Sueños de felicidad, de Lisa See, descubre el sufrimiento de varias generaciones de chinos. En Estados Unidos ha vendido más de un millón de ejemplares
Lisa See, autora de Sueños de felicidad. foto:Claudio Álvarez. fuente: elpais.com |
No ha sido casual que Lisa See
(París, 1955) decidiese embarcarse en la aventura literaria de
investigar sobre qué ocurrió y cómo vivió la población china durante los
años del Gran Salto Adelante (entre los años 50 y 60), promovido por
Mao Zedong, en el cual murieron cerca de veinte millones de personas.
Ese es el periodo en el que se desarrolla Sueños de felicidad (Bruguera) y que ya lleva vendidos un millón de ejemplares en Estados Unidos.
La novela es un capítulo literario más en el que Lisa See indaga y
reflexiona sobre la historia de China. Ella ha estado influida por sus
orígenes y por haber crecido en un mundo de inmigrantes chinos que se
afincaron en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Ya en su primer
libro, On Gold Mountain, recreó la epopeya de su bisabuelo,
Fong See, que llegó a cumplir 100 años como líder de la comunidad china
de Los Ángeles. Para El abanico de seda, traducida a 39
idiomas, la escritora viajó a una remota región de China, donde ninguna
otra visitante extranjera había estado jamás, para documentarse sobre
una escritura secreta usada por las mujeres durante más de mil años.
Entre sus obras destacan también El pabellón de las peonías y Dos chicas de Shangay. La escritora fue corresponsal en la Costa Oeste de Estados Unidos de Publishers Weeekly durante 13 años.
La gente creía que aquello era el paraíso. Luego llegó la hambruna. La gente tenía miedo y nadie osaba a contradecir a Mao
La escritora estadounidense afincada en Los Ángeles, tan solo en el
barrio de Chinatown tiene 400 parientes chinos y de cada uno de ellos,
cuando era niña escuchaba historias y aventuras que se quedaron grabadas
en su memoria. “Mi tatarabuela cuando vivía en Asia transportaba
personas a la espalda, de un lado a otro, para ganar dinero y poder
mantener a su familia. En parte este libro está sustentado en
narraciones que he ido escuchando a lo largo de mi vida”, matiza la
escritora.
Las protagonistas de Sueños de felicidad son tres mujeres:
las hermanas Pearl y May y la hija de la primera Joy, de 19 años, que
abrumada por los secretos familiares decide huir a Shanghái en 1957 para
buscar al artista Z.G.Li, su padre biológico, de quien May y Pearl
estuvieron enamoradas en su juventud. ¿Qué le llevó a investigar sobre
ese periodo histórico de 1958-1961 en China? “Solemos estudiar la
historia desde la perspectiva del hombre y si nos damos cuenta lo que
conocemos son historias de reyes, de batallas en las que han participado
hombres. En los primeros años de gobierno de Mao Zedong, etapa en la
que se centra Sueños de felicidad, éste le da un protagonismo
extraordinario a la mujer y consigue que se sitúe en una posición por
delante de otros países, aunque los 5.000 años de opresión que tuvo que
soportar la mujer en China no se cambian de la noche al día. Ese aspecto
me intereso mucho y decidí crear una novela con ese tema sobre telón de
fondo”.
Lisa See está convencida de que durante los primeros años del
gobierno de El gran timonel, que dirigió con mano férrea el país desde
1949 hasta su muerte en 1976, 'la gente creyó que aquello que él
pregonaba podía llegar a ser el paraíso. Tenían fe en el líder y una
visión bastante optimista sobre lo que estaban viviendo. Estaban
convencidos de que construían un país nuevo y mejor del que tenían.
Luego, cuando las cosechas empezaron a ser nefastas y comenzó la
hambruna la gente tenía miedo y nadie osaba a contradecir a Mao". La
autora de Sueños de felicidad piensa que el miedo "fue minando
las fuerzas de la población. Los artistas sabían que las críticas eran
un pasaporte seguro a los campos de trabajo y luchar contra la
corrupción y la injusticia en una dictadura no es nada fácil'. El líder
comunista "bajo una capa falsa de idealismo llegó a ser tan corrupto
como sus predecesores. Y en ese tipo de sistemas de supuesta igualdad
siempre hay unos que son más iguales que otros, porque hay individuos
dispuestos a explotar a otros en su propio beneficio', puntualiza la
escritora.
Los artistas sabían que las críticas eran un pasaporte seguro a los campos de trabajo y luchar contra la corrupción y la injusticia en una dictadura no es nada fácil
Paralela a la información histórica que ofrece Lisa Lee en la novela,
hay una intensa historia de relaciones humanas, en la que el amor de
Pearl por su hija obliga a la madre a volver al pasado, al lugar del que
huyó durante su juventud. La progenitora es capaz de arriesgar su
cómoda vida en Estados Unidos y adentrarse en un mundo que se parecía
poco al que había conocido y lleno de peligro. 'Pearl es capaz de
sacrificar todo por salvar a su hija Joy. Abandona su papel de víctima
que había mantenido a lo largo de su vida para convertirse en
protagonista'.
Para construir esta novela Lisa Lee realizó un intenso trabajo de
documentación personal, algo habitual en sus obras, debido a que no hay
mucha literatura al respecto de esa época de la historia de China. Sus
libros de cabecera durante el tiempo en el que estuvo escribiendo Sueños de felicidad fueron La gran hambruna de Mao, del holandés Frank Dikötter; Fantasmas habituales, de Jasper Becker y Catástrofe y contención en las zonas rurales de China: Gran salto delante de Mao,
del catedrático de Humanidades Ralph A. Thaxtor jr. 'Me entrevisté con
más de 300 personas para que me pudiesen contar cómo vivieron durante
esa etapa de su vida. Ciudadanos que encontré durante mis viajes a China
y por Estados Unidos de las personas que pudieron escaparse".
La novelista recuerda como algo inolvidable el encuentro con una
madre y sus tres hijos a los que la madre metió en barriles. Los lanzó
al río y ella logró agarrarse a un tronco y subir a un barco. Llegaron a
Macao. "Uno de los niños era un bebé y no recordaba nada, la chica
tenía muy presente su tiempo en el barril y el mayor de los tres es
incapaz de meterse en un lugar cerrado porque padece claustrofobia".
Lisa See encontró también en la Universidad de UCLA un legajo en
ensayos en los que se hacían informes anuales de lo que iba sucediendo
en China. "Creo que eran datos de la CIA, al igual que un documental, de
esa misma organización, en el que había imágenes de los campesinos, las
comunas…Eso me ha permitido tener una imagen muy real de cómo vivían".
Durante el Gran Salto Adelante se cree que murieron cerca de veinte
millones de personas debido a la gran hambruna que se produjo por la falta
de alimentos y las malas cosechas que hubo.
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