10.10.13

Buen oído para Dickens y astucia para una fuga

Un profesor asegura que resolvió el misterio del verdadero autor de la primera novela escrita por un afroamericano que fue un éxito de ventas. La pesquisa literaria, que lleva a una esclava de una plantación, será publicada en un libro

Por Hannah Crafts, se lee en esta página de la novela The Bondwoman’s Narrative, de 1850./revista Ñ

En 2002, una novela considerada como la primera escrita por una afro-norteamericana fue un bestseller, elogiado por su descripción dramática de la vida en el sur a mediados de los años 1850 a través de los ojos de una criada refinada y culta. Una parte de la historia permaneció, sin embargo, en un provocativo secreto: la identidad de la autora. 
El misterio fue probablemente resuelto por un profesor de lengua de Carolina de Sur, quien dijo recientemente que había descubierto el nombre de la novelista: Hannah Bond, una esclava de una plantación de Carolina del Norte propiedad de John Hill Wheeler, es la verdadera autora de The Bondwoman Narrative, el libro firmado por Hannah Crafts. 
La investigación del profesor permite descubrir cómo una esclava en una casa recibió una fuerte influencia de la gran literatura de su época y cómo consiguió pergeñar una fuga audaz, disfrazada de hombre. 
El profesor, Gregg Hecimovich, de la Universidad Winthrop de Rock Hill, Carolina del Sur, descubrió detalles sobre la vida de Bond que arrojaron luz sobre esos interrogantes. Las influencias de Dickens, especialmente de Casa desolada, pueden explicarse a raíz de que Bond formó parte de la servidumbre en una plantación donde había alumnas de una escuela para niñas; el programa requería que las niñas recitaran pasajes de Casa desolada de memoria. Bond, armando en secreto su propia novela, probablemente había escuchado mientras estudiaban o había tomado un ejemplar para leerlo.
La investigación también muestra que tal vez Bond recibió un traje de hombre de un miembro de la familia Wheeler solidario con su deseo de huir. El profesor Hecimovich, de 44 años, dijo que ha verificado la identidad de la escritora a través de testamentos, diarios, almanaques manuscritos y registros públicos. Piensa publicar todos sus hallazgos en un libro, titulado tentativamente 

La vida y la época de Hannah Crafts

Su trabajo ha sido revisado por varios académicos que avalan su autenticidad, incluido Henry Louis Gates Jr., uno de los eruditos más importantes de la historia afro-norteamericana. Fue él quien compró el manuscrito desconocido en 2001. 
Hollis Robbins, presidenta del departamento de humanidades de la Johns Hopkins University en Baltimore, Maryland, lo consideró "un hallazgo enorme". "Estoy totalmente convencida, hasta donde algo histórico puede documentarse sin una imagen en un iPhone, de que ella escribió la novela". 
El libro, cuyo lenguaje remite a las novelas Góticas del siglo XIX, cuenta la historia de su narradora, que soporta una vida de esclava en una plantación de Carolina del Norte y, ayudada por su contextura liviana, escapa al norte. El relato refleja la historia de Bond. Esclavizada en Murfreesboro, Carolina del Norte, se considera que Bond fue una mujer autodidacta que trabajaba como criada para la señora de la casa, Ellen Wheeler. 
Alrededor de 1857, Bond se disfrazó de varón y huyó, primero hacia el norte del estado de Nueva York y luego hacia Nueva Jersey, donde se casó y trabajó como maestra de escuela. 
Los estudiosos dicen que la autora tomó pasajes de una serie de textos publicados, como Jane Eyre de Charlotte Brontë, y Rob Roy de Walter Scott. Esas partes tomadas indican que Bond tenía acceso a la biblioteca perteneciente a Wheeler (cuya afición por la literatura era reconocida). 
Una vez escrita la novela, el manuscrito estuvo guardado en un altillo en Nueva Jersey y nadie le prestó mucha atención hasta que Dorothy Porter Wesley, una bibliotecaria afro-norteamericana, lo compró a un vendedor de la ciudad de Nueva York en 1948 por US$ 85. 
En 2001, el profesor Gates encontró el manuscrito en un catálogo de anticuario, que lo describía como un "texto escrito a mano de 301 páginas presuntamente escrito por una mujer esclava fugitiva". Lo adquirió en una subasta por US$ 8.500. Después de la autenticación del manuscrito, Warner Books, actualmente Grand Central Publishing, publicó en 2002 un libro de 336 páginas. 
Los historiadores todavía suponían, no obstante, que Hannah Crafts era un seudónimo. Algunos académicos seguían siendo escépticos respecto de que lo hubiera escrito una mujer negra. 
"Creo que existían reservas porque no teníamos a una persona histórica susceptible de ser rastreada", dijo William L. Andrews, profesor de Lengua en la Universidad de North Carolina, Chapel Hill. "No podíamos hablar sobre el libro confiando en una intención autoral si no sabíamos quién era el autor". Y agregó: "Siempre esperaba que alguien me lo mostrara, y lo hizo".

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