Lo hace en las páginas de El origen del universo, un libro infantil híbrido, entre novela y breve enciclopedia científica, destinado a los más pequeños
La explicación de la teoría del Big Bang, los agujeros gusano o la
relatividad son términos que Lucy Hawking y su padre, el científico Stephen Hawking,
acercan a los niños en `El origen de universo´. Es una novela que
también intercala entre sus páginas breves lecciones sobre la creación
del mundo. Su formato híbrido, entre novela y enciclopedia infantil,
demuestra que la ciencia, con ficción, también divierte y educa a los
más pequeños.
La tribu africana de los boshongo cuenta que el mundo se creó cuando
el dios Bumba tuvo dolor de estómago. Entonces, vomitó el Sol y la Luna,
las estrellas y también algunos animales como el leopardo, el cocodrilo
o la tortuga. Luego, el hombre.
Es una de las muchas historias que recrean el origen del Universo.
Sin embargo, la ciencia responde a la pregunta de dónde venimos con una
teoría: el Big Bang.
Hace casi 14.000 millones de años el Universo era muy denso y muy
caliente. Después de una explosión, se fue expandiendo, en un estado de
temperatura denominado “inflación”, muy parecido a las subidas y bajadas
de los precios de la cesta de la compra.
Esta expansión generó que un joven Universo plano y uniforme –como
una sábana- multiplicara su tamaño a gran velocidad, muchas veces en
apenas fracciones de segundo, como un mar muy caliente que llena todo el
espacio.
Los cambios de temperatura hicieron que una parte de ese cosmos se
extendiera con menor rapidez. Estas regiones más lentas se condensaron
para así formar galaxias y estrellas.
“Debemos nuestra existencia a esas variaciones. Si el Universo recién
formado hubiera sido completamente uniforme, no habría galaxias ni
estrellas, y la vida no hubiera podido evolucionar”, explica en apenas
cinco párrafos el científico Stephen Hawking.
Lo hace en las páginas de El origen del universo (Montena, 2012), un libro infantil híbrido, entre novela y breve enciclopedia científica, destinado a los más pequeños.
El libro se abre de la mano de la ficción creada por Lucy Hawking. La
escritora e hija del científico narra una trama donde los dos niños
protagonistas, George y Annie, intentan evitar el sabotaje del mayor
experimento de la Historia de la Ciencia.
El padre de Annie trabaja en Suiza,
en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, justo en el momento
en que el colisionador de partículas se pone en marcha para demostrar la
teoría del Big Bang.
Mientras esa trama avanza, el libro intercala, a dobles páginas, pequeños ensayos, como el mencionado de Hawking, fotos de la NASA,
ilustraciones y lecciones muy didácticas sobre las teorías de la
creación del Universo. Todo, con la ayuda no solo de Stephen Hawking,
sino también de otros colegas, como los doctores Michael S. Turner, Paul
Davis o Kip S. Thorne.
Así, las aventuras de George y Annie se interrumpen para aprender los
peligros que podrían suponer una lluvia de rayos gamma en nuestro
planeta o cómo nos afectaría la colisión de un asteroide. Además,
también permite rememorar, a través de fotos aéreas, cuáles fueron los
efectos del huracán Danielle (2010) o del tsunami de Japón (2011).
En definitiva, El origen del universo es un libro con un
formato híbrido que confirma que la ciencia y la ficción pueden convivir
para divertir y educar a los más pequeños.
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