28.1.17

DONDE EL VIENTO AVIVE EL FUEGO DE LA CREATIVIDAD Y EL RESPETO

Se consolida la solidaridad para reconstruir y acompañar a La Casa del Viento
Para que el fuego sólo reavive la creatividad y no la destrucción./Promotora Zuro Riente. 

 Se llevó a cabo, el jueves 26 de enero  la tercera asamblea de solidaridad,  apoyo y participación comunitaria con la integración nutrida  de nuevos gestores  de las localidades de la ciudad, que se acercaron por la convocatoria que se realizó desde las redes sociales, en la sala  Seki  Sano  de la Corporación Colombiano de Teatro. Se narró la historia de 33 años de lucha y autogestión ciudadana comunitaria  del proceso  de la Promotora Cultural Zuro Riente,  gestora del  funcionamiento de La Casa del Viento, objeto del  incendio por manos criminales el pasado 9 de enero como de programar actividades,  en esta sede, en solidaridad y acompañamiento permanente,   que arrancará el 22 de febrero con presentaciones teatrales, musicales, de videos testimoniales  hasta el 25 del mismo que se hará un Foro Polifónico amplio para discutir las políticas públicas de la cultura de la ciudad que se generan desde la administración distrital. Se fijó el 9 de febrero- que se cumple un mes del atentado criminal del incendio- un ritual de desagravio y reconciliación con una programación cultural, donde el viento y su susurro avive el fuego de la creatividad y el respeto, enfatizando en  la consolidación de la paz en todos los territorios.
Se hizo historia en las voces de los gestores comunitarios, Anadelina Amado y Joselino Albino: cómo  desde un grupo de teatro de amigos derivó, con los años, en la autogestión  de talleres para promover las artes desde la acción ciudadana de lo popular como en la edición continuada de la revista El Tizón, donde se contaba el quehacer cultural  como de los textos de poesía y cuentos. Y de diversos colectivos de artistas, actores, escritores que consolidó la promotora. Y se espera una edición extraordinaria como aporte especial debido al atentado del incendio de la Casa del Viento. La lucha- que se mantiene- y el forcejeo institucional con miembros de la Junta de Acción Comunal de la época para constituir la sede en la edificación en deterioro del expendio del cocinol; y así dar  la Promotora Cultural Zuro Riente en  implementar  y consolidar con donaciones,  la Biblioteca Comunitaria Simón El Bolívar, que desde hace veinte años,  se volvió referente cultural de la comunidad del barrio San Vicente Oriental Parte Alta.  También, se emprendió la realización del Festival del Viento y las Cometas que se  mantiene como otro  referente simbólico de la localidad de San Cristóbal desde hace  veinte años.  Y el salto de autogestión cualitativa en el año 2011 al  ampliar y elevar  la sede y construir La Casa del Viento con la colaboración de Arquitectura Expandida, encargada  en Ana López, que lidera  el colectivo de arquitectos y artistas plásticos que mantiene el  solidario acompañamiento con la idea de promover y establecer  memoria  en la reconstrucción estructural de la nueva sede. 

En estos 33 años de historia de vida comunitaria, ha nacido una nueva generación que le está dando continuidad al accionar  de la autogestión,  ahora  en  cabeza de Andrés Bustos  y demás gestores  juveniles y  de nuevos colectivos como Paz a la Calle, Corporación Terrantes  y las radios comunitarias consolidadas en la conectividad del internet como Vox Populi, Lei Gómez en Territorios Luchas  que  generan información alternativa y comunitaria desde y para las redes sociales  que han  aportado sus iniciativas individuales en la reconstrucción de tejido social comunitario, que se ha logrado mediante la alegría colectiva de ser tenaces  en salvaguardar la gestión comunitaria, frente a los enemigos soterrados del vecindario, al vencer el miedo y la indiferencia, con ellos sigue la esperanza de que  prosperará en consolidarse la paz en los territorios, al empezar en los barrios como microcosmos de un país mejor y más incluyente y respetuoso de la público comunitario.

27.1.17

7 recomendaciones para el Hay Festival de Cartagena de Indias

La ciudad del Caribe colombiano reunirá a 145 figuras de la cultura y el pensamiento entre este jueves 26 y el domingo 29 de enero
El pianista británico James Rhodes actuará en el festival colombiano el próximo sábado 28 de enero. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL/elmundo.es

Quien haya tenido la suerte de acercarse por Cartagena de Indias a finales de enero coincidiendo con el Hay Festival ya sabrá a lo que atenerse: a esta ciudad del Caribe colombiano hay que venir con fuerzas y la mente abierta, para no perderse ninguno de sus múltiples eventos culturales y hedonistas.
El lugar donde reposan desde mayo los restos de Gabriel García Márquez acoge uno de los brazos más poderosos de este festival de origen galés, que cuenta con un millón de dólares de presupuesto para su versión colombiana. Aquí van siete recomendaciones para no perderse entre las 125 actividades previstas para esta 12º edición, que se celebra entre este jueves 26 y el domingo 29 de enero y a la que acudirán 145 figuras de las artes y el pensamiento.

Charlas con sabor internacional.

El periodista británico Misha Glenny, autor de McMafia (2008), conversará sobre su tema predilecto, el crimen organizado, y aprovechará para hablar de su nuevo libro, Némesis (sábado, 17.30 h.); el libio Hisham Matar presenta El regreso (viernes, 10.30 h.), donde cuenta cómo ha sido el retorno a su país tras décadas de exilio; el brasileño João Paulo Cuenca desvelará las claves de Descubrí que estaba muerto, uno de los títulos más esperados de este año, y el tatuador neoyorquino Jonathan Shaw hablará (jueves, 17.30 h.) sobre la novela de culto Narcisa (2008), alabada por Johnny DeppIggy Pop y Jim Jarmusch.

Talentos contemporáneos de las letras latinoamericanas.

Como el mexicano Antonio Ortuño, autor de algunas de las obras más impactantes de los últimos años (La fila india, 2013), quien presenta la colección de cuentos Agua corriente. O el peruano Renato Cisneros, que se desnuda emocionalmente en La distancia que nos separa, un best seller donde investiga la figura de su padre, el temido militar El Gaucho Cisneros Vizquerra. Imprescindibles también los colombianos Juan Álvarez, autor de la novela histórica sobre la independencia de su país La ruidosa marcha de los mudos (2015), y Andrés Felipe Solano, que ese mismo año publicó Corea: apuntes desde la cuerda floja, un libro confesional sobre su experiencia en Corea del Sur.

Ilustración política y humorística.

La venezolana Rayma Suprani y el ecuatoriano Bonil charlarán sobre las dificultades que implica su oficio cuando la agitada realidad social de sus países se cuela en los dibujos (viernes, 10.30 h.). La caricatura política será diseccionada por la estadounidense Ann Telnaes y los colombianos Vladdo y Matador (viernes, 12.30 h.). Imprescindible para quien no lo haya visto es el show de Liniers y Montt (viernes, a las 21 h.), mezcla de stand up comedy e ilustración en directo.

Neurociencia: cómo funciona el cerebro.

Éste será uno de los ejes temáticos del festival. Es muy recomendable la charla del sábado (19.30 h.) entre los británicos Henry Marsh, autor de Ante todo, no hagas daño (2016), y la neuróloga Suzanne O'Sullivan, que reflexiona sobre las enfermedades psicosomáticas en Todo está en tu cabeza (2016), junto al catedrático español Ignacio Morgado, quien ha publicado obras como Emociones e inteligencia social (2010).

Música en directo.

El pianista británico James Rhodes, que se convirtió en un fenómeno literario en 2015 con su autobiografía Instrumental, ofrecerá un concierto comentado (sábado, 19.30 h) además de una charla ese mismo día, a las 10 h. Los melómanos podrán disfrutar de Yuri Buenaventura, uno de los referentes de la salsa, que dará el concierto inaugural (jueves, 21 horas), así como de la charla del guitarrista y productor colombo-británico Phil Manzanera (domingo, 10.30 h.), colaborador de David Gilmour, Antonio Vega y Aterciopelados.

Cine documental.

Se proyectarán Vivir y escribir en La Habana (sábado, 17.30 h.), un retrato de la vida que lleva en Cuba el intelectual Leonardo Padura dirigido por su esposa Lucía López Coll, y Cuando se silencian los fusiles, de Natalia Orozco (jueves, a las 11 horas). La periodista colombiana estrena este trabajo que reflexiona sobre el fin de la guerrilla de las FARC en 2016 tras más de medio siglo de una guerra que ha dejado ocho millones de víctimas.

Periodismo en tiempos salvajes

. En el campo de los medios de comunicación destacan una charla sobre las complejidades de cubrir la actualidad en Oriente Medio liderada por Jon Lee Anderson (jueves, 12.30 horas) y una conversación entre la informadora mexicana Carmen Aristegui y Jaime Abello (viernes, 15.30 h.), director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que anunciará el ganador para este año de la prestigiosa Beca Michael Jacobs de periodismo de viajes.

La llegada de Trump convierte ‘1984’ en superventas en EE UU

La obra de Orwell sobre una dictadura, único clásico entre los 50 libros más vendidos en España en 2016

Cubiertas de distintas ediciones de la novela  1984  de George Orwell./elpais.com


Cuando escribió 1984, George Orwell no pensaba en una sociedad futura, sino en el presente. Su distopía no pretendía ser una metáfora, sino una descripción de los totalitarismos del siglo XX, sobre todo del estalinismo. Sin embargo, este libro, escrito en 1948, se ha convertido de nuevo en un punto de referencia en la era de Donald Trump,donde la posverdad y los "hechos alternativos" se han apoderado de la política. La novela del escritor británico, nacido en 1903 y fallecido en 1950, se ha alzado entre los libros más vendidos en Estados Unidos en Amazon, el gigante digital del comercio on-line, pero el fenómeno también ha llegado a España.
Un conjunto de librerías españolas agrupadas en la plataforma LibriRed publicó esta semana la lista de los 50 libros más vendidos en 2016. Los datos recogen las ventas en unos 600 establecimientos, entre los que se encuentran numerosas librerías independientes, pero también grandes cadenas como Casa del Libro o Librerías Elkar. En la lista, solo hay un clásico, 1984, que ocupa el puesto número 34 con su edición de Debolsillo, traducción de Miguel Temprano García, y que cuenta con un prólogo de Umberto Eco.

En EE UU, el fenómeno es todavía más intenso. Un portavoz de la editorial Signet Classics, que publica actualmente 1984, señaló a la radio pública NPR que desde la toma de posesión del 45º presidente de EE UU, "las ventas se habían incrementado un 10.000%". Hoy, jueves, todavía ocupaba el puesto número 1 en la lista de best-sellers de amazon.com (con más de 4.000 comentarios) y se encontraba en el número 16 en la lista de más vendidos en amazon.es.




LA OBSESIÓN POR LA VERDAD



El escritor y periodista George Orwell., en una imagen sin datar.

Nacido en la India británica, en 1903, y fallecido en Londres, en enero de 1950, Eric Arthur Blair, George Orwell, no solo fue un gran novelista, autor de dos de las obras más conocidas del siglo XX, ambas sobre los totalitarismos: la distopía 1984 y la fábula nada infantil Rebelión en la granja —"Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros"—, fue también un gran periodista y ensayista —un trabajo que la editorial Debate ha recopilado en España en dos imprescindibles tomos—. También escribió una obra autobiográfica muy importante sobre la Guerra Civil, Homenaje a Cataluña, en la que narra su lucha en el frente, pero también la represión que los comunistas teledirigidos desde la URSS lanzaron contra el POUM, el partido trotskista en el que militaba.
Su relato sobre el conflicto español está marcado por una obsesión: la verdad. De hecho, como él mismo forma parte del relato, esta es la advertencia que da al final: "Tenga cuidado el lector con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los acontecimientos desde un lado. Y tenga cuidado, exactamente el mismo cuidado con las mismas cosas cuando lea otros libros sobre este periodo de la Guerra Civil española"
La profunda honestidad de Orwell es para muchos autores un ejemplo de lo que debe ser el mejor periodismo, un militante socialista que no duda en denunciar el terror del socialismo real. Existen pocos escritores tan alejados de la posverdad o los "hechos alternativos" (lo que antes se conocía como mentiras o patrañas). En su ensayo Historia del presente, el británico Timothy Garton Ash escribe sobre Homenaje a Cataluña: "No hay la menor duda, ni por un instante, de que está esforzándose en ser lo más exacto  posible, para hallar la verdad objetiva que siempre debe separar las llanuras de la historias y el periodismo, de las montañas mágicas de la ficción”. Garton Ash cita además una frase del novelista polaco Jerzy Kosinski: “Me interesa la verdad, no los datos, y soy lo bastante viejo como para conocer la diferencia”. 

"No es que Estados Unidos se haya convertido en Oceania", el país donde transcurre 1984, explica Alex Woloch, profesor de literatura en la Universidad de Stanford (EE UU) y autor de Or Orwell: Writing and Democratic Socialism (Harvard University Press). "No se ha suprimido la libertad de expresión, ni se ha impuesto la censura ni tampoco un sistema de vigilancia masiva, ni se llevan a cabo ejecuciones por motivos políticos, no es eso", prosigue. "Pero el nacionalismo de Trump, su retórica autoritaria y, por encima de todo, su agresiva ignorancia de la verdad ha hecho saltar todas las alarmas, sobre todo su deslegitimación de sus enemigos. Todo eso nos lleva a Orwell y a la forma en que insistía en que las mentiras son mentiras y en que los hechos importan".
Orwell habla en su libro de una nuevalengua y su protagonista trabaja en el Ministerio de la Verdad, que se ocupa de establecer lo que es falso y lo que es verdadero. Los hechos son definidos por el Estado, no por los ciudadanos. Son conceptos que resultan bastantes inquietantes en la actualidad, en un momento en que una de las principales asesoras de Trump, Kellyanne Conway, la que ha sido su jefa de campaña y consejera del presidente en la Casa Blanca, ha acuñado el concepto de "hechos alternativos", que consiste básicamente en negar las evidencias empíricas, como ha ocurrido con la polémica sobre el número de personas que asistieron a la toma de posesión.  Uno de los comentarios sobre el libro en Amazon, escrito el 23 de enero, decía: "Hoy Kellyanne Conway anunció que nos estaban proporcionando hechos alternativos. Son sombras de un pasado que cambia mientras se controla el presente. Tenemos que estar preparados para la fiesta como si estuviésemos en 1984".


Un usuario de Internet en la página de Amazon que vende ediciones de 1984. 

El director de The Washington PostMartin Baron, recordó ayer por la tarde, en una conferencia en Madrid en la Fundación Rafael del Pino, la relevancia de la obra del novelista y ensayista británico al señalar que los "hechos alternativos" le recuerdan a 1984: "El partido te pide que rechaces lo que ven tus ojos y escuchan tus oídos".

Con Orwell, el Ministerio de la Verdad se ocupa de establecer los hechos que deben ser ciertos para unos ciudadanos constantemente vigilados por el Gran Hermano —una de las muchas intuiciones de Orwell en el libro es la omnipresencia de la televisión, que no solo se usa para ver, sino también para ser vistos—. La nuevalengua, que sirve para simplificar la forma en que se expresan los ciudadanos y así evitar sentimientos y pensamientos no deseados, es definida así por Orwell al final del libro: "El propósito de la nuevalengua no era solo proporcionar un medio de expresión a la visión del mundo y los hábitos mentales de los devotos del Socing [la ideología dominante en el mundo orwelliano], sino que fuese imposible cualquier otro modo de pensar. La intención era que cuando se adoptara definitivamente la nuevalengua y se hubiese olvidado la viejalengua,cualquier pensamiento herético fuese inconcebible, al menos en la medida en el pensamiento que depende de las palabras”.
Otros conceptos acuñados por Orwell en su novela son la policía del pensamiento, el doblepiensa o la mutabilidad del pasado. También describe lo que llama los "dos minutos de odio", que tienen profundos ecos en los venenosos discursos o tweets dirigidos a cualquiera que piense diferente o que sea diferente del presidente Trump. Esos "dos minutos de odio" consisten en ofrecer a todos los ciudadanos la imagen del archienemigo del Estado, Goldstein, que defendía conceptos aberrantes como "la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho de reunión y el derecho de opinión".
No es la primera vez, ni de lejos, que 1984 vive un boom por su capacidad para reflejar la realidad. En 2013, cuando se produjeron las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje masivo de EE UU, la novela también saltó a las listas de más vendidos. En el prólogo a la edición española, Eco escribe: “El libro es un grito de alarma, una llamada de atención, una denuncia, y por eso ha fascinado a millones de lectores en todo el mundo". Seguramente, ni el propio Orwell sospechaba hasta dónde iba a prolongarse la vigencia de su obra.




“FUE UN VATICINIO REAL"


ANA MARCOS / FERRAN BONO
Cartagena de Indias es un hervidero. No solo por su sofocante humedad, sino porque ayer se empezaron a congregar numerosos escritores y editores para participar en el Hay Festival de la ciudad colombiana, que finaliza el domingo. En el antiguo claustro de monjas del hotel Santa Clara, la directora general (CEO) de Penguin Random House Grupo Editorial, Nuria Cabutí expresa de inicio su sorpresa por ese éxito de 1984 en EE UU, recuerda que en España es una lectura recomendada en la educación y afirma: “La verdad es que son obras, como este clásico que es 1984, te hacen pensar, sobre todo en el momento actual en que se vive, y especialmente EE UU. Las consecuencias de los recientes cambios en este país serán muy importantes en la cultura. Y todo ello se suma el fenómeno de las redes sociales, que tienen tanto seguimiento pero que plantean la cuestión de que hasta qué punto se puede ser críticos en esta sociedad”.
Fernando Aramburu y Luisgé Martín van caminando por ese punto neurálgico del festival de la ciudad, patrimonio de la Humanidad. “Sospecho que muchas personas”, apunta el autor de Patria, “quieren tener la sensación por adelantado de lo que podría ser vivir en una sociedad sin ningún tipo de libertad y controlada por un gran hermano. Van en búsqueda de esa sensación. En este caso ese gran hermano sería Donald Trump". A su lado, el escritor de ‘La vida equivocada’ aporta otra idea: "1984 es un referente de las sociedades distópicas en las que todo se puede venir abajo. Me sorprende que vuelva a venderse porque, si bien no soy muy lector de ciencia ficción, este libro tiene más que ver con el estalinismo. Hay otros como Ubú rey, que tiene más que ver. Hay muchas novelas sobre el reino de la estupidez que podría relacionarse más".
Recién llegado, el colombiano Héctor Abad Faciolince "Muchas veces la ficción explica de un modo sintético y eficaz la realidad. Hay algo misterioso, casi premonitorio, en el arte de inventar que se parece al arte de adivinar. La novela de Philip Roth, La conjura contra América, ayuda a entender mejor lo que pasa en el mundo que cualquier análisis sociológico o periodístico". Al antiguo artista del tatuaje y hoy novelista con un libro de culto como Narcisa, el estadounidense Jonathan Shaw, no le extraña el éxito de 1984. “Primero porque es un clásico, segundo porque es un superventas y tercero y más importante porque Orwell fue un visionario, un escritor que sabía de lo que hablaba, que tuvo acceso a la ideología de las élites, y que explicó los mecanismos de control del poder”.
“Tal vez lo más interesante es que lo lea y descubra ahora la gente joven. A ellos ya no les producirá ninguna sorpresa ese control de la sociedad que relata, esa vigilancia a la que estamos sometidos, porque ya está pasando, pero cuando lo leíamos nosotros, hace ya un tiempo, no pensábamos que esto en realidad podía ocurrir”, señala Sigrid Kraus, directora literaria de Salamandra.
Por último, el escritor y cineasta colombiano Ricardo Silva añade: “No creo que sea una casualidad, sino una consecuencia directa de la llegada de Trump. Ha llegado un futuro apocalíptico y la gente quiere consultar la profecía como se hace con Nostradamus. Es un vaticinio real porque las sociedades tienen la tentación del autoritarismo. A Trump le costó cinco días llegar casi a una guerra con México y perseguir a las mujeres".

Las huellas del incesto en la estirpe de los Buendía

Hace cincuenta años fue publicada Cien años de soledad, la novela colombiana más universal. Para rendirle tributo de admiración, Musa erótica le siguió la pista a las historias de amor y pasión que deambulan por sus páginas. Primera entrega

Gabriel García Márquez con la edición de Cien años de soledad, en 1967 año de su publicación en Buenos Aires./elespectador.com

Cien años de soledad es una novela cruzada por el deseo. Como la vida, marcada por las ansias de otredad, de fusión con el otro, la obra maestra de Gabriel García Márquez es un fluir erótico en el que sus personajes buscan huir de la soledad, del hastío de sí mismos.
El incesto, escenario de terror y de placer, es el centro de la historia familiar de los Buendía y surge en la genética de la repetición como constante amenaza. Ese imán que los seduce es, al mismo tiempo, su pasión y su tragedia.
Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía se casan siendo primos, pero viven bajo el miedo de la tragedia por cuenta de los lazos de la sangre. Un antecedente hace presentir lo peor. Una tía de Úrsula, casada con un tío de José Arcadio, dio a luz un hijo con cola de cerdo que vivió cuarenta y dos años.
Por ese terror al incesto, y con la carga de culpa de las intimidades prohibidas, Úrsula no se dejaba tocar de su marido. “Durante la noche, forcejeaban varias horas con una ansiosa violencia que ya parecía un sustituto del acto del amor”.
Eso ocurrió durante mucho tiempo hasta que los chismes y los rumores de una Úrsula virgen y un marido impotente atrajeron la muerte. José Arcadio mató a Prudencio Aguilar en un duelo porque había ofendido su hombría. Llegó a su casa, le ordenó a Úrsula quitarse el cinturón de castidad y le dijo que estaba dispuesto a parir iguanas.
Era tal el miedo de que su estirpe engendrara monstruos, que la primera vez que Úrsula vio desnudo a su hijo José Arcadio quedó impresionada con el tamaño de su arma para el amor y alcanzó a pensar en su antepasado deforme.
La amenaza del incesto era una constante entre los Buendía, e incluso tomaba los caminos más inesperados. La historia de amor de José Arcadio, el hijo de Úrsula, y Rebeca, su hermana por adopción, surge como una especie de incesto político.
A ella le impactaba su tamaño descomunal. José Arcadio hijo, acostumbrado a vagabundear con mujeres alegres, la miraba con ojos descarados. “Eres muy mujer, hermanita”, le decía. Una tarde, cuando todos dormían la siesta, Rebeca se asomó a su cuarto, pensando que estaba dormido. Él la vio, la invitó a acercarse y empezó a acariciarla desde los tobillos hasta los muslos.
“Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojó de su intimidad con tres zarpazos, y la descuartizó como a un pajarito. Alcanzó a dar gracias a Dios por haber nacido, antes de perder la conciencia en el placer inconcebible de aquel dolor insoportable, chapaleando en el pantano humeante de la hamaca que absorbió como un papel secante la explosión de su sangre”.
A pesar de las objeciones de Pietro Crespi, el eterno enamorado de Rebeca, quien argumentaba que era su hermana, que era contra natura y que iba contra la ley, José Arcadio respondió: “Me cago dos veces en natura”.
Al final, el obstinado miembro del clan de los Buendía se reveló contra el incesto y se casó con Rebeca. El cura de Macondo aclaró, para evitar las habladurías, que en realidad no eran hermanos de sangre. Aun así, Úrsula les prohibió volver a la casa, y se fueron a vivir cerca del cementerio.
“Los vecinos se asustaban con los gritos que despertaban a todo el barrio hasta ocho veces en una noche, y hasta tres veces en la siesta, y rogaban que una pasión tan desaforada no fuera a perturbar la paz de los muertos”.
Amaranta, la hija de Úrsula, también estuvo a punto de sucumbir al incesto. Su vida transcurrió entre una permanente fascinación hacia lo prohibido y una constante intimidad frustrada. Su sobrino Aureliano José creció buscándola en la cama para escapar del terror que le producía la noche. Desde que era niño, Amaranta se desnudaba frente a él, pero llegó el día en que “experimentó un estremecimiento desconocido ante la visión de los senos espléndidos de pezones morados”.
Aureliano José jamás volvió a ver a su tía con los mismos ojos, porque “desde el día en que tuvo conciencia de su desnudez, no era el miedo a la oscuridad lo que lo impulsaba a meterse en su mosquitero, sino el anhelo de sentir la respiración tibia de Amaranta al amanecer”.
La mujer, ya madura, empezó a sentir la necesidad apremiante de sus visitas en la noche y hasta llegó a tantear su cuerpo bajo las sábanas. “Sintió los dedos de Amaranta como unos gusanitos calientes y ansiosos que buscaban su vientre”. Aunque no pasaba de los tanteos, Amaranta es potencialmente la más incestuosa de los Buendía.
Tía y sobrino ya no sólo dormían juntos y desnudos, sino que se perseguían por toda la casa hasta que Úrsula estuvo a punto de sorprenderlos cuando se besaban. Eso hizo pensar a Amaranta en lo lejos que había llegado y puso fin a la relación. El joven, desconsolado, aprovechó que su padre Aureliano pasó por el pueblo en su recorrido de guerra y se fue con él.
Con el tiempo desertó y llegó a la casa de Macondo dispuesto a casarse con Amaranta. Ella le huía y se escondía en su cuarto pasando seguro. Una noche lo olvidó y él se metió a su cama. “Ya no era un niño asustado por la oscuridad sino un animal de campamento”. Aunque le recordaba que era su tía, él le decía que estaba dispuesto a hablar hasta con el papa para casarse con ella. Finalmente lo rechazó y se encerró en su alcoba para siempre.
Úrsula se mantuvo al margen de esta historia, pero su terror por el incesto siguió vivo. Lo sintió llegar con Remedios la bella, su bisnieta, capaz de provocar toda suerte de cataclismos de amor por su desparpajo para tratar las cosas del mundo. Caminaba por la casa semidesnuda y sin ruborizarse, pero en completa inocencia.
“… mientras más pasaba por encima de los convencionalismos en obediencia a la espontaneidad, más perturbadora resultaba su belleza increíble y más provocador su comportamiento con los hombres”.
Cuando los diecisiete Aurelianos, hijos del coronel Aureliano Buendía en sus correrías por los caminos de la guerra, visitaron Macondo, la bisabuela la previno para que se cuidara de ellos porque los hijos le podían salir con cola de puerco.
Úrsula murió y no le tocó vivir la tragedia que finalmente envolvió a su estirpe y que estaba escrita en los manuscritos de Melquíades, el gitano amigo de su marido que terminó haciendo parte de la familia.
Ese final se empezó a escribir con Aureliano Segundo, bisnieto de Úrsula, y Fernanda del Carpio, su mujer. Tuvieron tres hijos: Amaranta Úrsula, José Arcadio y Renata Remedios, “Meme”, quien sostuvo amores clandestinos con un mecánico llamado Mauricio Babilonia, al que perseguían las mariposas amarillas.
“La primera vez que se vieron a solas, en los prados desiertos detrás del taller de mecánica, él la arrastró sin misericordia a un estado animal que la dejó extenuada”.
En una ocasión, su madre la sorprendió en el cine con él y la encerró en la casa. Sin embargo, el amor pudo más y Meme se bañaba a las siete de la noche para que Babilonia se colara por las tejas del techo para hacerle el amor.
Fernanda sospechó y pidió vigilancia a la Alcaldía con el argumento de que se estaban robando las gallinas. Un guardia disparó contra Mauricio Babilonia y lo dejó postrado de por vida, y Meme fue enviada a un convento donde dio a luz un hijo que le llegó, en canasta y bautizado, a Fernanda del Carpio. Se llamaba Aureliano.
El pequeño creció sin norte, jugando con José Arcadio y Amaranta Úrsula. Ambos partieron, uno para Roma y ella para Bruselas, y el pequeño Aureliano se quedó solo con su abuela distante, mientras ocupaba sus horas en desentrañar los manuscritos de Melquiades.
Fernanda murió llevándose a la tumba la verdad sobre su origen. Ese nefasto silencio había dejado abierto el camino para que el ciclo del incesto volviera a la casa de los Buendía Iguarán como una amenaza real de cola de cerdo.
Amaranta Úrsula regresó con su marido rico, Gastón, y recuperó la casa. Era tan emancipada, tan moderna y tan libre que “Aureliano no supo qué hacer con el cuerpo cuando la vio llegar”. Gastón soñaba tanto con la llegada del aeroplano a Macondo, la cual había acordado con unos socios en Europa, que se olvidó de su mujer y la fue perdiendo en los vericuetos del abandono y la soledad.
Aureliano le confesó a Amaranta que olía sus ropas y que había buscado a una mujer para pagarle porque no sabía qué hacer con su cuerpo. Ella lo rechazó. Un día la vio salir hacia el cuarto recién bañada, cubierta con una bata. La siguió y se metió a su pieza. Gastón estaba en el cuarto contiguo. Amaranta le dijo a Aureliano que se fuera, pero él la levantó por la cintura y empezaron a forcejear en silencio.
“Una conmoción descomunal la inmovilizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio (…) Apenas tuvo tiempo de estirar la mano y buscar a ciegas la toalla, y meterse una mordaza entre los dientes, para que no se le salieran los chillidos de gata que ya le estaban desgarrando las entrañas”.
Desde entonces, se amaban a cualquier descuido de Gastón. El extranjero, cansado de esperar el aeroplano, volvió a Bruselas, y la pasión entre Aureliano y Amaranta quedó libre. Andaban desnudos por la casa para no perder tiempo.
“Los chillidos de Amaranta Úrsula, sus canciones agónicas, estallaban lo mismo a las dos de la tarde en la mesa del comedor, que a los dos de la madrugada en el granero”.
Llegaron incluso al extremo del delirio de los cuerpos, a la idolatría de la carne, inocentes por completo del peso testamentario del incesto. “Mientras él amasaba con claras de huevo los senos eréctiles de Amaranta Úrsula (…) ella jugaba a las muñecas con la portentosa criatura de Aureliano”.
Quedó embarazada y Aureliano empezó a buscar respuestas sobre su origen porque tuvo un extraño presentimiento de familiaridad. Amaranta se desangró en el parto y el niño nació con cola de cerdo. Aureliano se emborrachó de dolor y olvidó al niño, al que había puesto en una canastilla. Creía que la partera se lo había llevado cuando vio que las hormigas lo arrastraban a su madriguera.
Volvió a los pergaminos y comprendió por fin el epígrafe: “El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas”. De esa manera encontró su origen y supo que Amaranta Úrsula era su tía.
El incesto, con el último engendro, había sido el principio y ahora era el fin de la estirpe de los Buendía. El terror de Úrsula en el origen de los tiempos se había vuelto verdad después de su muerte. Los manuscritos de Melquíades, escritos en sánscrito, y cuyo contenido era la historia de la familia contada con cien años de anticipación, habían sido develados.