3.4.12

El 'boom' de los libros que suenan

"Es una reflexión sobre música, pero no más que en otros campos. Nuestro lector tiene amplios intereses. Y la música es una manifestación del espíritu que entra dentro de ellos": Vallcorba
Pese a la crisis del disco y el colapso en la venta de música en general, muchos se han lanzado al contrasentido aparente de calificar esta época como la más musical de la historia. Internet y la proliferación de actuaciones en directo a la que ha obligado el desplome del negocio discográfico (aunque el sector de la música en vivo tampoco escape a los achuchones económicos y los recortes) han despertado, indudablemente, el interés del público por la música. También debe haber contribuido, aunque sea poco, la temeraria carrera de los Ayuntamientos por tener un auditorio y una orquesta en cada rincón de España. Uno de los extraños fenómenos que lo corroboran es el auge -relativo, eso sí- de la venta de libros que abordan esta disciplina artística. Los ensayos históricos o de estética de la música han ido invadiendo las librerías españolas; en algunos casos, hasta en las mesas de lo más vendido. Una corriente insólita si atendemos al grado de especificidad del género. Este apetito por la literatura musical afecta tanto a editoriales especializadas, como Global Rhyhtm, como a firmas de libros generalistas del tipo de Seix Barral.

Precisamente, esta casa es la responsable, en parte, de un cierto resurgimiento del interés del gran público por libros relacionados con la clásica. El lanzamiento en 2009 de El ruido eterno, de Alex Ross, fue una sorpresa que se instaló en las listas de los más vendidos y todavía sigue despachando ejemplares en su 12ª edición. La apasionante obra, un recorrido por la música del siglo XX y el contexto histórico e ideológico que articuló su contenido, se convirtió en una suerte de best seller entre apasionados y simples curiosos. "El interés por los libros de música ha existido siempre. Pero quizá el libro de Alex Ross recuperó una tendencia que estaba un poco de capa caída. Faltaban títulos que pusieran la música tan al alcance del público general. El ruido eterno tenía un contenido elevado, porque no deja insatisfecho al público especializado. Pero contextualiza los temas suficientemente para que todo el mundo pueda disfrutarlo", opina Elena Ramírez, editora de Seix Barral.

Otra de las claves de su éxito fue como se utilizaron distintos y aparentemente antagónicos canales de distribución y promoción para lanzar el libro. La obra lo permitía y los canales fueron desde programas musicales de ópera y clásica, a anuncios de toda la vida en prensa. Aparecieron reseñas en revistas de música culta y laudatorias crónicas en los oráculos impresos de referencia del pop y el rock. El tan manido concepto crossover cobra pleno sentido en esta obra y el elogio procede de fuentes diametralmente opuestas. Una combinación que suele terminar en fenómeno de masas.

Listen_to_thisEnchufados a ese éxito, Seix Barral, lanzará en octubre Listen to this, una recopilación de artículos publicados en The New Yorker de Alex Ross donde aborda también el pop y el rock y que promete reeditar el éxito del anterior título. Para 2013, además, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Wagner, esperan del mismo autor una obra sobre el compositor alemán (Wagnerism). "Lo sorprendente en este libro es que sigue vendiéndose muy bien. Es una obra de referencia y ha marcado un antes y un después. Puso de manifiesto que es un mercado sediento de libros de calidad".

Y debía estar bastante claro, porque como Jaume Vallcorba -de Acantilado, (editorial que ha publicado en los últimos tiempos algunos de los más exitosos e interesantes títulos sobre música)- confiesa, él mismo estuvo a punto de editarlo. "Se me escapó absurdamente… Ross es un gran crítico, pero es capaz de explicar la música a un lector generalista, colocándola en su momento. No sé si ha abierto el apetito. Pero podría ser que haya despertado el interés, seguro. Es normal que después de leerlo busques cosas parecidas".

Acantilado es otra extraña isla dentro de este fenómeno. Su interés por la música no tiene que ver con el mercado ni con algún comportamiento de imitación. Básicamente, se trata de la materialización de una de las grandes pasiones de Vallcorba. Un hombre, como él mismo explica, que ha pasado años levantándose cada mañana con una Cantata diferente de Bach. "He editado algunos libros que en realidad son de estética de la música. Pero forma parte del universo de Acantilado. Es una reflexión sobre música, pero no más que en otros campos. Nuestro lector tiene amplios intereses. Y la música es una manifestación del espíritu que entra dentro de ellos". Vallcorba asegura que no piensa en el mercado cuando elige los títulos, pero que lo cierto es que, de momento, funcionan. "Hombre, si no hubiéramos vendido ninguno tendríamos que repensarlo". "Hay poca gente que le interese este campo, pero tampoco son títulos pensados para músicos, sino para un público más generalista que lee ensayos de estética y novelas de un cierto peso. Para el lector como lo hemos entendido siempre", opina Vallcorba.

Triunfo musicaEntre los libros que ha publicado en los últimos tiempos están unas emocionantes Convesaciones con Wilhelm Furtwängler, una Poética musical (en forma de seis lecciones) de Igor Stravinski o el más reciente ¿Qué es la música? (Carl Dahlhaus y Hans Heinrich Eggebrecht). Para los próximos meses, Vallcorba tiene preparadas varias joyas. En septiembre publicará el Diccionario de música y mitología, de Ramón Andrés, y Palabra y melodía, de Wilhelm Furtwängler; en julio, Mi madre y la música, de M.Tsvietáieva. Pero lo que más le ilusiona, dice, es un libro sobre Bach de John Eliot Gardiner que todavía está terminando el músico y que el editor catalán supervisa con delicada atención. "Para mí la música es muy importante, la escucho desde muy chico. Forma parte de mi vida personal. Aunque ahora ya no tengo tiempo, durante años me he levantado escuchando una Cantata distinta. Simplemente confío en encontrar a alguien que también le interesen mis pasiones". Dice que quizá por la edad, quien sabe, su interés musical ha virado en los últimos tiempos hacia la música de cámara.

Al otro lado del océano musical se encuentran las editoriales que han apostado por la música contemporánea: pop, rock o jazz. Global Rhythm, tras una aventura que dura ya 11 años, quizá sea el mejor ejemplo de ello (también con algunas referencias a la clásica como la reveladora selección de la correspondencia de Glenn Gould). "Puede decirse, con miedo a exagerar, que hemos cultivado un vergel, antes yermo en España y en América Latina, llevando a la imprenta obras decisivas para la comprensión de la música contemporánea. Y lo hemos hecho en dos direcciones básicas: la recuperación de trabajos incomprensiblemente omitidos en nuestro idioma (Ellington, Gould, Guthrie, Dylan) y la adquisición de novedades tan estrepitosas como las autobiografías de Art Pepper y Count Basie o las esperadas memorias de Keith Richards, Bob Dylan y Ozzy Osbourne", explica Julian Viñuales, otro editor cuya pasión por la música se antepone a las leyes del mercado.

Nick Cave-01 (1)Podría parecer que la edición de este tipo de libros tiene un encaje mayor en las librerías que los de música clásica. Pero las tiradas (las de Global Rythm son de unos 3.000 ejemplares por título) lo desmienten y el esfuerzo que requiere su difusión es igual o mayor. "Toda editorial que pretenda hacerse un hueco en -o crear, incluso- un nicho de tan modestas dimensiones debe estar dispuesta a hacer ejercicios sobre el cable de por vida -sólo apto, diríase, para adictos al funambulismo crónico y la ludopatía-. En la poblada geografía editorial española, Global Rhythm Press se distingue por un nombre diabólico y por el catálogo más extenso, intenso y heterogéneo de libros dedicados a todas las facetas de la actividad musical o paramusical: biografías y memorias de intérpretes y compositores, historias de tendencias y movimientos, ensayos culturales sobre discos, discográficas o canciones, estudios sobre danza y musicología, antologías de entrevistas con grandes creadores…", señala Viñuales.

fotos.fuente:elpais.com

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