Trompetista, poeta, novelista e inventor, Boris Vian, que pasó la II Guerra Mundial haciendo turismo y acudiendo a numerosas fiestas, falleció a los 39 años por una enfermedad que llevaba tiempo advirtiéndole de que su muerte sería temprana, una vida que queda relatada en el cómic Piscina Molitor
Christian Cailleaux y Hervé Bourhis, dos escritores franceses
dedicados a la novela gráfica, son los autores de esta obra que en España
edita Impedimenta y en la que se recorre con un tono "melancólico" la
apasionante vida de este prolífico artista, que fue según el editor del
libro, Enrique Rede, "un símbolo de rebeldía ante la sociedad de su
época".
La publicación de "Piscina Molitor" coincide con el
estreno de la película "La espuma de los días" del director Michel
Gondry que está basada en la novela homónima de Boris Vian (1920 -
1959). Un escritor tan rompedor, que "60 años después de su muerte sigue
siendo de actualidad", asegura Rede en una entrevista con Efe.
Estudió
ingeniería pero su pasión fue el jazz y la escritura, aunque esta
última quedó relegada, durante muchos años, a un mero entretenimiento
que utilizaba para divertir a sus amigos al describir las fiestas a las
que continuamente asistían.
"Iconoclasta, renacentista,
surrealista,...", le faltan adjetivos a Rede para describir a un artista
al que le detectaron a los 12 años un reumatismo cardiaco que anunciaba
que su muerte sería temprana y que de hecho, sobrevino un 23 de junio
de 1959, mientras asistía de incógnito al pase de la adaptación al cine de su novela "Escupiré sobre vuestra tumba".
Antes
había acudido a la Piscina Molitor, donde solía nadar para fortalecer
su corazón y tratar de luchar contra una enfermedad que se empeñaba en
determinar su vida. De hecho, con esa imagen comienza y termina esta
novela que desde las primeras páginas destaca el trágico final de un
artista que nunca estuvo dispuesto a llevar la vida ordenada que sus
médicos le exigían.
"El libro se llama 'Piscina Molitor' porque este lugar es un símbolo del París
de los 50 y sigue quedando en la mente de los parisinos. La Piscina
Molitor cerró y también Boris Vian murió y sin embargo, ambos son
símbolos que permanecen", asegura Rede.
Vernon Sullivan, Navis
Orbi, Baron Visi o Brisavion, son solo algunos de los numerosos
pseudónimos que Vian utilizó a lo largo de su vida para firmar una obra
tan cargada de dramatismo y profundidad como de ligereza y
despreocupación.
En "Piscina Molitor" se describe la vida de este
ingeniero hecho artista que tuvo una infancia feliz en el seno de una
familia burguesa amante del arte, la música y la literatura.
Su
padre, "un ricachón" que enseñó a sus hijos el desprecio por el dinero,
el ejército y la religión marcó en buena medida su existencia y esto se
puede corroborar en su literatura en la que trata temas como el amor,
el mundo del trabajo, la religión, la superficialidad o la enfermedad y
la muerte.
Un Boris Vian que entabló amistad con buena parte de los intelectuales de la época como el filósofo Jean Paul Sartre,
la escritora Simone de Beauvoior o el violinista Yehudi Menuhin quien,
junto a su familia, se instaló en la casa de Vian después de que el
padre de este perdiese una gran cantidad de dinero en la bolsa y se
viera obligado a desprenderse de ella.
"La vida de swing de Boris
Vian" se puede leer bajo el título de esta novela gráfica, y
precisamente a ritmo de jazz decidió llevar su vida este excéntrico
escritor cuya temprana muerte no evitó que se convirtiera en un mito que
trascendió su tiempo.
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