La creatividad funciona de una forma misteriosa y a menudo paradójica
Andy Ryan via Getty Images./huffingtonpost.es |
El pensamiento creativo es una característica estable, que
define algunas personalidades, pero que también puede cambiar dependiendo de la situación y del contexto.
A veces, la inspiración y las ideas vienen sin más, y luego, cuando más
las necesitamos, no aparecen; el pensamiento creativo requiere un
conocimiento complejo, si bien es completamente independiente del
proceso de pensamiento.
La neurociencia ofrece una imagen muy compleja de la creatividad.
Según plantean los científicos, la creatividad no es tan simple como la
división entre las regiones derecha e izquierda del cerebro (la teoría
dice que el hemisferio cerebral izquierdo es racional y analítico,
mientras que el derecho es creativo y emocional). De hecho, se piensa
que la creatividad implica numerosos procesos cognitivos, vías
neuronales y emociones; aún no disponemos de una panorámica completa que
explique cómo funciona una mente imaginativa.
Psicológicamente hablando, los tipos de personalidad creativa son
difíciles de determinar, sobre todo porque son complejos, paradójicos y
tienden a evitar el hábito o la rutina. No se trata de generalizar el
estereotipo del "artista torturado", pero sí es verdad que los artistas
suelen tener una personalidad compleja. Las investigaciones sugieren que la creatividad implica la unión de una multitud de rasgos, comportamientos e influencias sociales en una misma persona.
"Es cierto que a la gente creativa le resulta difícil conocerse a sí misma, puesto que el yo creativo es más complejo que el yo no creativo", informa Scott Barry Kaufman, psicólogo de la Universidad de Nueva York que ha pasado varios años investigando sobre la creatividad. "Las cosas que sobresalen más son las paradojas del yo creativo… Las personas con mucha imaginación tienen una mente más caótica".
"Es cierto que a la gente creativa le resulta difícil conocerse a sí misma, puesto que el yo creativo es más complejo que el yo no creativo", informa Scott Barry Kaufman, psicólogo de la Universidad de Nueva York que ha pasado varios años investigando sobre la creatividad. "Las cosas que sobresalen más son las paradojas del yo creativo… Las personas con mucha imaginación tienen una mente más caótica".
Aunque no existe la definición exacta de la "típica" persona
creativa, hay algunos rasgos y actitudes que caracterizan a las personas
altamente creativas.
Estas son dieciocho cosas que las diferencian del resto
Sueñan despiertos
A pesar de lo que sus profesores les dijeran, las personas creativas
saben que soñar despiertos no es, en absoluto, una pérdida de tiempo.
Según Scott Barry Kaufman y la psicóloga Rebecca L. Mcmillan, ambos autores del artículo Ode To Positive Constructive Daydreaming
[Oda a lo positivo y constructivo de soñar despierto], dejar que la
mente merodee libremente puede contribuir al proceso de "incubación
creativa". Por supuesto, muchos de nosotros sabemos por experiencia que
las mejores ideas se nos ocurren de repente, cuando tenemos la mente en
las nubes.
Aunque nos puede parecer que soñar despierto es una actividad sin sentido, un estudio de 2012
sugiere que, en realidad, dicho proceso va ligado a un estado cerebral
muy dinámico y exigente, pues conlleva conexiones y percepciones en
relación con nuestra habilidad para captar la información frente a las
distracciones. También se ha descubierto que soñar despierto activa los mismos procesos cerebrales que se asocian a la imaginación y la creatividad.
Lo observan todo
Las personas creativas se comen el mundo; ven posibilidades en
cualquier lugar y están constantemente recopilando información que pueda
servir para la expresión creativa. Como solía decir Henry James, "nada se pierde" en la mente de un escritor.
La escritora Joan Didion siempre llevaba encima un cuaderno en el que
anotaba cualquier observación sobre la gente y los acontecimientos con
el fin de entender mejor las complejidades y contradicciones de su
propia mente:
"Por muy diligentemente que anotemos lo que vemos a nuestro alrededor, el común denominador de todo lo que vemos es siempre, de forma transparente y desvergonzada, el implacable 'yo'", escribió Didion en su ensayo "Sobre tener un cuaderno de notas". "Estamos hablando de algo privado, de fragmentos de la cadena mental que son demasiado cortos para usarlos, de un ensamblaje indiscriminado y errático que solo reviste significado para quien lo lleva a cabo".
"Por muy diligentemente que anotemos lo que vemos a nuestro alrededor, el común denominador de todo lo que vemos es siempre, de forma transparente y desvergonzada, el implacable 'yo'", escribió Didion en su ensayo "Sobre tener un cuaderno de notas". "Estamos hablando de algo privado, de fragmentos de la cadena mental que son demasiado cortos para usarlos, de un ensamblaje indiscriminado y errático que solo reviste significado para quien lo lleva a cabo".
Elaboran sus propios horarios de trabajo a su medida
Muchos grandes artistas afirman que cuando mejor hacen su trabajo es o por la mañana temprano o a altas horas de la noche. Vladimir Nabokov empezaba a escribir inmediatamente después de levantarse,
a las 6 o a las 7 de la mañana; Frank Lloyd Wright decía que se había
acostumbrado a levantarse a las 3 o a las 4 de la mañana, ponerse a
trabajar durante unas horas, y luego volverse a acostar.
Independientemente de cuál sea su horario, los individuos altamente
creativos suelen saber en qué momento del día su mente está más activa, y
en función de esto, organizan sus días.
Se reservan unos momentos de soledad
"Para estar más abiertos a la creatividad, tenemos que ser capaces de
usar nuestra soledad de forma constructiva. Debemos superar el miedo a
estar solos", escribió el psicólogo existencialista estadounidense Rollo May.
Con frecuencia, se describe a los artistas como personas solitarias.
Aunque no siempre se cumple, la soledad puede ser una de las claves para
llevar a cabo obras maestras. Para Kaufman, podemos volver a relacionar
esta idea con el hecho de soñar despiertos; tenemos que concedernos
momentos de soledad y, simplemente, dejar volar nuestras mentes.
"Tienes que contactar con tu yo interior para poder expresar tus
pensamientos más internos", explica. "Es difícil encontrar esa voz
creativa si no mantienes ningún contacto con tu interior ni reflexionas
sobre ti mismo".
Saben aprovechar los problemas que les plantea la vida
Muchas de las historias míticas y de las canciones de todas las
épocas han sido inspiradas por un drama o por un desamor; lo bueno de
estos retos es que al final han servido como catalizador para crear
arte. Los investigadores que estudian el crecimiento post-traumático, un
ámbito de la psicología en auge, sostienen que mucha gente es capaz de
emplear las dificultades y los traumas que sufrieron de pequeños para
aumentar sustancialmente su creatividad. En concreto, se ha descubierto que
los traumas pueden contribuir a que la gente desarrolle las áreas
encargadas de las relaciones interpersonales, de la espiritualidad, el
aprecio por la vida, la fuerza personal y, lo que es más importante para
la creatividad, la capacidad de exprimir al máximo las posibilidades
que te ofrece la vida.
"Mucha gente es capaz de utilizar esto como la gasolina que necesitan
para descubrir una perspectiva diferente de la realidad", afirma
Kaufman. "En algún momento de su vida, se ha desmontado la visión que
tenían del mundo como un lugar seguro [...], haciéndoles salir a la
periferia a ver las cosas de una forma diferente, renovada; es esto lo
que conduce a la creatividad".
Buscan nuevas experiencias
A la gente creativa le encanta lanzarse a probar nuevas experiencias,
sensaciones y estados mentales. Esta apertura y amplitud de miras suele
activar de manera significativa la creatividad.
"Estar abierto a nuevas experiencias te lleva, la mayoría de las
veces, a obtener logros creativos", asegura Kaufman. "Esta idea presenta
muchas facetas diferentes, pero todas relacionadas entre sí: la
curiosidad intelectual, la búsqueda de sensaciones, el no tener miedo a
mostrar tus emociones ni tu fantasía. Lo que une a todas estas
características es el camino hacia la exploración cognitiva y conductual
del mundo, tanto interno como externo".
Se caen y vuelven a levantarse
La resiliencia prácticamente es un prerrequisito para el éxito creativo, afirma Kaufman. El trabajo creativo a menudo se describe
como un proceso de fallos repetidos hasta acabar encontrando algo que
encaja y que funciona. Las personas creativas, al menos las que tienen
éxito, aprenden a no tomarse demasiado a pecho los errores.
"La gente creativa fracasa, y los que son buenos de verdad fracasan más de una vez", escribió Steven Kotler, colaborador de Forbes, en una pieza sobre el genio creativo de Einstein.
Plantean grandes preguntas
La gente creativa es insaciablemente curiosa; normalmente, optan por
cuestionar cualquier aspecto de la vida, e incluso cuando envejecen mantienen su sentido de la curiosidad.
Ya sea mediante una conversación intensa o mediante una reflexión en
solitario, las personas creativas observan el mundo a su alrededor y
quieren saber por qué, y cómo, funcionan las cosas.
Observan a las personas
Son observadores por naturaleza y tienen curiosidad por la vida de
los demás; a las personas creativas les suele gustar observar a la
gente, y a menudo extraen algunas de sus mejores ideas de ahí.
"[Marcel] Proust pasó la mayor parte de su vida observando a la
gente, anotó sus observaciones, y las reflejó en sus libros", explica
Kaufman. "Para muchos escritores, observar la vida de la gente es muy
importante… Son buenos observadores de la naturaleza humana".
Se arriesgan
Una parte del trabajo creativo implica correr riesgos; muchas
personas creativas disfrutan del riesgo en diversos aspectos de su vida.
"Existe una conexión profunda y significativa entre el riesgo y la creatividad, aunque a menudo se pase por alto", escribió Steven Kotler en Forbes.
"La creatividad es el acto de fabricar algo de la nada. Requiere hacer
públicas las apuestas mejor posicionadas en tu imaginación. No es un
trabajo para los tímidos. Perder el tiempo, empañar tu reputación y no
gastar demasiado bien el dinero son algunas de las consecuencias
negativas que puede tener la creatividad".
Consideran que todo en la vida es una oportunidad para la expresión propia
Nietzsche creía que la vida y el mundo deberían considerarse obras de arte.
Las personas creativas tienden a ver el mundo de esta manera, y a
buscar constantemente cualquier oportunidad de autoexpresión en la vida
diaria.
"La expresión creativa es la expresión de uno mismo", afirma Kaufman.
"La creatividad no es otra cosa que la expresión individual de tus
necesidades, de tus deseos y de tu naturaleza única".
Siguen sus pasiones verdaderas
La gente creativa suele tener una motivación intrínseca;
esto es, una persona creativa está motivada a actuar desde sus más
internos deseos, en lugar de buscar el reconocimiento o las recompensas
externas. Muchos psicólogos han demostrado que la gente creativa obtiene
su energía de las actividades que le plantean desafíos, lo cual es una
muestra de la motivación interna. Las investigaciones sugieren que solo con pensar en los motivos intrínsecos que te mueven a hacer algo se puede activar la creatividad.
"Los mejores creadores deciden implicarse con pasión en cuestiones
complejas y arriesgadas que les proporcionan un importante sentido del
poder por la capacidad de utilizar su talento", escriben M.A. Collins y T.M. Amabile en The Handbook of Creativity.
Salen de sus propias mentes
Kaufman señala que otro objetivo de soñar despierto es ayudarnos a
salir de nuestra perspectiva limitada y explorar otras formas de
pensamiento, que pueden ser una baza importante para el trabajo
creativo.
"Soñar despierto nos permite evadirnos del presente", explica
Kaufman. "La misma red cerebral asociada con la imaginación está
vinculada a la teoría de la mente; esta nos permite imaginar lo que está
pensando alguien o fantasear sobre cómo será nuestro “yo” futuro".
Otras investigaciones también señalan que inducir la "distancia psicológica"
(es decir, pensar desde la perspectiva de otra persona o reflexionar
sobre una cuestión como si fuera irreal o desconocida) puede activar el
pensamiento creativo.
Pierden la noción del tiempo
Las personas creativas pueden pensar que cuando están escribiendo,
bailando, pintando o expresándose, entran "en la zona", lo que se conoce
como estado de flujo,
que puede ayudarlos a crear a su máximo nivel de expresión. Dicho flujo
es un estado mental en que un individuo va más allá de su pensamiento
consciente para alcanzar un estado superior de concentración y calma sin
esfuerzo. Cuando alguien alcanza este estado es prácticamente inmune a
cualquier presión o distracción, sea interna o externa, que pueda
entorpecer su actividad.
Entras en esa zona cuando realizas una actividad con la que disfrutas
y que se te da bien, pero que a la vez te plantea retos; es lo que
define a un buen proyecto creativo.
"[Las personas creativas] han descubierto su pasión, pero también han
desarrollado su capacidad para entrar en el estado de flujo", asegura
Kaufman. "Este estado mental requiere una conexión entre tus habilidades
y la tarea que has emprendido".
Se rodean de belleza
Las personas creativas suelen tener un gusto excelente y, por ello, disfrutan de la belleza y se rodean de ella.
Un estudio publicado recientemente en la revista Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts
reveló que los músicos (incluidos los miembros de una orquesta, los
maestros de música y los solistas) muestran una alta sensibilidad e
inclinación hacia la belleza artística.
Saben unir los puntos
Si hay algo que distinga a las personas altamente creativas del resto
es la capacidad de ver oportunidades donde otros no las ven. Muchos
artistas y escritores importantes han afirmado que la creatividad se
basa en la capacidad de unir los puntos, algo que los demás
probablemente nunca se habían planteado.
En palabras de Steve Jobs:
"La creatividad simplemente consiste en conectar las cosas. Cuando le
preguntas a las personas creativas cómo han hecho algo, se sienten un
poco culpables porque en realidad no han creado nada, sino que se han
limitado a ver algo. Tras un tiempo, les resulta obvio, pues han sido
capaces de conectar las experiencias que habían tenido y de sintetizar
cosas nuevas".
Les gustan los cambios radicales
La diversidad de experiencias es crucial para la creatividad, afirma
Kaufman. A las personas creativas les encanta alterar las cosas, tener
nuevas experiencias y evitar que su vida se convierta en algo monótono y
mundano.
"La gente creativa tiene experiencias más diversas; la rutina es lo que mata esta diversidad de experiencias", explica Kaufman.
Encuentran tiempo para la meditación
Las personas creativas entienden el valor de la concentración mental,
pues su trabajo depende de ella. Muchos artistas, emprendedores,
escritores y otros trabajadores creativos, como David Lynch, consideran la meditación como una herramienta para conectar con su estado mental más creativo.
La ciencia respalda la idea de que la meditación realmente puede activar el poder de la mente de muchas formas. Un estudio realizado en 2012
por un equipo holandés señala que algunas técnicas de meditación
promueven el pensamiento creativo. Las prácticas de meditación pueden ir
ligadas a una mejora de la memoria y de la concentración, a un mayor bienestar emocional, a una disminución del estrés y de la ansiedad, y a una mayor claridad mental; todo esto puede fomentar la capacidad de pensamiento creativo.
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