El escritor peruano Mario Vargas Llosa cree que las nuevas tecnologías tienen aspectos "muy positivos", pero ve con cierta preocupación que las pantallas puedan reemplazar a los libros si ello supone una banalización de los contenidos
Mario Vargas Llosa está preocupado por la banalización de los contenidos en las pantallas. foto:archivo. fuente:lainformación.com |
Vargas Llosa explicó que aún es pronto para saber cuál será la influencia de las nuevas tecnologías en el lenguaje,
pues vivimos en una época de "frontera" en la que se van imponiendo
poco a poco, si bien no hay perspectiva suficiente para saber su efecto
en el vida cultural.
Sin embargo, el Premio Nobel
reconoció que mira "con cierta preocupación" el hecho de que las
pantallas vayan reemplazando a los libros, pues, aunque "muchos piensan
que simplemente se trata de un cambio de soporte y que los contenidos no
se van a ver afectados", considera que "hay razones para dudar".
Y
es que el soporte "muchas veces tiene una cierta influencia sobre el
contenido", consideró Vargas Llosa, quien espera que esa influencia "no
vaya en el sentido de banalizar demasiado los contenidos para hacerlos
más asequibles" al mayor número de personas, como se ha visto con la
televisión.
"Depende de nosotros que no ocurra. Si nosotros
queremos preservar los contenidos de la cultura tenemos que operar sobre
esta gran transformación que representan las nuevas tecnologías",
afirmó.
Sin embargo no dudó en subrayar los aspectos positivos de
las tecnologías en la comunicación y la información, cuyo campo se ha
ampliado "enormemente" y han hecho "casi imposibles los sistemas de
control de la expresión y de las críticas".
El escritor hizo hoy
una breve visita por sorpresa a los Cursos de Verano que organiza la
Universidad Complutense de Madrid en la localidad de San Lorenzo de El
Escorial y que en su amplio programa está dedicando una semana al tema
"Vargas Llosa y las mujeres", patrocinado por la cátedra que lleva su
nombre.
"Mi relación con las mujeres es buena. Con las mujeres he
tendido muy buena relación siempre", dijo el escritor entre risas, al
hilo de título del curso que profundiza y analiza los personajes
femeninos de gran complejidad y belleza que habitan en sus obras.
Sin
embargo, el Premio Nobel reconoció que nunca concibe sus obras sobre el
supuesto de si va escribir sobre mujeres u hombres, sino que las
historias se le van apareciendo "en función de ciertas actitudes,
ciertos hechos, situaciones".
"Hay hombres y hay mujeres, pero fundamentalmente en función de las historias que protagonizan, que ellos viven", explicó.
Durante
el curso, el gran contador de historias que es Vargas Llosa mantuvo al
público pegado a sus palabras, mientras recordaba la influencia que tuvo
su padre, sin quererlo y sin saberlo, en reforzar su vocación de
escritor o cómo la disciplina que le impusieron en un internado militar
le enseñaron "a amar la libertad".
Pero además Vargas Llosa brindó
al auditorio momentos muy divertidos, como cuando narró su
participación como codirector en la primera versión cinematográfica de "Pantaleón y las visitadoras" y eso que él no sabe "ni sacar fotos", por lo que su experiencia tras las cámaras fue una odisea.
"Es
una película que no hay que ver de ninguna manera, que si se cruza en
su camino y ustedes me tienen en alguna estima, por favor no vean,
porque además actúo. Es una película espantosamente mala y todo el culpa
mía", aseguró Vargas Llosa con gran sentido del humor.
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