Noticias del mundo literario
Archivos originales de escritores latinoamericanos conservados en la Firestone Library de la Universidad de Princeton./elpais.com |
"Las letras manuscritas, o las páginas pasadas a máquina, a pulso, letra por letra, hablan de un tiempo anterior al del copy-paste
y la edad electrónica. Kilómetros y kilómetros de tinta. Cada papel
tiene su historia. Muchas de aquellas líneas han viajado en barcos, en
correos aéreos o en trenes. Y han librado su propia lucha individual
contra la desidia archivística. Y allí están, en Princeton". Y hasta
allí viaja Juan José Mendoza para visitar la ambiciosa colección de manuscritos de escritores latinoamericanos que acoge la Firestone Library. En otra biblioteca, la Nacional, esta tarde se homenajea al periodista Gabriel García Márquez
y en París, a partir del jueves, se analizará el impacto de la
globalización en el imaginario latinoamericano recorriendo las novelas
de Roberto Bolaño, Yuri Herrera o Edmundo Paz Soldán. Empezamos.
ARGENTINA
"El guardián de los manuscritos me da un
lápiz y seis delicadas hojas para que haga mis notas. Me recuerda que
también debo dejar mi libreta de apuntes y mi birome en uno de los lockers.
Y muy amablemente me indica un pupitre en el que puedo esperar por una
de las cajas que solicité. Antes de ello, debo lavar cuidadosamente mis
manos en un lugar especialmente dispuesto para esos fines en la antesala
de lectura". Juan José Mendoza visita la Firestone Library de la Universidad de Princeton,
que aloja "la más ambiciosa colección de manuscritos de escritores
latinoamericanos del siglo XX". La primera adquisición fueron los
papeles personales del escritor chileno José Donoso, que los cedió en 1974 como pago de la matrícula de un alumno. Ahí empezó todo. Luego llegarían los manuscritos de Carlos Fuentes, Octavio Paz, Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante, Ángel Rama, Mario Vargas Llosa... "De entre todos los papeles, me explica Fernando [Acosta-Rodríguez, comisario de la colección], el diario de Alejandra Pizarnik
se encuentra entre los más consultados por los investigadores. Cómo es
que el diario de Pizarnik ha ido a parar allí es otra historia. Muchas
cosas han pasado desde 1972, fecha de la muerte de la poeta, hasta 1999,
año en que sus papeles ingresaron a Firestone Library. Una extraña
cadena de hechos que se remontan a la dictadura militar y la necesidad
de sacar del país los papeles de Pizarnik para mantenerlos a salvo,
trasladarlos en barco, entregarlos a Julio Cortázar poco antes de su muerte en París y, finalmente, la entrega a Princeton de aquellos papeles por parte de Aurora Bernárdez,
la ex esposa de Cortázar, en 1999. Son todas esas algunas de las muchas
escalas de aquellos manuscritos". ¿Y cuál es la adquisición que más
enorgullece al responsable de la colección? "La de los manuscritos de Juan José Saer que el archivo hiciera en 2010 y detrás de la cual no es difícil imaginar a Ricardo Piglia". (leer aquí)
REINO UNIDO
¿Es el fin del ISBN?
Inventado en el Reino Unido en 1965, no tardó en consolidarse como el
sistema de clasificación internacional de los libros y hoy 150 agencias
(una por país, menos Canadá, que tiene dos) emiten esos números que
vemos impresos en los ejemplares. Pero la edición digital amenaza su
monopolio porque abundan las alternativas: Amazon tiene su propio
código, el Amazon Standard Identification Number (ASIN), el DOI (Digital Object Identifiers) identifica las publicaciones científicas… Y en Google Books
el ISBN ni siquiera es obligatorio. "Las agencias del ISBN argumentan
que su sistema terminó con la confusión […] pero en el terreno digital
lo que importa no es el número que un editor le proporcione a un libro,
sino su facilidad de descarga y su precio". (vía The Economist)
A los escritores británicos les cuesta escribir sobre sexo, opina Julian Barnes. Tienen un problema. Que se remonta a la exoneración de Penguin Books, editorial que fue juzgada en 1960 por publicar El amante de Lady Chatterley,
una obra considerada "obscena". El veredicto liberó la palabra escrita y
también a los escritores, que desde entonces se sintieron más libres
para escribir lo que les viniera en gana. Pero esa liberación se volvió
en su contra, según Barnes. "Es como si tuviéramos la obligación
comercial de escribir de forma explícita sobre sexo", escribió el autor
de El loro de Flaubert para la serie radiofónica Explaining the Explicit de BBC Radio 3. "Y sustituimos los viejos eufemismos por nuevos tópicos". (vía The Telegraph)
FRANCIA
El jueves arranca en la École Normale Supérieure de París el congreso Formas y lenguajes de la globalización,
que analizará el impacto de la globalización en el imaginario
latinoamericano sirviéndose de las obras literarias de autores como Roberto Bolaño (Chile), Rodrigo Rey Rosa (Guatemala), Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Rodrigo Fresán (Argentina) o Yuri Herrera (México), entre otros.
ESPAÑA
Esta tarde en la Biblioteca Nacional se rinde homenaje al Gabriel García Márquez periodista: Jaime Abello y Gerald Martin, que durante las últimas dos décadas han trabajado con el autor de Cien años de soledad, conversarán con Juan Cruz sobre su vida antes del Nobel y su compromiso con "el mejor oficio del mundo".
El Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe cumple 25 años y mañana algunos de los galardonados -Jenaro Talens, Carlos Marzal, Luis García Montero, Josefa Parra…- se reunirán en el Instituto Cervantes de Madrid para celebrar el cuarto de siglo del premio.
REPÚBLICA DEL CONGO
A mediados de febrero el festival de cine y literatura Etonnants Voyageurs
recaló en Brazzaville. Intelectuales parisinos, ensayistas belgas,
autores de moda nigerianos, poetas sudafricanos y escritores y cineastas
francófonos del resto del continente africano se dieron cita en una
ciudad que no puede presumir de cultura literaria. Y es que lo más etonnants (sorprendidos) de todos, cuenta Siddhartha Mitter en The New Yorker,
fueron los autores locales, que viven en un lugar sin infraestructura
editorial o apoyo institucional. No daban crédito al despliegue del
festival -sus talleres, sus lecturas, sus conciertos, sus fiestas-
organizado por Francia, un evento que, una vez vez más, puso de
manifiesto cómo sigue marcando el paso de la producción cultural de sus
antiguas colonias. (vía The New Yorker)
RUSIA
RUSIA
El actor Leonid Mozgovoy ha interpretado a Chéjov, a Hitler, a Lenin y también a Humbert Humbert, el profesor que pierde la cabeza por Dolores Haze, Lolita, en la novela homónima de Vladimir Nabokov.
Mozgovoy ha interpretado a este profesor de poesía francesa de forma
intermitente durante dos décadas en los teatros de San Petersburgo.
Cuando el montaje se estrenó tuvo que vérselas con la censura soviética,
pero pasó la prueba. Sin embargo, a principios de este año la obra de
Mozgovoy se representó de nuevo entre polémica: el actor había recibido
amenazas, el productor de la obra, una paliza, y el Nabokov Museum y la
casa del escritor en Rozhdestveno fueron víctimas de actos vandálicos.
Activistas anónimos han pedido la prohibición de la obra, el cierre del
museo y la retirada de los libros de Nabokov de las librerías. En la
Rusia de Putin, que enarbola los "valores tradicionales" por encima de
todas las cosas, Nabokov vuelve a ser polémico 36 años después de su
muerte. (vía The New Yorker)
INDIA
Es un hito: la editorial india Westland ha pagado al escritor Amish Tripathi
un adelanto de un millón de dólares por su próxima trilogía. Es la
primera vez que se paga una cifra de tal envergadura en el mercado
editorial indio y la operación ha acaparado las portadas de todos los
diarios. Tripathi, un banquero reconvertido en escritor superventas, es
autor de una trilogía sobre el dios Shiva y forma parte de una nueva
corriente literaria que mezcla mitos, historia, narrativa y
espiritualidad. Gautam Padmanabahn, editor de Tripathi,
ha admitido que el adelanto es elevado para un mercado como el suyo,
pero el cálculo resulta de las ventas pasadas y, sobre todo, futuras del escritor. (vía The Guardian)
COREA DEL SUR
Los coreanos ni leen libros ni leen
periódicos. Un reciente estudio de Statistics Korea ha concluido que el
año pasado el gasto medio de los hogares marcó un nuevo récord a la
baja: invirtieron menos de 14 euros en libros y revistas. Según Han Ki-ho,
director del Korean Publishing Market Research Institute, "la situación
del mercado editorial atraviesa su peor momento". No solo las librerías
físicas están en declive -había 5.863 en 1994, 1.752 en 2011 y esa
cifra ha disminuido en un 22% desde entonces-, también las librerías online
han empezado a ver menguar sus ventas. Y, si no leen, ¿a qué dedican su
tiempo libre los coreanos? A ir al cine. La industria cinematográfica
coreana batió récords en 2012, año en que vendió más de 200 millones de
entradas. (vía The Korea Times)
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