16.10.13

Moz la monta de nuevo

Morrissey protagoniza un escándalo literario al conseguir publicar su Autobiografía en la prestigiosa Penguin Classics. Se codeará con Joyce, Borges, Kipling o Brecht


Morrissey, ex líder de los Smiths. /Franck Bauer./elpais.com

El pasado mes, Morrissey desconcertaba a sus fans: anunciaba que suspendía la publicación de su esperada Autobiography justo antes de entrar en imprenta. En realidad, ahora lo sabemos, fue una falsa noticia o una pataleta finamente calculada para llevar a la editorial, Penguin, hasta donde quería. El libro sale el jueves 17 pero en su colección más prestigiosa, Penguin Classics.
La decisión ha causado profunda consternación en el mundo cultural británico. Según Brendan O'Neill, de The Telegraph, al publicar las memorias de Morrissey como un clásico, “Penguin ha destruido su reputación”. Boyd Tonkin, de The Independent, era más específico: “esto no te lo enseñan en la escuela de negocios. Cómo destrozar de la noche a la mañana el prestigio de una marca global que, desde 1946, se ha ganado la confianza del mundo entero por su excelencia, sus selecciones expertas y el compromiso de vender solo lo mejor”. The Guardian prefería citar un título de The Smiths, el grupo que convirtió a Stephen Patrick Morrissey (Lancashire, 1959) en figura admirada: “Esta broma ya no tiene gracia”.
La sensación de sacrilegio es comprensible. Penguin Classics comenzó hace 70 años con La odisea, de Homero y se ha establecido como un canon fiable. Ahora incluye unos mil quinientos títulos, todos unificados por una presentación gráfica perfectamente reconocible, a pesar de los cambios y las particularidades que distinguen a sus varias líneas. Penguin Classics pudo publicar antologías exclusivas y traducciones provocadoras -Robert Graves fue uno de sus colaboradores- pero, hasta donde llega la memoria, nunca había sacado un libro inédito de un autor novato.
La sensación de sacrilegio es comprensible. Penguin Classics comenzó hace 70 años con  La odisea, de Homero
Aparte de las letras de sus canciones, el rastreo de la obra escrita de Morrissey nos retrotrae a principios de los ochenta, cuando editó un librito de 6.000 palabras sobre sus amados New York Dolls. También escribió para Record Mirror agudascríticas de conciertos que se desarrollaban en Manchester (anteriormente, era un habitual de las cartas de los lectores de otros semanarios musicales).
Sin embargo, su relación con la prensa británica se ha ido deteriorando según avanzaba su etapa en solitario. Ya en 1991, lanzó un tema titulado “Periodistas que mienten”, que luego describiría como una de sus peores canciones. Sin embargo, las espadas siguen en alto: recurriendo a potentes abogados, ha logrado que New Musical Express o la desaparecida The Word publicaran rectificaciones, tras sugerir que el cantante se alineaba con las posturas racistas del Frente Nacional. El hecho de que resida en California desde 1998 no ha disminuido la animosidad entre ambos campos.
Puede que, no obstante, lanzar su Autobiography sea una de sus jugadas más astutas. Desde luego, ha sido una demostración de su poder. Tras torcer el brazo a Penguin, ha logrado que la venerable empresa salga enarbolando un pobre argumento: “se publica en Penguin Classics ya que es un clásico futuro”. Sin descomponer el gesto, en Penguin aseguran que “la mayoría de las estrellas pop deben morir antes de convertirse en iconos, mientras que Morrissey lo ha logrado en vida”.
Tal vez estemos ante una calculada estrategia comercial: al estilo de los blockbusters cinematográficos
 Morrissey ha tenido un gesto populista: en el Reino Unido, el libro no se venderá en pasta dura; sale directamente en edición de bolsillo. Y su precio es moderado: 8.99 libras por 480 páginas. Para Johnny Rogan, polémico biógrafo de The Smiths, el cantante busca crear avalanchas en los puntos de venta, “como si fuera un tomo de Harry Potter”; algunas librerías abrirán a medianoche para los fans que no puedan esperar.
Tal vez estemos ante una calculada estrategia comercial: al estilo de los blockbusters cinematográficos, se pretendería lograr grandes ventas en el primer fin de semana, antes de que el público descubra que -es una posibilidad- se trata de una obra eminentemente literaria, sin grandes revelaciones personales, más allá de su conocido odio por la monarquía británica, su vegetarianismo militante o sus conflictos con los otros miembros de los Smiths. De momento, la editorial se ha negado a enviar adelantos a los medios y sólo comenta que cubrirá toda su carrera.
La solución, el jueves. Típicamente, Morrissey ha hecho un corte de mangas a esa Inglaterra por la que siente tan peculiar amor/odio: el día de salida de Autobiography, estará en Gotemburgo (Suecia) firmando copias del libro. No hay más citas previstas con el público.

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