Los temas que más buscan los lectores en las bibliotecas públicas son el esoterismo y los textos de tareas escolares.foto.fuente:vive.inCiencias sociales y filosofía, los temas más solicitados. Entre lo curioso se destacan el ocultismo y los mitos
Aunque en su mayoría las bibliotecas colombianas vienen haciendo un esfuerzo por incrementar la lectura de textos no académicos, las consultas de sus depósitos de libros siguen siendo dominadas por las tareas escolares.
En la Luis Ángel Arango (BLAA), de Bogotá, la más grande de todas, la mayoría de quienes acuden son estudiantes (cerca del 65 por ciento), y el 69 por ciento de ellos están en la universidad. "Los más consultados son textos universitarios, como la Física de Serway y los de cálculo de Apóstol y Swokowski", confirma Luis Roberto Téllez, jefe de servicios al público de esta institución, adscrita al Banco de la República.
El fenómeno no es exclusivo de las capitales. Florentino Cuello, de la biblioteca de Galapa (Atlántico), cuenta que niños y adolescentes del municipio la "visitan mucho para hacer únicamente tareas de investigación; desafortunadamente, las bibliotecas públicas están escolarizadas".
Por eso, hay una campaña de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, del Ministerio de Cultura, para motivar la lectura de otra clase de textos. "Aprovechamos que van a hacer las tareas y los llevamos por los anaqueles, les mostramos varios temas y les leemos muchísimo", explica Lucely Narváez, que trabaja en la de Samaniego, en el departamento de Nariño.
Pero si bien los temas académicos ocupan los primeros lugares de consulta, los colombianos también van a las bibliotecas para leer sobre otros tópicos. Soledad Prieto, directora de El Tintal, una de las 20 que conforman la Red Capital de Bibliotecas Públicas (BibloRed), comenta que, por ejemplo, estar muy cerca de la ribera del río Bogotá hace que lo que más soliciten sus visitantes sean temas del agro y el cuidado de mascotas. "Les llaman mucho la atención los libros sobre el cultivo de papa y tomate, el cuidado de loros o canarios y ciertas razas de perros", afirma Prieto, cuya institución presta entre 5.000 y 6.000 libros mensuales.
En la Luis Ángel Arango, los adultos mayores recurren más a las publicaciones periódicas, como EL TIEMPO, la Revista del Banco de la República y el Boletín Cultural y Bibliográfico. En literatura, los de más demanda son Harry Potter, El mundo de Sofía y La caverna (José Saramago).
Entre los libros raros, se destacan los de leyendas y ocultismo. "Me han pedido títulos de satanismo y llaman mucho la atención temas como la interpretación de sueños y la adivinación", comenta Lucely Narváez, de Samaniego. Su colega de Galapa destaca el interés por la mitología: "Me piden muchos libros sobre brujería, el diablo y las leyendas de la región Caribe".
Pequeñas lecturas
En cuanto a los niños, en su mayoría se deciden por el libro-álbum, en tercera dimensión o con movimientos. "Como son muy pedidos, tienen muy poca vida útil", comenta la directora de El Tintal.
A los pequeños de Samaniego, dice Narváez, les encantan los cuentos del catalán Jordi Sierra i Fabra y las novelas de aventura.
Los que visitan la Luis Ángel Arango prefieren el material audiovisual. "Películas como El señor de los anillos, Titanic, El pájaro loco y Popeye y sus amigos -destaca Téllez-, así como las cintas mudas de Chaplin, que disfrutan y repiten".
"La gente no solamente lee libros, sino también imágenes, y ahí entra la tecnología: Internet, multimedia, libros hablados, etcétera", anota Prieto.
En ese sentido, concluye Téllez, "el uso físico de la biblioteca tiende a disminuir, mientras el uso de la biblioteca virtual -donde se pueden leer libros completos- se ha disparado; el año pasado, por ejemplo, recibimos (en la BLAA) 11 millones de visitas (las presenciales sumaron 1.750.360 en el mismo lapso)".
Las bibliotecas no desaparecen, sino que se transforman.
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