Ahora, sólo queda ver hacia dónde evoluciona toda la industria editorial y cómo se adaptará, o no, a la nueva realidad que parece cada vez más inminente
Poco a poco desaparecerá el libro tradicional pero nunca sus lectores. foto.fuente:marketingdirecto.com
Ikea introducirá una nueva versión de su librería Billy, más profunda, y a la que se podrán incluir puertas de cristal. De hecho, según ha publicado The Economist, Ikea ha reconocido que los clientes cada vez utilizan más estas estanterías para colocar ornamentos, decoraciones y otros objetos de todo tipo, excepto libros.
Aunque no es el indicador definitivo, sí parece que cada vez estamos más cerca del final del libro físico y no es difícil encontrar otros muchos casos similares a esta situación. ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste música en un cassette? ¿O qué ha pasado con los enormes equipos de música? Ahora, por mucho que intente resistirse, parece que el libro físico está a punto de correr la misma suerte.
Junto con los libros, probablemente desaparezcan también las librerías, igual que lo han ido haciendo paulatinamente las tiendas de discos. Ahora, sólo queda ver hacia dónde evoluciona toda la industria editorial y cómo se adaptará, o no, a la nueva realidad que parece cada vez más inminente.
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