Se ofrece una figura tridimensional que el propio lector puede montar
Equilibrio editorial:libro digital y papel./lavanguardia.com |
Con el avance del libro digital, que cada vez acumula más adeptos,
los amantes más nostálgicos de la lectura en papel se preguntan dónde
quedará el inconfundible olor que se desprende de las páginas de un
libro. Un conflicto para el cual la nueva editorial Fotolito Books ha encontrado un equilibrio.
Esta
editorial nace para aportar a los libros digitales algunas de las
carencias que presenta respecto a su homólogo: un contenido tangible y,
por supuesto, el aroma del papel.
"Queremos dar la posibilidad de
que exista el libro digital de regalo", explica a Efe una de sus
fundadoras, Tatiana Vargas, quien forma parte de un joven equipo que ha
empezado a dar sus primeros pasos en Madrid y Barcelona, pero que tienen
como siguiente objetivo llegar a toda España.
Los "fotolitos"
son "packs" con una cuidada presentación, dentro de los cuales se
incluyen un código para la descarga del libro elegido -en formato
digital- y además, ilustraciones relacionadas con este, así como una
pequeña manualidad: una figura tridimensional que el propio lector puede
montar.
"Esto permite reinterpretar la obra en chiquitito, darle
una corporalidad", indica Vargas, sobre un elemento que, según sus
palabras, ayuda a "prolongar la experiencia" de quien compre uno de sus
productos.
Carolina Pellicer, especializada en papel, es la
artista responsable de las pequeñas obras que, desde la editorial,
esperan que pronto encuentren un espacio en las casas de los lectores. Y
que las figuras en 3D pasen a decorar sus mesitas de noche o que de sus
neveras se cuelguen las ilustraciones.
Por eso, explica Vargas,
el criterio para seleccionar sus títulos no solo se basa en el "valor
literario" del texto, sino que también en que este "contenga un elemento
visual y que desaten la imaginación".
El proceso, de
Kafka, y una selección de relatos de Edgar Allan Poe son las dos obras
con las que Fotolito se ha lanzado al mercado, iniciando así un catálogo
basado en los clásicos que irán ampliando, estima la editora, con "un
par de títulos al año", aproximadamente.
Nacen en un contexto de
crisis, pero Vargas también ve en ello un lado positivo: "Nosotros no
tenemos que entrar en todas las luchas en las que están las editoriales.
No hemos tenido que adaptarnos, sino que hemos nacido ahí y podemos
verlo todo con ojos nuevos".
Suma, no restes, es el
concepto que manejan y que define su concepción del mundo editorial
actual: "El libro digital no tiene que ser rival del físico. Posee otras
ventajas, pero una cosa no tiene que comerse a la otra".
La
piratería afecta al sector, al igual que pasa en otras ramas de la
cultura, pero en este sentido Vargas ve que parte de la culpa reside en
el "descuido" de algunas editoriales y en su ambición por "rebajar
costes", lo que ha afectado a aspectos como "los soportes, la calidad de
los materiales o la maquetación".
"Creo que la manera de
combatirlo es ofrecer algo más", afirma Vargas, quien se enfrenta a este
nuevo reto junto al resto del equipo en mitad de una situación difícil,
pero en la que se sienten, bromea la editora, "temerariamente fuertes".
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