Matt Madden tiene un estilo lúdico y experimental en contenido y forma. foto.fuente:elespectador.comEntreviñetas, el Festival Internacional de Cómic de Colombia pretende difundir la madurez de esta expresión gráfica y narrativa
"Un festival como Entreviñetas constituye una de las raras ocasiones donde el historietista puede salir de su cueva para apreciar sus dibujos y ver si tienen vida más allá de su propia imaginación", asegura el americano Matt Madden, uno de los invitados al Festival del Cómic Internacional que abarca cinco ciudades en Colombia. En efecto, el cómic es un arte solitario, un oficio de horas y horas de ensimismamiento en el que su creador, entre plumillas, computador, y narrativas de viñetas , no alcanza a medir el efecto de sus historietas en los demás. El Espectador entrevistó al caricaturista Matt Madden conocido por su trabajo experimental dentro del circuito del cómic alternativo y por su trabajo académico.
¿Cómo ve el mundo del cómic en Latinoamérica? ¿Hay algo que le sorprenda?
Aunque conozco a poca gente en el mundo del cómic en Latinoamérica, me ha sorprendido recientemente la cantidad y variedad de cómics en el continente. Conozco el trabajo de la revista Larva y, además, me sorprende (y también me alegra) que la mayor parte de esta generación de historietistas parece estar dedicada al cómic como forma de expresión y como Arte, con A mayúscula.
En general, ¿cómo considera la época actual del cómic?
En el mundo estamos experimentando una verdadera edad de oro del cómic. Nunca se ha visto tanta producción, tanta calidad, tanta comunicación entre artistas, lectores y editores — por medio de internet, por supuesto — pero cabe destacar la importancia de festivales internacionales como Entreviñetas, los cuales, juegan un papel importantisimo.
¿En qué ha contribuido su trabajo en el mundo del cómic?
Como autor, sobresale mi dedicación a la experimentación formal bajo una influencia notablemente literaria (Nabokov, Cortázar, Borges, y el grupo de la Oulipo); como profesor (en la School of Visual Arts de Nueva York y en talleres por todo el mundo) he podido introducir un poco esta influencia a mis alumnos, y por otro lado, creo fervientemente en que cualquier persona puede (y debe) aprender a hacer cómics.
Así como en la música indie, ¿qué significa estar dentro del circuito alternativo del cómic?
La analogía es apta… ¡en el sentido bueno tanto como en el malo! Hablando de Estados Unidos, puedo decir que los dos mundos comparten un fuerte sentimiento de comunidad y apoyo además de una ética dedicada a la expresión personal y a la sospecha de los juegos del mercado. A la vez, el mundo del cómic independiente puede estar algo cerrado y a veces parece como si los artistas y los fans solo hablaran entre sí, sin mirar al mundo que les rodea. Hablo no sólo de acontecimientos en los diarios sino también de las otras artes, la ciencia, las tendencias intelectuales. Pero eso está cambiando.
¿Cómo preferiría que describan su estilo?
Es difícil contestar porque en el cómic 'el estilo' puede referirse a la manera de dibujar tanto como a la manera de contar historias. Yo diría que mi estilo (tal vez en ambos sentidos) es lúdico y experimental. Tal vez algo quimérico.
¿Qué historietas lo marcaron de joven? Recuerda el día en que quiso dedicarse a esto?
Yo no soy de esos que han devorado cómics desde la niñez. Leía Tintín; las revistas humorísticas como Mad Magazine; los superhéroes muy poco. Fue durante mi adolescencia que descubrí una variedad de cosas que me impactaron mucho: Krazy Kat de George Herriman; la obra de Robert Crumb y del movimiento underground sesentero; la revista RAW de Art Spiegelman y Françoise Mouly; la escena independiente naciente de los 80. El momento en que decidí dedicarme a hacer cómics fue cuando me enteré de los minicomics: cómics de pequeño formato a fotocopiar y a intercambiar entre otros artistas. Como autor autodidacta (como casi todos lo somos en el mundo del cómic), el minicómic (y el mundo de fanzines y mail art que lo rodea) fue una invitación a crear.
Es un fan de los cómics?
No me canso de leer los cómics. Entre mis varios trabajos, soy responsable con Jessica Abel, mi esposa, de la serie The Best American Comics, antología que sale todos los años. Tenemos que revisar todos los cómics que se publiquen en Estados Unidos y Canadá (más algunos mexicanos) y seleccionar los más prometedores para enviarlos a un editor invitado (Chris Ware, Harvey Pekar, Neil Gaiman, y Alison Bechdel figuran entre ellos) que luego escoge unos 40 cómics que aparecerán en la antología. Y aún con todo este trabajo sigo con ganas de leer cómics internacionales además de novelas, poesía, y cine.
¿Cómo es el proceso creativo? Viene la historia primero, pinta primero las imágenes…?
Yo casi siempre empiezo con una estructura o un reto que me fascina, tipo "cuenta la misma historia 99 veces" (99 ejercicios de estilo) o "haz un cómic de 26 viñetas en el que cada de esas viñetas corresponde a una letra del alfabeto" ("Prisoner of Zembla"). Lo que me más atrae es empezar con ese esqueleto formalista e ir llenándolo con personajes, narrativa, e ideas.
Programación completa: www.entrevinetas.com
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