11.6.12

El Zar de los libros

Schavelzon sigue apostándole a escritores colombianos, argentinos, chilenos y latinoamericanos en general. Recibe tres o cuatro manuscritos al mes de narrativa y no ficción, trabajos que califica por calidad, atractivo, posibilidad de publicación y gusto del lector, que además formen parte del proyecto del escritor

Guillermo Schavelzon representa a más de 50 escritores entre los que están Mario Benedetti, Paul Auster, Ernesto Sábato y Walter Riso.fotos.fuente:kienike.com

Guillermo Schavelzon aprendió a leer a los cinco años con el libro Upa de Constancio C. Vigil. Creció escuchando las historias de Natalia Ginzburg en italiano sobre el regazo de su madre, sin llegar a imaginar que se convertiría en uno de los asesores de escritores más importantes de la industria.
Estudió Medicina, por mandato familiar, en la Universidad de Buenos Aires. Después, por decisión propia, entró a la facultad de cine en la Universidad de La Plata, se graduó y hoy está a la cabeza de una de las 25 agencias literarias de habla hispana. Es el único hombre negociando con derechos de autor en un campo que ha sido liderado sólo por mujeres, pues según Schavelzon, ellas saben escuchar mejor.
Después de ser editor y director del Grupo Planeta, Alfaguara, Ediciones El País y Editorial Nueva Imagen, Schavelzon dejó el mundo de los grandes grupos para fundar la agencia que lleva su nombre: Guillermo Schavelzon Agencia Literaria. Actualmente representa a más de 50 escritores entre los que están Mario Benedetti, Paul Auster, Ernesto Sábato, Walter Riso y los colombianos: William Ospina, Santiago Gamboa, Sergio Álvarez, Andrés Felipe Solano y Gerardo Reyes. La mayoría de sus autores son latinoamericanos, pues a pesar de que su compromiso es con la literatura, su origen y su región le mueven las entrañas.
Cuando salió de Buenos Aires, América Latina se quedó sin agencias internacionales. No obstante, desde Europa Schavelzon sigue apostándole a escritores colombianos, argentinos, chilenos y latinoamericanos en general. Recibe tres o cuatro manuscritos al mes de narrativa y no ficción, trabajos que califica por calidad, atractivo, posibilidad de publicación y gusto del lector, que además formen parte del proyecto del escritor.

La experiencia y el paso de los años me enseñan que no hay recetas, en el medio lo llamamos “olfato”, que no es un instinto innato sino muchas horas de lectura y trabajo”, precisa Schavelzon sobre la forma como detecta éxitos literarios.

El hecho de ser argentino, haber vivido 10 años en México, después en Madrid y ahora Barcelona, le facilita el diálogo con escritores de diferentes lugares. Sus 30 años de trayectoria le permiten entender tanto la parte editorial del negocio como la de creación de los autores.

Los editores me escuchan y me dan crédito porque saben que los respeto y que no les pido imposibles. Se trata simplemente de ser sensato. Y al final ‘el crédito’ de un agente no depende de otra cosa que de su historial de éxitos y fracasos.

Detrás de cada libro que hojea un lector está la sensibilidad de un editor como de un agente literario como Schavelzon.
Hace 10 años, el mercado liderado por Carmen Balcells conoció a este hombre que supo aprovechar las nuevas tecnologías para adaptarse a las necesidades de la globalización en el campo literario. Para Schavelzon el desafío como agente está en ampliar y sofisticar los canales comerciales. El agente literario es el encargado de conseguir la mejor editorial y garantizar el mayor número de lectores- en todo el mundo y en todos los idiomas- para cada escritor.
Para Schavelzon, profesionalizar un autor es permitirle que viva de lo que escribe. Meta a la que le ha entregado su vida, pues está convencido de que sólo a través de lo que hace, un manuscrito puede llegar a ser un best-seller internacional.

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