El artista plástico Vicente Rojo admira uno de los ejemplares del libro-objeto Lírica sacra, moral y laudatoria, que creó con el escritor. foto:Luis Miguel Valdés.fuente:eluniversal.com.mxEl escritor dejó un libro de aforismos de 40 ejemplares, ilustrado por Vicente Rojo, en el taller La Siempre Habana. Una joya de colección
Unos meses antes de su muerte (el 19 de junio de 2010), Carlos Monsiváis firmó los 40 ejemplares del libro-objeto Lí-rica sacra, moral y laudatoria, que contiene 48 de sus aforismos y 24 grabados de Vicente Rojo. Ese fue el último proyecto artístico del escritor y cronista que murió a los 72 años.
El libro que se hizo según idea y diseño del artista plástico Vicente Rojo, gran amigo de Monsiváis, es una pieza de arte en sí misma porque no sólo conjuga el arte de los dos creadores, sino que además se trata del primer libro de aforismos del cronista, que él mismo escribió para tal proyecto que ya se había exhibido como parte de la muestra Correspondencias, que montó Rojo en la Estación Indianilla en 2009.
Ese primer acercamiento artístico llegó al papel en el libro-objeto Lí-rica sacra, moral y laudatoria, un trabajo donde los 48 aforismos de Monsiváis están impresos en serigrafía y los 24 grabados de Vicente Rojo están impresos en metal, pero también al reverso, la misma imagen está impresa en serigrafía, casi todos a tintas y en dos colores diferentes, sobre papel Gvarro Super Alpha de 250 gramos.
Los 40 libros de arte que miden 15 centímetros de alto por 50 de largo, fueron firmados por Carlos Monsiváis en una de las altas que le dieron los médicos del Instituto Nacional de Ciencia Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde estaba siendo tratado y donde murió víctima de fibrosis pulmonar.
Las citas a las que no llegó
Luis Miguel Valdés, fundador -con el poeta Cuitláhuac Rangel- del taller de grabado La Siempre Habana, donde Rojo trabajó el libro-objeto, recuerda que el plan era hacer un acto de firma en el taller de Vicente en Coyoacán, donde ambos creadores firmarían los ejemplares, pero aunque dos ocasiones programaron todo, la enfermedad de Carlos impidió concretar el acto.
"Hicimos dos citas para que Carlos fuera al taller de Vicente Rojo a firmar los libros, en una de las citas no llegó porque justo ese día lo ingresaron al hospital, en uno de los varios periodos; y en la segunda ocasión, pensaba que iba a salir del hospital pero tampoco fue posible. Al final, Vicente se llevó los libros a su casa en la Portales, aprovechando una de las altas, fue entonces cuando Carlos los firmó", señala el editor de libros de arte y especialmente de grabados a la usanza artesanal.
Valdés siempre se mantuvo en comunicación con Rojo, artista con el que ha trabajado muchos de sus grabados y al menos dos de sus libros-objeto: Novela y Nubes de fuego, además de la carpeta Ceniza plata; él llevó hasta Cuernavaca, donde se localiza hoy el taller, la lista con los 48 aforismos de Monsiváis, él diseñó el libro y metió las manos en la impresión de los grabados. Fue Rojo quien le contó cómo había recibido los libros el cronista.
"Me dijo que Carlos estaba muy entusiasmado y que le había gustado mucho el libro, que quedó muy satisfecho. Se trata de un libro de signos y aforismos, los signos son de Vicente y los aforismos de Carlos, quien fue quien puso el título", comenta Valdés.
El grabador y pintor dice que del libro Lírica sacra, moral y laudatoria se hizo una edición de 58 ejemplares numerados y firmados por los dos autores, numerados del uno al 40, más cinco pruebas de autor, cinco pruebas de editor, cinco pruebas del taller, dos pruebas de impresor y una prueba de archivo.
Los 40 ejemplares firmados se los dividieron entre los tres, Luis Miguel se quedó con 15 y su ejemplar autografiado por Carlos, y 25 se llevó Vicente Rojo y se los dividió con Monsiváis.
Como es normal, los libros que se quedan en el taller son los ejemplares que se ponen a la venta de coleccionistas o interesados en la obra de ese artista y aunque este libro-objeto tiene un precio de 2 mil 500 dólares, Valdés no se ha desprendido de ningún ejemplar, los conserva todos en su casa.
"Yo no he soltado ninguno de los que me tocaron. Le entregué los otros a Vicente, se los habrán dividido entre él y Carlos, es muy seguro que en El Colegio de México haya alguno porque normalmente, como Vicente es miembro, allí queda alguno. Este libro de aforismos tiene un precio, pero yo no los vendo", afirma Valdés.
Sin embargo, en un par de sitios web, como en el de Moisés Valdés Galería, se anuncia la venta del libro, justo en los 2 mil 500 dólares, hay fotos de Rojo con el libro y se puede pedir, al menos eso dice, con el código ROJ-131.
Edición artesanal
La construcción de este libro de arte que se terminó en 2009 fue muy complicada, lo confirman las imágenes.
Valdés dice que hubo que hacer un tipo de ensamblaje donde se pudieran combinar todos los aforismos con todas las ilustraciones.
"Lo que buscó siempre Vicente con su diseño es que las páginas no se abrieran una detrás de la otra sino que fuera un libro como el que es: cortado al medio, luego encuadernado y que se puede leer como quieras, puedes leer el primer aforismo y después ver la última imagen o ver dos aforismos al mismo tiempo o tres imágenes; el libro se despliega un poco", dice Luis Miguel Valdés.
El libro que tiene diseño de Rojo, quien ideó toda la solución gráfica, fue procesando lentamente porque el trabajo fue muy artesanal, tal como se trabaja la gráfica tradicional del grabado y serigrafía. Además, estuvo el trabajo creativo, Carlos y Vicente trabajaron a dos manos: Vicente le enseñaba los dibujos y Carlos los aforismos y viceversa.
Sobre la Siempre Habana
La Siempre Habana es un taller puramente de arte, Luis Miguel Valdés cuenta con todos los recursos para imprimir de la manera más tradicional, aunque ayudados por toda la tecnología. "Trabajamos grabado en madera y aguafuerte de manera tradicional. Se hacen ediciones muy limitadas, las más grandes que hemos hecho fueron con Anguiano, que imprimía 100 ejemplares de cada grabado, él se quedaba con 70% de eso y nosotros con 30%".
Vicente Rojo y Raúl Anguiano no son los únicos artistas que han trabajado en el taller, también lo han hecho José Luis Cuevas, Víctor Guadalajara y Sergio Hernández, entre muchos otros. Pero con Rojo han hecho libros hermosos como Novela, un trabajo de puros grafismos que sólo al final tiene un frase de Bárbara Jacobs que dice: "Un libro se termina de escribir cuando un lector lo lee". También trabajaron con él Nubes de fuego, grabados de Rojo y textos de Jacobs, los dos de 50 ejemplares.
Pero sin duda, el libro Lírica sacra, moral y laudatoria. Carlos Monsiváis-Vicente Rojo (Signos y aforismos) es uno de los más queridos y probablemente podrá llegar a ser uno de los más cotizados, pues no solo es el único proyecto de dos amigos, sino que sólo hay 10 ejemplares de cada grabado que pidió Vicente Rojo.
Valdés dice que generalmente cuando se hace un libro también se hace una suite, que es la edición de los grabados independientes porque hay personas que no les interesa en forma de libro o que incluso lo desarman para enmarcar los grabados, pero en este caso no se hizo una suite, Vicente le pidió que le imprimiera 10 ejemplares de todos los grabados juntos, pero para su uso personal o para regalárselo a sus amigos.
Sumado a eso está el valor sentimental. "Yo tengo mi ejemplar dos de 40, con dedicatoria de Carlos y firma de Vicente. La dedicatoria dice: 'Saludo a Luis Miguel Valdés con un amistoso abrazo y esperando que me explique los aforismos. Carlos Monsiváis'". Ese es el tesoro del grabador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario