Su obra inspiró la película de ciencia ficción Cuando el destino nos alcance. Fue uno de los primeros en introducir un toque de ironía en la ciencia ficción. Tenía 87 años
Harry Harrison, escritor estadounidense, autor de ciencia-ficción con una obra cargada de ironía. El mejor homenaje, leerlo. foto:internet. fuente:elpais.com |
El escritor estadounidense Harry Harrison, autor de novelas de ciencia ficción, falleció ayer a los 87 años, según informó la página web oficial dedicada a su obra. Harrison es célebre por la novela ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!
(1963), que recreaba un futuro en el que la superpoblación mundial
provocaba una drástica escasez de alimentos. La clave de la historia era
que al final se elaboraba un sustitutivo alimenticio, aunque fabricado
con unos ingredientes nada apetitosos. Fue adaptada al cine en 1973 con el título de Soylent Green (Cuando el destino nos alcance,
en español), con Charlton Heston y Edward G. Robinson. Harrison fue un
autor prolífico y subversivo atento a plantear dilemas de calado sobre
el futuro de la humanidad, aunque siempre con un toque de humor irónico
que le ganó cientos de fans incondicionales.
Nacido en Stamford, Connecticut, en 1925, Harrison (cuyo nombre de
nacimiento era Henry Maxwell Dempsey) vivió años en México, Inglaterra,
Irlanda, Dinamarca e Italia. Y llegó a aprender esperanto, el idioma
creado en el siglo XIX con el objetivo de convertirse en lengua
internacional. Un idioma del que Harrison incluyó referencias en sus
ficciones. Una de sus mayores creaciones fue el antihéroe Slippery Jim
diGriz, protagonista de la novela The Stainless Steel Rat (1961), traducida al español como Universo cautivo, y que inició una serie de diez novelas, la última publicada en 2010. Otros títulos destacados de su obra son Bill, el héroe galáctico (1965) y Mundo muerto (1962).
El anuncio de su fallecimiento se ha publicado en la página oficial
dedicada a su obra. “Descansa en paz, amigo”, reza un sencillo mensaje
la web. “Llegaste a las vidas de millones con tus emocionantes
aventuras, llenas de aventuras improbables pero siempre hilarantes y
llenas de acción y con personajes poco de fiar pero encantadores… y,
bueno, tus ficciones también eran rematadamente buenas!”. A Harrison le
sobreviven dos hijos, Todd y Moira, fruto de su matrimonio con Joan
Merkler, con la que vivió desde su unión en Nueva York en 1954 hasta su
muerte, en 2002, debido a un cáncer.
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