Federico García Lorca dijo alguna vez que para entender la poesía eran necesarias cuatro paredes blancas, pero ahora dos artistas han pintado en cuatro muros del barrio neoyorquino de Bushwick el rostro y los versos del poeta español para acercar su obra a esa comunidad principalmente hispana
Cuatro grandes murales llevan la poesía de García Lorca a las calles de Nueva York. |
La muralista Jane Weismann con sus manos en la obra sobre García Lorca./lainformacion.com |
"Hemos traído esa conversación interna que uno tiene con el poema a las calles, donde la conversación se produce entre nosotras y la comunidad, y también entre los propios miembros de la comunidad", explica en una entrevista con Efe la muralista Jane Weissman, que junto a Camille Perrottet ha hecho realidad este proyecto.
Mientras unos
ritmos caribeños salen de un coche cercano en este barrio en el que
prácticamente todos los letreros están en español, las artistas se
afanan en completar el cuarto y último de esta serie de murales,
acompañados de extractos de "Ciudad sin sueño (Nocturno del Brooklyn
Bridge)", uno de los poemas de "Poeta en Nueva York".
"No duerme
nadie por el cielo. Nadie, nadie. / No duerme nadie. / Las criaturas de
la luna huelen y rondan sus cabañas. / Vendrán las iguanas vivas a
morder a los hombres que no sueñan / y el que huye con el corazón roto
encontrará por las esquinas / al increíble cocodrilo quieto bajo la
tierna protesta de los astros", decía Lorca.
"Solamente escuchar
el poema en español es una belleza, no tienes por qué entenderlo,
solamente escuchar la sonoridad y el ritmo y la belleza de la lengua. La
semana pasada una mujer mexicana nos dijo: 'no entiendo el poema en
absoluto, pero las palabras son tan bellas...'", afirma Weissman.
El
proyecto arrancó hace dos veranos, cuando el hijo de Perrottet se mudó a
este barrio, que despertó en ella una gran fascinación por su
diversidad: a la tradicional comunidad puertorriqueña se han ido sumando
hispanos de origen dominicano o mexicano, pero también un creciente
número de jóvenes artistas en busca de alquileres bajos.
De la
mano de la organización Artmakers, las dos artistas se pusieron manos a
la obra para "regalar" a esta multicultural comunidad cuatro murales
"que traen belleza" a un barrio donde los grafitis dominan sus calles.
"Tener
a un poeta español con un texto tanto en español como en inglés atrajo a
la gente, que intenta descifrar el significado del poema, lo que
también hizo que la gente hablara entre sí y con nosotras", dice la
muralista estadounidense. Poco antes pasaba un joven y exclamaba: "¡Éstas son las mejores artistas!".
La
primera de las obras muestra solamente los ojos de Lorca (1898-1936) y,
como los muros pertenecen a propiedades privadas, su dueño exigió que
estuviera acompañado de una bandera estadounidense. En un principio
reticentes, las artistas lo resolvieron rápidamente: incluyeron en las
franjas blancas las banderas de las diferentes nacionalidades de los
vecinos del barrio hasta sumar cuarenta.
"Queríamos algo
interactivo para que la comunidad literalmente dejase su huella",
asegura Weissman. Por ello, en el segundo de estos murales, en el que
solamente se adivina la boca del poeta y dramaturgo, las muralistas
pintaron también un mapamundi para que los vecinos pintasen en él un
punto en su país de procedencia.
El tercero de los murales muestra
solamente la oreja de García Lorca, y en el cuarto y último aparece ya
al completo el rostro sonriente del poeta, que pasó en Nueva York una
prolífica etapa de su vida mientras estudiaba en la Universidad de Columbia entre 1929 y 1930 y de la que nació uno de sus más famosos poemarios.
"La
gente mayor sabe quién es Lorca, lo estudiaron, pero los más jóvenes no
tanto. Cuando les explicamos quién era Lorca, que vino a Nueva York,
que fue a Harlem y vio el racismo, fue a Wall Street
y vio el crash, vio a gente tirándose de los edificios, vio el
consumismo exacerbado del capitalismo, la violencia... todos éstos son
temas con los que se identifican", manifiesta la muralista
estadounidense.
Aunque el proyecto arrancó hace dos años, su
culminación coincide con las celebraciones en Nueva York del 115
aniversario del nacimiento de Lorca, que han traído a la Biblioteca
Pública de esta ciudad el manuscrito original de "Poeta en Nueva York",
mostrándolo al público por primera vez.
Para poner el broche de
oro, las artistas han organizado para el próximo 18 de julio un
recorrido por los cuatro murales junto al poeta Edward Hirsch y la
traductora y estudiosa de Lorca Electa Arenal, quienes recitarán los
versos en español e inglés y tratarán de arrojar algo más de luz sobre
el significado del poema.
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