9.9.11

Libros: Lo último en literatura

Editar así no paguen lo editado y vendido
Gustavo Mauricio García, editor dice que ser editor es una quijotada en un país de quijotes. foto.fuente:eltiempo.com

Gustavo Mauricio García (editor)
Poesía ante la incertidumbre
Icono. 152 páginas.
2011.
No es una antología más. Aquí están algunos de los mejores nuevos nombres, algunas de las plumas más inspiradas de la poesía joven de hoy. Se trata de un libro bellísimo, pero sobre todo de un riesgo: ¿a quién se le ocurre publicar un libro de poesía a estas alturas? Pues se llama Gustavo Mauricio García, está a cargo de la Editorial Icono y hablamos con él.

¿Hace cuánto tiempo funciona Icono?
Desde julio de 2004 y publicamos el primer libro, Tanta tinta tonta, dos meses más tarde. La idea era ¿y sigue siendo¿ contrarrestar la desinformación imperante, debido a conveniencias políticas y económicas que derivan en una autocensura común en las grandes editoriales. Ha sido difícil posicionarnos en ese mercado, pero lo hemos ido logrando con libros como La guerrilla por dentro de Jaime Arenas, El Palacio de Justicia de Ana Carrigan y El clan de Los Doce Apóstoles de Olga Behar.

¿Cuál es el secreto que le ha permitido a Icono sobrevivir a las duras condiciones del mercado?
Ante todo, la calidad y el profesionalismo que hemos demostrado desde el comienzo, con un nivel que permite no diferenciarnos físicamente de los mejores, pero con temas que ellos no se atreven a tratar y apuestas literarias que no se arriesgan a publicar.
¿No es demasiado quijotesco ser editor independiente en un país donde se lee tan poco?
En efecto, es una tarea quijotesca en un país lleno de quijotes. Pero aunque no estamos solos, los obstáculos sí son de cada cual. Y en nuestro caso hemos tenido que aguantar librerías que no nos exhiben o que mueren con nuestros libros y dinero, y otras que tardan meses en pagar los ejemplares vendidos.

Ramón Illán Bacca
La mujer barbuda
Seix Barral. 184 páginas. 2011.

Perpetuo Socorro y María Perfecta son las hijas gemelas del general Tiburcio del Valle, un poderoso hombre. La vida para María Perfecta no es muy complicada, en cambio para su hermana Perpetuo Socorro sí: debe enfrentar el mundo con una eterna barba. Pues bien, su carácter la lleva a asumir su condición de mujer barbuda y a convertirse en la principal atracción de un circo. Un día, frente a las costas de La Guajira, naufraga el buque que llevaba el circo rumbo a Venezuela. Es la época del régimen del general Reyes y los rumores de un complot contra el presidente enturbian las diferentes versiones sobre el naufragio. Empiezan entonces las divertidísimas aventuras de La mujer barbuda.

Cosas que ya no existen
Cristina Fernández Cubas
Tusquets. 282 páginas. 2011.
¿Un libro de cuentos? No. Más bien un libro de imágenes y recuerdos que se leen como cuentos. Desde 1994 estas historias han perseguido a la autora española, y solo ahora, después de reordenarlas y reescribirlas un tanto, se atreve a publicarlas. Fernández se deja llevar. De pronto entra a un lugar, ve un libro que algo le evoca, empieza a recordar y arranca un relato fascinante, o tal vez piensa en un espacio, una persona, o una anécdota del pasado y deja que la memoria se le vaya años atrás y termina contando una corta historia deliciosa. A Cosas que ya no existen le ha ido bastante bien en España: ganó el Premio NH de relatos y críticos de los más exigentes se deshicieron en elogios.

Oprah Winfrey
Kitty Kelley.
541 páginas. 2011.
La Kelley no es la biógrafa que los personajes sueñan. Escudriña en sus vidas hasta que descubre alguna materia de escándalo. Así hizo hace unos años con Jackie O. y Elizabeth Taylor. Esta vez, apoyada en miles de entrevistas y documentos -Oprah se negó a hablar con ella- rearmó la vida de la más importante presentadora de televisión de los Estados Unidos, e intentó responder a preguntas como: ¿pasó Oprah por las drogas?, ¿fue víctima de un abuso sexual?, ¿tuvo una niñez miserable?, ¿es una actriz que ha creado todo un personaje muy diferente a la Oprah de la vida real? Podrán decir que esta biografía no es buena literatura, pero es innegable que es muy difícil separarse de sus páginas.

Paulo Coelho
Aleph
Grijalbo, 274 páginas. 2011
¿Paulo Coelho ante una crisis de fe? Pues sí. De eso trata el último libro de uno de los gurús espirituales más seguidos y respetados del mundo. A partir del título de uno de los cuentos más famosos del gran Borges, Coelho cuenta una historia de supuesto corte intimista y autobiográfico, en la que decide comenzar de nuevo; reiniciar el viaje en busca de sus orígenes, de lo básico. En busca, en últimas, de Dios. Como siempre en la obra del autor brasileño, tras la historia hay una enseñanza. Esta vez está relacionada, por un lado, con el perdón, y por el otro, con nunca olvidar que siempre podemos inventar nuestro propio renacimiento.

William Ospina
Por los países de Colombia
FCE, 302 páginas. 2011
Ospina, poeta, ensayista y novelista, y también un estudioso profundo de algunos escritores nacionales, presenta la que se podría considerar una antología de sus versos más queridos de la poesía colombiana, a la que tanto dice deberle. Pero no se trata simplemente de una selección de poemas. Los versos van apareciendo en las páginas del libro, pero el peso está puesto en los ensayos que Ospina dedica a su análisis y a las vidas de sus respectivos autores. Para recomendar, los capítulos sobre Juan de Castellanos, Aurelio Arturo y Álvaro Mutis. Páginas escritas con conocimiento y verdadera pasión.

Stieg Larsson
La voz y la furia
Destino, 285 páginas 2011
Un libro que no se pueden perder los fanáticos de la saga Millennium, que ya se cuentan por millones. Porque aquí están las primeras notas, los artículos comprometidos contra el fascismo, el maltrato y la discriminación, escritos por Stieg Larsson cuando era el desconocido director de una revista llamada Expo y estaba lejos de convertirse en una leyenda tras su fallecimiento. Porque, para los que no lo sepan, Larsson es uno de esos autores que no conocieron el éxito en vida, uno de aquellos cuyos libros sólo se empezaron a vender cuando ya estaban muertos. Aquí está el primer Larsson. Aquí están los orígenes de sus oscuros betsellers.

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