Intelectuales hacen oír su dolor en todo el mundo por la desaparición de 43 estudiantes
Aparición con vida. Como en otras épocas, en México piden por la vida de los estudiantes secuestrados por policías y narcotraficantes./revista Ñ |
La comunidad de Iguala se moviliza por los estudiantes desaparecidos sin ningún desaliento./revista Ñ |
"Todo el país será una fosa común”, dolorida e impotente la
cuentista y novelista mexicana Ana García Bergua dijo lo que nadie
quería oír ni saber. Lo que se teme. Esa desazón recorre México y no
sólo lastima dentro de sus bordes sino que va clavando aguijones en
muchos rincones del mundo donde se comparte esta desgracia. A lo lejos,
pero se comparte. Y así fue también que los círculos de intelectuales y
de académicos de toda América y también de Europa firman declaraciones,
mandan cartas y publican sus opiniones para que la desaparición de los
43 estudiantes de magisterio en el estado de Guerrero no quede en el
olvido. Para que los gobiernos sepan que a esas fosas también pueden ir
ellos. El país entero.
“Me parece absolutamente vergonzoso y de
una grosería inaceptable poner todas esas fotografías con las caras de
los muchachos como si fueran delincuentes. Los andan buscando hasta por
debajo de los camiones. Cuando en realidad los mataron. Lo más obvio es
que van a aparecer en una fosa”, decía con un enojo triste la escritora
Margo Glantz al Diario de Cohauila.
El sábado pasado, el
estadounidense Noam Chomsky fue entrevistado públicamente en la feria
del Libro de El Zócalo de Ciudad de México por Paco Ignacio Taibo II y
Fabrizio Mejía Madrid. Ante la situación que vive el país, el lingüista
dijo: “hay un cómplice en estos problemas que tiene México. Ese cómplice
son los Estados Unidos. En tanto que la mayor parte del consumo de la
droga que se produce o que pasa por el país termina en Estados Unidos,
al mismo tiempo lo que Estados Unidos da a cambio a México son las armas
con las que el pueblo mexicano se está matando entre sí. Estados Unidos
tiene una gran responsabilidad. Si a eso le aunamos las políticas
suicidas que los gobernantes mexicanos están ejerciendo y las reformas
suicidas que están realizando los gobernantes mexicanos nos encontramos
frente a un enorme problema.
Está circulando por la web una carta
que se puede firmar en http://ayotzinapasomostodos.wordpress.com/ Desde
la Comunidad Académica Internacional de más de 60 países y 500
universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad
civil, y con el apoyo hasta ahora de más de 7.500 personas –cifra en
aumento constante– se envía esta carta urgente y abierta para que la
noticia se sepa y no quede nadie indiferente. Además de Chomsky también
adhieren Judith Butler y Elena Poniatowska y se suman las firmas de
Laura Malosetti Costa, Eduardo Buscaglia, Andrea Giunta, Francine
Masiello, Gabriela Polit, Rita Laura Segato y Gareth Williams, entre
muchos otros. Los que firman exigen la “renuncia inmediata” del
gobernador de Guerrero, Angel Aguirre Rivero, de su procurador Iñaki
Blanco Cabrera y de todos los policías y miembros del Ejército que hayan
sabido, encubierto o participado en la desaparición de los 43
normalistas de Ayotzinapa. Y señalan que la realidad que México ha
mostrado al mundo es decepcionante: “El caso de Iguala, sumado a muchos
otros sucesos en los últimos meses, ha dejado claro que no se puede
hablar ya de criminales comunes sino de la criminalidad de
representantes del gobierno tanto local como estatal y federal, que por
acción u omisión permitieron que esto ocurriera y ahora no parecen hacer
lo necesario para resolverlo y restaurar la confianza en ese mismo
gobierno”.
El escritor de Culiacán Elmer Mendoza argumenta,
enérgico, ante el Diario de Cohauila: “A los responsables, encabezados
por el presidente Enrique Peña Nieto, les digo que esto no puede
ocurrir. Si aspiramos a ser un país civilizado, que tenga leyes
respetables, no pueden pasar estas cosas”, dice el autor especialista en
lo que se dado en llamar la narcoliteratura y autor de El misterio de la orquídea calavera
. “No podemos permitir que asesinen a nuestros estudiantes, a nuestra
juventud, porque estamos rompiendo cadenas y eso no es justo, no es
normal y tampoco es humano. Tenemos que conseguir ser otro país, un país
donde los sueños sean posibles”, concluyó Elmer.
“México se ha
convertido en una tumba sin nombre donde caen todas las víctimas y los
desaparecidos”, concluye la carta que firman Elena Poniatowska, Juan
Villoro, Gael García, Paco Ignacio Taibo II, John Ackerman, Liliana
Felipe, Dolores Heredia, entre otras personalidades que suman una larga
lista y que se publicó el miércoles en el diario La Jornada. En las
principales ciudades del mundo hubo manifestaciones de reclamos al
gobierno mexicano y de solidaridad con los desaparecidos y sus familias.
En la embajada de México en Buenos Aires, unas 200 personas se
solidarizaron con los normalistas al grito de: “¡Aparición con vida de
los 43 compañeros!”. Los gritos rebotaban en las puertas de la sede
diplomática.
La semana pasada en la revista Ñ la antropóloga Rossana Reguillo publicó una nota bajo el título “Otra vez se toca el fondo de un horror que despelleja”, concluía con dolor y
bronca: “Seguimos acumulando muertes. Sí, hemos venido tocando fondo
muchas veces, pero Ayotzinapa desnuda sin clemencia, la relación
descompuesta, podrida, vergonzosa entre los distintos poderes
propietarios: estado, gobierno, poder económico, partidos, fuerzas de
seguridad”.
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