducir las disparidades en el nivel de vida y satisfacer mejor las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo”, expresaba uno de los principios de la Declaración de Río 92. A 20 años de la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, la discusión sobre si es posible apoyar el desarrollo sustentable en el marco del sistema capitalista sigue vigente en la antesala de la nueva cumbre de Río+20 que tendrá lugar en Río de Janeiro desde este miércoles al 22 de junio.
La noción de desarrollo sostenible fue propuesta en 1987 por una Comisión de las Naciones Unidas presidida por la noruega Gro Harlem Brundtland y sirvió de introducción a la Conferencia de Río 92. El cambio climático, la concentración de la tierra, la amenaza a la biodiversidad y los recursos naturales son hoy temas que preocupan tanto a gobiernos como a movimientos sociales.
“Lo que se comprende como desarrollo sostenible no es un destino sino más bien un proceso dinámico, complejo, que implica adaptación, aprendizaje y acción. Supone reconocer y comprender las interrelaciones entre todos los aspectos de la vida humana, como la economía, la sociedad y el medio natural, y actuar al respecto pero con una mirada más responsable y de mayor plazo”, cuenta a Ñ Martín Santiago Herrero, Coordinador Residente de la ONU en Argentina y Representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
A dos años del terremoto en Haití en el que murieron casi 300 mil personas, el 85% de la población sigue viviendo en la pobreza extrema e instituciones como Médicos sin Fronteras alertan sobre la posibilidad de una nueva epidemia de cólera. Las tormentas tropicales y las inundaciones dejaron sin hogar a miles de personas en América Latina. Según informes de Unicef, más de una tercera parte de los afectados son niños que sobreviven en la indigencia.
En la era de la sustentabilidad, la vieja idea que apoyaba el crecimiento económico ilimitado a cualquier costo fue reemplazada por la importancia de crear condiciones de producción de largo plazo que no pongan en riesgo la vida y el futuro de la humanidad. La regla de oro del desarrollo sostenible se basa en que ningún recurso renovable debe ser utilizado a un ritmo superior al de su regeneración, a la vez que ningún recurso no renovable debe aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por otro.
“El panorama muestra mayor complejidad entre factores como los efectos de los patrones de producción y consumo y de la escasez de recursos, la innovación, los cambios demográficos, los cambios en la economía mundial, la creciente desigualdad y la gran urbanización”, agrega Herrero.
El Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde) nació de un plan propuesto por una comisión presidida por el economista Joseph Stiglitz. Varios de los principios de este Acuerdo Verde están basados en el New Deal original, del presidente estadounidense Franklin Roosevelt, quien luego del crack del 29 ideó ese método para intentar salvar a Estados Unidos de la Gran Depresión: volver a políticas de pleno empleo, aceptando una inflación moderada; generar una nueva distribución de las rentas a partir de una reforma fiscal; reforzar el Estado social y el consumo colectivo.
“De una manera general, los movimientos sociales comparten una visión crítica sobre el Acuerdo Verde: en primer lugar por la incapacidad de sus promotores de aplicar sus políticas en relación a las medidas de austeridad impuestas por el neoliberalismo. En segundo lugar, por la insuficiencia de las propuestas en relación con la profundidad de la crisis”, explica Gustave Massiah, representante del Centro de Investigación e Información para el Desarrollo y uno de los fundadores del Foro Social Mundial. Massiah, ingeniero, urbanista y economista, que desde los años sesenta participa del Movimiento Anticolonialista, Antiimperialista y de Solidaridad con el Tercer Mundo, sostiene que los movimientos sociales consideran que los trabajadores siguen quedando subordinados al capital y que la reforma propuesta no pone en tela de juicio las causas estructurales que llevaron a la crisis actual.
Por otra parte, estudios recientes recopilados en el Informe sobre Desarrollo Humano 2011 del PNUD afirman que la inversión en economía verde supondría reducir en un tercio las emisiones de carbono actuales para el año 2050. “La inversión de sólo un 2% del PBI mundial en diez sectores clave como la agricultura, la construcción, la energía, la pesca, los bosques, la manufactura, el turismo, el transporte, el agua y el manejo de los desechos, puede poner en marcha una transición hacia una economía baja en emisiones de carbono y que aproveche los recursos. Por esto creemos que el cambio es posible”, detalla el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Argentina.
Según Herrero, en el contexto del desarrollo sostenible, una economía verde está centrada en las personas porque promueve mayores niveles de equidad social. En términos prácticos, el crecimiento en los ingresos y en el empleo debería ser impulsado por las inversiones públicas y privadas que reduzcan la contaminación, mejoren la eficiencia energética y de recursos, y eviten la pérdida de biodiversidad. “Aún en un contexto como el actual, de graves crisis económicas y financieras, no cuesta imaginar que con un impuesto de 0,005% al mercado de divisas, podría recaudarse no menos de 40 mil millones de dólares por año. Se podría suministrar electricidad a los 1.500 millones de personas que actualmente no están conectadas a las redes de suministro de manera costeable y sostenible, sin incrementar las emisiones mundiales de carbono ni siquiera en un 1%”, ejemplifica Herrero.
La noción de desarrollo sostenible, que ha ido variando con los años, será el centro de análisis de la próxima cumbre de Río+20: “Es una oportunidad única para pensar integralmente y revisar el modo actual e histórico de concebir el desarrollo. Personalmente veo a la conferencia como la reunión de los vínculos: une los actos de la generación presente con las posibilidades de las generaciones futuras; une lo local con lo global y supone una revisión de la concepción de desarrollo, abandonando la de mero crecimiento económico por otra que ubique a todas las personas y su bienestar en el centro de su dinámica”, concluye Herrero.
Desde la óptica de los movimientos sociales, Massiah no es tan optimista: “los Estados han iniciado una nueva ofensiva para eliminar del Documento cualquier referencia a los derechos fundamentales que podrían debilitar la preeminencia de los Mercados. En esta situación, la Cumbre de los Pueblos (que se desarrollará paralelamente a la de Río+20) tendrá una gran importancia para el futuro”.

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