Getafe Negro
Presentación de la VI edición de GetafeNegro./elmundo.es |
Desde que en 2010 el poeta Alejandro Pedregosa se diera conocer como autor de novela negra con 'Un extraño lugar para morir',
todas sus ficciones adscritas a este género han sobresalido por su
carácter costumbrista y por las dimensiones que adquieren en la
narración sus escenarios.
Narrador por partida doble, el cineasta Fernando Cámara
ha sido galardonado este mismo año con el Premio García Pavón por su
novela 'Con todo el odio de nuestro corazón'. Por su parte, Alexis Ravelo, con 'La última tumba', fue merecedor del Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe.
Carlos Castán compagina la crítica con la
escritura de relatos breves, su primera novela es negra, lleva por
título 'La mala luz' y llegará a las librerías el próximo día 22.
Todos ellos, moderados por Montserrat Iglesias,
directora de cultura del Instituto Cervantes, debatieron este jueves
sobre la actualidad nacional e internacional de la novela negra. Aunque
la mesa redonda tuvo lugar en la sede madrileña del Cervantes, fue la
convocatoria que inauguró la nueva edición de Getafe Negro.
Y es que, en su sexta edición, la cita ha trascendido su ciudad de
origen para convertirse en el festival de novela policíaca de Madrid.
Para Lorenzo Silva, comisario del festival, los cuatro autores reunidos ayer son la demostración de que "la novela negra española está muy viva y tiene una gran calidad".
Pero además, el género es una de las mejores plataformas para acercarse
a la actualidad. De hecho, en esta sexta edición de Getafe Negro, se
tratarán de los retratos del espionaje, la corrupción o el lado oscuro del fútbol implícitos en algunos de los últimos títulos.
Aunque 'Con todo el odio de nuestro corazón' ha sido
calificada por algunos lectores como una ficción distópica por presentar
un paisaje apocalíptico sobre el empobrecimiento al que asiste nuestra
sociedad, Cámara es conciso y claro sobre las causas que le llevaron a
escribir novela negra: "La sociedad me ha obligado. Antes me dedicaba al terror y he pasado al terrorismo social
porque hablo de los políticos. Es imposible ser impermeable a lo que
está ocurriendo. A ver si eso de que la pluma vale más que la espada es
cierto".
A diferencia del resto de sus compañeros de mesa, que
llegaron al relato criminal tras publicar con anterioridad otra clase de
narraciones, e incluso versos -tal es el caso de Pedregosa-, Castán se
ha dado a conocer como novelista con una ficción negra directamente. "No
sé si será una novela negra al uso. Pero para los temas que quería
tratar -lo que queda de una historia cuando esta historia ha muerto- me
servía la estructura de un crimen. Los auntos que me interesaban son objeto de una investigación policial".
"Mi crímenes nacen de un afán itinerante, de ver cómo se mueven los microcosmos de los diferentes sitios",
explica Alejandro Pedregosa. Así, cuando llegó a Pamplona, le llamó la
atención cómo una sociedad cuyo espectro ideológico va "del Opus Dei al
independentismo radical" se homogeneizaba con la llegada los
sanfermines. "Si alguien cometiera un crimen y la policía preguntara
quién lo había hecho, sólo podrían contestar que alguien que iba vestido
de blanco y con un pañuelo rojo al cuello". Dentro de esta misma
inquietud, su última propuesta tiene las protestas del 15-M madrileño
como telón de fondo.
Alexis Ravelo buscó su inspiración en la zona patibularia de
Las Palmas. "Quería contar mi ciudad y sus lugares más conflictivos
desde diferentes puntos de vista, desde el sociológico hasta el
psicológico. Además, quería hacerlo mediante un género que guste al
público".
Aunque por diferentes caminos, todos los exponentes del
relato criminal español último coincidieron en señalar que la pujanza y
la actualidad de la novela negra radican en que es el género donde puedes "contar todas las verdades que tú quieras añadiendo una trama".
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