Gillian Flynn protagoniza un fenómeno editorial con una mezcla de intriga y drama de costumbres Perdida es el tercer libro electrónico más vendido de la historia
Gillian Flynn, en su casa de Chicago. /Anne Ryan./elpais.com |
"Todavía estoy intentando acostumbrarme. Me gustaba mucho el libro,
pero nunca se sabe. No creía que fuese tan superior a los dos anteriores
como para decir: ‘oh, dios, esto me hace millonaria’. Es genial.
Salvaje". Así resume Gillian Flynn (Kansas City, 1971) su historia de amor con el éxito literario, durante una conversación telefónica desde su casa de Chicago.
Flynn habla con esa franqueza y jovialidad tan propias del centro de
EE UU, encanto y orígenes que comparte con Nick, el protagonista de Gone Girl,
la obra que le ha granjeado el elogio unánime de la crítica y de sus
compañeros de profesión. La novela, que en España se titulará Perdida (y publicará Mondadori
la semana que viene), ha vendido dos millones de ejemplares en EE UU
desde su publicación en junio y hasta finales de 2012. Y lo que es más
importante: ya es el tercer libro electrónico más despachado de todos
los tiempos. En diciembre, tras ocho semanas en la lista de los más vendidos de The New York Times,
desbancó a Tom Clancy, Michael Connelly o la todopoderosa E. L. James
(y sus sombras de Grey) para alcanzar el primer puesto. El éxito se ha
extendido a Reino Unido y Portugal, los dos países europeos donde ya se
ha publicado y donde también ha arrasado.
Perdida es la historia de Amy y Nick, un matrimonio de dos
jóvenes y atractivos profesionales del periodismo que ven cómo su vida
cambia con la pérdida de su trabajo, su traslado de Nueva York a Misuri y
la desaparición de Amy el día del quinto aniversario de boda. A partir
de ahí se desarrolla un thriller apasionante, mezcla magistral
de géneros y puntos de vista que consigue combinar lo mejor de lo más
turbulento de Patricia Highsmith y un retrato de la clase media que
recuerda a John Updike.
Y esa es la novedad: la mezcla de estilos: ¿Dónde está la clave del éxito? “Perdida
es una historia de amor, muy particular, truculenta, pero una historia
de amor al fin y al cabo. Amy y Nick se usan y se odian, se necesitan
pero no se pueden ver y se vuelven adictos a esa dinámica en la que cada
uno utiliza todo lo que sabe del otro para hacerle la vida más
complicada. “El enemigo en casa”, responde la autora. “Creo que la razón
por la que el libro ha funcionado tan bien es porque todo el mundo se
siente de una u otra manera un poco identificado. Por eso trabajé
especialmente duro para dotarles de sentido del humor y de un punto de
vista particular. Para hacerles sentir como gente real y pegarles tanto a
la realidad como fuera posible, de manera que pudiesen ser alguien que
conoces”.
El escritor argentino Rodrigo Fresán, que dirige la colección Roja y Negra de Mondadori
dentro de la que se publica esta historia, da algunas claves: “La
novela negra, y esta lo es, es novela social y realista y eso funciona
muy bien en tiempos de crisis. Flynn, como ya hicieron otros clásicos
del género como James M. Cain o David Goodis, indaga en cómo se
criminaliza a gente común y aparentemente honesta. Un atractivo que
comparte, por ejemplo, con la serie televisiva Breaking Bad”.
Como ya ocurrió con sus dos anteriores obras, Dark Places y Sharp Objects,
no publicadas en España, los personajes femeninos de Flynn están
alejados de cualquier tópico, son crueles, violentos si es necesario y
atractivos cuando es útil serlo. No podía ser menos siendo hijos de una
escritora que a los siete años ya había visto Bonnie and Clyde o Alien
y que comentaba con su padre, profesor universitario, las claves de las
películas de terror que veían: “Era una niña a la que le gustaba ser
asustada. Vivía en un contexto muy tranquilo, en una familia feliz, y
creo que de ahí nace mi fascinación por el lado oscuro”.
Feminista por la vía de los hechos, explica por qué no le gustan los
personajes femeninos que sólo son víctimas. “Hay muchas mujeres que
luchan tanto como los hombres por ser buenas, pero que no pueden. Hacen
el mal y son violentas. Yo quería hablar sobre ello. Todavía existe un
contexto dominado por estereotipos y culturalmente seguimos pensando que
las mujeres no hacen esa clase de cosas, que son más amables y mucho
menos proclives a la violencia. La realidad no es así”.
El humor negro, pero humor, es otra de las claves del éxito de esta
escritora que ha sido descrita como la hija bastarda de Jerry Seinfeld y
Patricia Highsmith. “En este caso era necesario porque Nick y Amy hacen
tantas cosas desagradables, horribles e imperdonables que la mejor
manera de que eso pase es el humor. Sin humor un thriller no funciona igual”.
Periodista, crítica de prestigio de Entertainment Weekly
antes de ser despedida víctima de la crisis e iniciar su carrera de
escritora, Flynn añora su antigua profesión, el trabajo con más gente,
la vida ajetreada, pero no volvería al periodismo. Es lo que tiene el
éxito.
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