30.6.12

El librero de Guinea Ecuatorial

El catalán Gustau Nerín explica la aventura de su tienda de libros

Nerín,  ha trabajado en diferentes proyectos de cooperación. Suma más de 20 años en África; ahora vive en Bata, Guinea Ecuatorial. foto: Àlex García. fuente:elmundo.es

"En Guinea había habido sólo librerías religiosas: la primera montada por los misioneros claretianos en Malabo; más tarde ha habido librerías en Bata de carácter protestante, bautistas y evangelistas. En ningún caso ha habido una librería generalista como tal. La poca gente que lee, hasta ahora, se intercambiaba unos viejos [ejemplares] Estefanía, casi sin portada. Los Centros Culturales Españoles vendían sus propias publicaciones, pero nada más. Yo mismo, cuando estuve un tiempo largo en Guinea, sin viajar a Europa, pasaba tres veces por año a Camerún a buscar libros. En realidad, el de Guinea es el caso más grave, pero en otros países de la zona tampoco hay mucho mercado de libro".
Un correo electrónico llega desde Bata, Guinea Ecuatorial. El remitente es Gustau Nerín, profesor universitario y autor de varios ensayos. Por ejemplo, el reciente 'Blanco bueno busca negro pobre', del que ya se habló en ELMUNDO.es. Ahora, Nerín se ha convertido en el primer librero del país, enriquecido durante los últimos años por el petróleo pero aún muy precario en su día a día.
Nerín explica su aventura en unos párrafos.
"La vida cultural de Guinea ha sido animada, básicamente, por los centros culturales españoles y, más secundariamente, por los centros culturales franceses. La vida cultural local es muy muerta, casi no hay circuitos musicales ni artísticos fuera de los centros culturales. Los escritores guineanos son leídos, básicamente, en el extranjero. Los artistas guineanos, como el escultor Fernando Nguema, recientemente fallecido, no encuentran mercado para sus obras. Sólo la música tiene cierto tirón, pero está muchas veces cortada por la falta de financiación. La prensa es muy débil. El problema de base está en la cuestión educativa: aunque el porcentaje de gente escolarizada es muy alto, en realidad el nivel educativo es bajísimo, y hay poca gente capaz de enfrentarse a temas complejos".

Riqueza y cultura

"El crecimiento económico ha repercutido poco en el nivel cultural. No ha habido un cambio de pautas culturales, pero, eso sí, ha facilitado la llegada a Guinea de guinenos que han vivido fuera o han estudiado fuera con hábitos de lectura consolidados, y esto sí que nos favorece. No obstante, lo que está claro es que hasta que el crecimiento económico no repercuta en una mejora del nivel cultural, no habrá verdadero desarrollo".
"La gente que tiene más dinero no se caracteriza por su cultura. Tienen grandes [Mitsubishi] Pajeros, grandes mansiones, muchas mujeres y ningún libro. Es dificilísimo ver a alguien que tenga una biblioteca en su casa... Una de las dificultades que tenemos en la librería es la desigualdad en el reparto de la riqueza, mucha gente busca libros pero tiene poco poder adquisitivo. Hemos detectado que los libros que más se venden son los que podemos vender a menos de cuatro euros. Mucha gente tiene grandes dificultades para pagar más".
"Muchos jóvenes intentan buscar nuevas vías de expresión. El rap, por ejemplo, tiene mucha fuerza, y algunos cantantes hacen una fuerte crítica social. Ramón Esono es un dibujante de cómic que está trabajando también en esta línea. Y hay muchos escritores comprometidos, algunos de ellos en el exilio: Juan Tomás Ávila Laurel, Donato Ndongo, Francisco Zamora, J.M. Davies...".
"Hay muchísimos extranjeros en Guinea. De todo el mundo: españoles (que han llegado cada vez en mayores cantidades a causa de la crisis), franceses, italianos, norteamericanos, indios, chinos, indonesios, serbios, colombianos, paraguayos, congoleños, cameruneses, etíopes, gaboneses, senegaleses, malianos... Algunos de ellos (una minoría) leen bastante, y pueden ayudar a la librería".
"Lo que voy a vender: libros infantiles y juveniles, cómic, libros sobre Guinea y África (tanto ficción como no ficción). Tenemos un amplio fondo de literatura universal e hispana. Y un fondo pequeño de no ficción (autoayuda, religión, Historia, Sociología, temas prácticos...). Tenemos libros muy económicos, desde dos euros, para intentar fomentar la costumbre de la lectura y para hacernos accesibles a los más desfavorecidos".
"Lo más difícil, por ahora, es darnos a conocer. No sólo trabajamos en la venta de libros, sino también en el fomento de la lectura. Mucha gente desconoce completamente las distintas clases de libros que hay, y no sabía ni siquiera que los libros se compran... Por eso destinamos muchos esfuerzos a la divulgación de la lectura en las escuelas, para formar nuevos lectores".
"Hay tres cosas que nos han sorprendido mucho: primero, la librería ha tenido muy buena recepción entre los adolescentes y jóvenes. Algunos hacen colectas para comprarse un libro entre varios. Dos, no nos queda ningún libro sobre fútbol y sexo. Son los temas estrella (aunque hay gente que busca temas mucho más complicados). Y tres, los libros sobre Guinea y África también están muy buscados. La gente tiene ganas de acceder a reflexiones sobre su propia realidad".

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