¿Cuál es el mexicanismo más Mexicano?, ¿Cuál es el panameñismo más Panameño?, ¿Cuál es el uruguayismo más uruguayo?
Ilustración, Fernando Vicente./elpais.com |
Con estos tres países empezamos la creación del Atlas sonoro
de las palabras más autóctonas del español. Lo hacemos en el contexto del VI Congreso
Internacional de la Lengua que se celebrará en Panamá, del 20 al 23 de octubre.
Tres escritores de los países citados han elegido una palabra con la que dan el
pie para que ustedes propongan el vocablo que consideren más auténtico o que
refleje o represente mejor al respectivo país. Es una manera de recordar la gran
diversidad de una lengua hablada por cerca de 500 millones de personas y que
puede ser entendida por sus hablantes en un 80%. Un idioma
policéntrico, polifónico y en expansión. Forma parte de nuestra cobertura especial de la cita más importante del español.
Cada día, desde hoy y hasta el jueves próximo, propondremos
tres países en los que sus respectivos escritores sugieren un vocablo por cada
país y ustedes lanzan con sus comentarios otras palabras. Esta iniciativa de pluralidad y diversidad del castellano
coincide con la presentación en Panamá de la edición digital del Diccionario de Americanismos, publicado
por la RAE y la Asociación de las 22 Academias de la Lengua, a cargo del
académico Humberto López. Un gran libro de consulta gratuita en la Red que
contiene más de 70.000 entradas y unas 120.000 acepciones sinónimos y variantes
de muchoas de las voces, etimología o procedencia de las palabras en la
mayoría de casos.
Ahora sí, las palabras propuestas hoy por escritores de
México, Panamá y Uruguay:
México: PINCHE
Por José Emilio Pacheco
En México, “pinche” canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad.
Por José Emilio Pacheco
En México, “pinche” canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad.
El más amplio catálogo
de acepciones lo consigna el excelente Diccionario
del español usual en México de Luis Fernando Lara en su segunda edición de
2009. Lara advierte que se trata de una grosería: "Pinche” 1. Que es despreciable o muy mezquino. 2. Que es de baja calidad, de bajo costo o muy pobre.
“Pinche” puede ser un
empleado, el hábito de fumar, la suerte, un policía, una camisa, un perro, una
casa, una persona, el mundo entero, una comida, un regalo, un sueldo o bien lo
que a usted se le ocurra. Se trata, pues, de un epíteto que degrada todo lo que
toca. Normaliza y vuelve aceptable una furia sin límites contra algo que nos
ofende y humilla pero no podemos cambiar.
Admite grados y
amplificaciones: “Esa novela me pareció un poco pinche”. “El racismo es una
actitud pinchísima”. A veces puede ser un sustantivo inapelable: “No te lleves
con él: es un tipo de lo más pinche.” Puede adquirir el rango de injuria
máxima: “No me vuelvas a hablar, hijo de tu pinche madre.”
No sé cuándo empezó a
emplearse y nunca he leído nada sobre su origen. Ya que “pinche” en español
común es “el ayudante de cocina”, sin ninguna pretensión ni autoridad, se me
ocurre que el término se originó en tiempos de la hacienda y el
latifundio. Nació entre los peones
obligados a trabajar la tierra para beneficio de los amos y que veían con
explicable resentimiento a quienes
laboraban en ocupaciones serviles dentro de la casa grande.
Si el uso está
restringido a México, resulta algo anecdótico e insignificante frente al hecho de que, a diferencia de
tantos otros idiomas, quinientos millones de personas podamos entendernos en
nuestra lengua materna. Es una “pinche” desgracia que muy pocas veces tengamos
conciencia de este prodigio.
Panamá: SINVERGÜENZURA
Por Carlos Wynter melo
Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura es comerse el mundo de un bocado. Es un escape –a veces son francamente inmorales las reglas morales- o el motivo de que exclames de repente, porque te nació de las vísceras: ¡Qué sinvergüenzura!, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos.
Por Carlos Wynter melo
Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura es comerse el mundo de un bocado. Es un escape –a veces son francamente inmorales las reglas morales- o el motivo de que exclames de repente, porque te nació de las vísceras: ¡Qué sinvergüenzura!, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos.
Uruguay: CELESTE
Por Claudia Amengual
Algún distraído diría que el término celeste proviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es que esta lo toma de nuestra bandera nacional. De ahí derivan expresiones populares como la celeste o soy celeste que han enriquecido el significado de este color y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya.
Por Claudia Amengual
Algún distraído diría que el término celeste proviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es que esta lo toma de nuestra bandera nacional. De ahí derivan expresiones populares como la celeste o soy celeste que han enriquecido el significado de este color y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya.
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