1.6.12

Azam Zanganeh: "Lolita es más textual que sexual"

La escritora iraní Lila Azam Zanganeh analiza la felicidad según Nabokov en El encantador

Lila Azam Zanganeh, autora iraní de El encantador. foto: Hank Gans.fuente:abc.es
 

Para los exiliados, la literatura constituye el asilo de la imaginación. Lila Azam Zanganeh hubo de huir de Irán con su familia en 1979 a raíz de la revolución jomeinista que convirtió el país en una teocracia.
En París curso sus primeros estudios hasta trasladarse a Nueva York, donde reside en la actualidad. La experiencia del desarraigo le acercó a la obra de Nabokov, asociado perpetuamente a la novela «Lolita» pero, también, cazador de mariposas y autor de un texto imprescindible como «Habla memoria».
Cuando se cumplen 35 años de la muerte del escritor, la autora iraní ha presentado en España y con un perfecto castellano «El encantador», obra que marida realidad biográfica y ficción: el homenaje a un escritor ligado con sus momentos más felices como lectora.

Manual de supervivencia

De la experiencia del exilio, Lila Azam Zanganeh experimenta la misma sensación que Nabokov transmite en sus textos cuando percibe que será imposible reencontrar lo que perdió: «Sobrevivir a la revolución, a la guerra y a la angustia de esa larga noche soviética significaba vivir con un brillante recuerdo que la realidad de la Rusia actual sólo podía destruir».
«Lolita es más textual que sexual»

Portada de El encantador



Es la misma sensación de Nilou, la madre de la autora, cuando tomó el último avión que despegaba de Teherán entre los gritos de los guardianes de la revolución islámica. Gracias a ella, Lila aprendió a ser feliz con la literatura.
De Nabokov destaca «la textura de su estilo y el brillo de su mundo visual» que a ella le sirvió para «lanzar el ancla en un mar de exilios». Y en la polémica «Lolita», que algunos asocian al escándalo y la pedofilia, ella ve «una buena novela para iniciarse en la lectura, más textual que sexual: lo mejor es decirle a un adolescente que no la podrá leer hasta los diecisiete años y convertir de esta manera el libro en tabú y objeto de deseo».
La obsesión nabokoviana por la adolescencia provendría más bien del recuerdo de un amor quinceañero en un bosque de San Petersburgo que le obsesionó de por vida. El año próximo, apunta la escritora, Penguin publicará las cartas y poemas inéditos de Nabokov del hombre que escribió en «Ada» su gran novela sobre la felicidad.

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