El catalán Gustau Nerín explica la aventura de su tienda de libros
Nerín, ha trabajado en diferentes proyectos de cooperación. Suma más de 20 años en África; ahora vive en Bata, Guinea Ecuatorial. foto: Àlex García. fuente:elmundo.es |
"En Guinea había habido sólo librerías religiosas: la primera montada
por los misioneros claretianos en Malabo; más tarde ha habido librerías
en Bata de carácter protestante, bautistas y evangelistas. En ningún
caso ha habido una librería generalista como tal. La poca gente que lee,
hasta ahora, se intercambiaba unos viejos [ejemplares] Estefanía, casi
sin portada. Los Centros Culturales Españoles vendían sus propias
publicaciones, pero nada más. Yo mismo, cuando estuve un tiempo largo en
Guinea, sin viajar a Europa, pasaba tres veces por año a Camerún a buscar libros. En realidad, el de Guinea es el caso más grave, pero en otros países de la zona tampoco hay mucho mercado de libro".
Un correo electrónico llega desde Bata, Guinea Ecuatorial. El
remitente es Gustau Nerín, profesor universitario y autor de varios
ensayos. Por ejemplo, el reciente 'Blanco bueno busca negro pobre', del que ya se habló en ELMUNDO.es. Ahora, Nerín se ha convertido en el primer librero del país, enriquecido durante los últimos años por el petróleo pero aún muy precario en su día a día.
Nerín explica su aventura en unos párrafos.
"La vida cultural de Guinea ha sido animada, básicamente, por los
centros culturales españoles y, más secundariamente, por los centros
culturales franceses. La vida cultural local es muy muerta, casi no hay
circuitos musicales ni artísticos fuera de los centros culturales. Los escritores guineanos son leídos, básicamente, en el extranjero.
Los artistas guineanos, como el escultor Fernando Nguema, recientemente
fallecido, no encuentran mercado para sus obras. Sólo la música tiene
cierto tirón, pero está muchas veces cortada por la falta de
financiación. La prensa es muy débil. El problema de base está en la
cuestión educativa: aunque el porcentaje de gente escolarizada es muy
alto, en realidad el nivel educativo es bajísimo, y hay poca gente capaz
de enfrentarse a temas complejos".
Riqueza y cultura
"El crecimiento económico ha repercutido poco en el nivel cultural.
No ha habido un cambio de pautas culturales, pero, eso sí, ha facilitado
la llegada a Guinea de guinenos que han vivido fuera o han estudiado
fuera con hábitos de lectura consolidados, y esto sí que nos favorece.
No obstante, lo que está claro es que hasta que el crecimiento económico
no repercuta en una mejora del nivel cultural, no habrá verdadero desarrollo".
"La gente que tiene más dinero no se caracteriza por su cultura.
Tienen grandes [Mitsubishi] Pajeros, grandes mansiones, muchas mujeres y
ningún libro. Es dificilísimo ver a alguien que tenga una biblioteca en
su casa... Una de las dificultades que tenemos en la librería es la
desigualdad en el reparto de la riqueza, mucha gente busca libros pero
tiene poco poder adquisitivo. Hemos detectado que los libros que más se venden son los que podemos vender a menos de cuatro euros. Mucha gente tiene grandes dificultades para pagar más".
"Muchos jóvenes intentan buscar nuevas vías de expresión. El rap, por ejemplo, tiene mucha fuerza,
y algunos cantantes hacen una fuerte crítica social. Ramón Esono es un
dibujante de cómic que está trabajando también en esta línea. Y hay
muchos escritores comprometidos, algunos de ellos en el exilio: Juan
Tomás Ávila Laurel, Donato Ndongo, Francisco Zamora, J.M. Davies...".
"Hay muchísimos extranjeros en Guinea. De todo el
mundo: españoles (que han llegado cada vez en mayores cantidades a causa
de la crisis), franceses, italianos, norteamericanos, indios, chinos,
indonesios, serbios, colombianos, paraguayos, congoleños, cameruneses,
etíopes, gaboneses, senegaleses, malianos... Algunos de ellos (una
minoría) leen bastante, y pueden ayudar a la librería".
"Lo que voy a vender: libros infantiles y juveniles, cómic, libros sobre Guinea y África (tanto ficción como no ficción). Tenemos un amplio fondo de literatura universal e hispana.
Y un fondo pequeño de no ficción (autoayuda, religión, Historia,
Sociología, temas prácticos...). Tenemos libros muy económicos, desde
dos euros, para intentar fomentar la costumbre de la lectura y para
hacernos accesibles a los más desfavorecidos".
"Lo más difícil, por ahora, es darnos a conocer. No sólo trabajamos en la venta de libros, sino también en el fomento de la lectura.
Mucha gente desconoce completamente las distintas clases de libros que
hay, y no sabía ni siquiera que los libros se compran... Por eso
destinamos muchos esfuerzos a la divulgación de la lectura en las
escuelas, para formar nuevos lectores".
"Hay tres cosas que nos han sorprendido mucho: primero, la librería ha tenido muy buena recepción entre los adolescentes y jóvenes.
Algunos hacen colectas para comprarse un libro entre varios. Dos, no
nos queda ningún libro sobre fútbol y sexo. Son los temas estrella
(aunque hay gente que busca temas mucho más complicados). Y tres, los
libros sobre Guinea y África también están muy buscados. La gente tiene
ganas de acceder a reflexiones sobre su propia realidad".
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