Recuerdos de las mejores obras de Héctor Rojas Herazo diez años después de su muerte
Héctor Rojas Herazo, escritor colombiano, autor de Celia se pudre. foto:internet. fuente:eltiempo.com |
Hace diez años murió Héctor Rojas Herazo(1920-2002) y por eso sus
lectores debemos decir que su muerte no ha interrumpido el diálogo con
sus poemas y novelas.
Estas ya se han convertido en un gran monumento de la cultura
colombiana que espera la mirada de las nuevas generaciones. Se trata de
obras definidas a partir de un discurso mental que pone en evidencia la
intimidad de sus personajes y en el cual se muestra de qué manera es el
fundador de un estilo y un lenguaje literario.
Considero que Celia se pudre (1986), es la novela más ambiciosa que se ha escrito en la literatura colombiana.
Se halla formada a manera de memorias muy cercano al yo joyciano, y a
ese capítulo de Ulysses que se llama el monólogo de Molly Bloom. Sus
novelas crean entre nosotros una narrativa como reflejo del mundo
caribe. Es uno de los autores más representativos por lo que significa
como desarrollo moderno de nuestras letras. Pero sobre todo, tiene el
mérito de iniciar el gran movimiento de renovación que seguirían entre
otros Mutis, García Márquez, Cepeda Samudio, Gómez Valderrama.
Aparece en sus obras la necesidad de soñar con un país y un mundo sin
fronteras. En medio de la nación provinciana de entonces, él y ellos
forjaron esa nueva realidad.
Además, Italo Calvino afirma que el verdadero sentido de la
literatura moderna es la inevitabilidad de la muerte. Por eso los libros
del citado autor colombiano, poseen gran vigencia porque desean hacerse
de la transitoriedad del ser humano.
Nació en Tolú, Sucre, y su obra posee un sentido muy personal y
entrañable porque habla de su país como si fuera parte de sí mismo. Por
esto en uno de su libros, Signos y garabatos del habitante(1976),
afirma: "La prueba de fuego para quien pretenda considerarse escritor,
es escribir sobre sí mismo". En este mismo libro, y antes de su tercera
novela, Celia se pudre, dice: "He escrito dos alaridos confesionales en
forma de novela". Y ya había dicho Bernard Shaw que toda verdadera
literatura es una confesión
El autor primero publica poesía y la novela aparece como un segundo
paso, consciente de la necesidad de formar un estilo narrativo
fundamentado en elementos poéticos.
Entre sus libros de poesía mencionamos Desde la luz preguntan por
nosotros(1956), Las Úlceras de Adán(1995), Candiles en la niebla(2006)
Sus demás novelas, Respirando el verano(1962), En noviembre llega el
arzobispo(1967). Esta en particular, quiere recuperar la memoria del
pueblo como arcadia del sueño.
De las obras del autor me parece la más joyciana por su carácter de
imágenes que rinden culto al recuerdo de ese lugar ideal. Se trata de
uno de los escritores que representan en su propia condición la realidad
de la literatura colombiana. Muestra el oficio y el trabajo constante
en la soledad del creador que primero escribe para sí mismo más allá del
reconocimiento o la gran circulación editorial. No obstante, el
Ministerio de Cultura hizo en 1998 una nueva edición de Celia se pudre y
varias de sus demás obras se publicaron en España con el reconocimiento
de autores importantes como Luis Rosales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario