6.3.14

La memoria de Israel, en la nube

Se inaugura una exposición con fondos digitalizados de la cultura judía y documentos de Stefan Zweig, Walter Benjamin y Franz Kafka

Uno de los documentos que podrán verse en la muestra./ BNI./elmundo.es

Un mapa de conexiones neuronales, una copia de la distribución del conocimiento en nuestro propio cerebro. Eso es lo que ha tratado de construir la exposición interactiva 'La Biblioteca Nacional de Israel: depósito de memoria', inaugurada este miércoles en la Casa del Lector. La muestra reúne cientos de documentos digitalizados sobre la historia del pueblo judío y las ramificaciones de su cultura en todo el mundo, y es posible acceder a ella a través de dispositivos móviles y tabletas.
Fronteras y reparto de territorios de Israel.

Una serie de códigos QR situados en la Casa del Lector, el punto de partida 'físico' del recorrido, transporta al visitante a una geografía virtual en la que encontrarán imágenes, textos, vídeos y archivos sonoros. Podrá circular libremente, "decidir dónde quiere empezar y terminar, el tiempo que le va a dedicar y los diferentes niveles que quiere explorar", ha explicado Oren Weinberg, Director de la Biblioteca Nacional de Israel (BNI), durante la presentación. "Podrá escoger el pasillo en el que se quiere meter y las salas en las que quiere entrar", continuaba Milka Levy-Rubian, comisaria de la muestra y responsable de Humanidades de la institución.
Algunos de esos 'pasillos' exploran los escritos teológicos de Isaac Newton que están en poder del archivo israelí (incluida su previsión del fin del mundo para el año 2060), mapas de Tierra Santa y Jerusalén, comentarios de Maimónides sobre la Mishná (el texto canónico de la Ley Judía) y la historia de la Torá española. También documentos de intelectuales como Stefan Zweig (como su carta de suicidio), Walter Benjamin y Franz Kafka, cuya huella trascendió de la cultura judía a la universal. Dos de ellos se han digitalizado por primera vez para esta ocasión.

Cartas y voces

La carta de suicidio de Stefan Zweig

La primera es una carta de Zweig a su editor, Rudolf Kayser, en la que le confiesa que planea marcharse de Salzburgo: corre el año 1933 y el antisemitismo de la ciudad le asfixia. La segunda es un informe judicial español sobre el 'suicidio' de Walter Benjamin en 1940. El pensador judío había cruzado la frontera con Francia huyendo de los nazis, y poco después murió misteriosamente en el pueblo catalán de Port Bou. "La muestra pretende presentar la esencia de una multitud de voces del pasado que se han reunido a lo largo de los siglos en la biblioteca", asegura Levy-Rubian. "Tras más de 2.000 años en la diáspora", señala el catálogo de la exposición, "tesoros procedentes de Yemen, Europa Oriental, América o Afganistán pudieron reunirse bajo el mismo techo, el de la Biblioteca Nacional de Israel". La institución se creó, bajo otro nombre, en 1892.
"Reivindicar la ascendencia de un pueblo", explicó Molina citando el último libro que Amos Oz ha escritor junto a su hija, no es sólo reivindicar "sus piedras, sus clanes y sus cromosomas", sino la relación que tiene y ha tenido con su palabra. Esta muestra forma parte del proyecto 'Biblioteca: historia geográfica de una idea', que persigue dos objetivos: acercar al público español los tesoros de importantes archivos extranjeros y ver cómo se están adaptando a la revolución tecnológica en curso.
"Queremos renovar la comprensión de nuestros fondos y democratizar el acceso físico y digital a nuestras colecciones", puso como ejemplo el director de la BNI. "Las demandas y las oportunidades de la nueva era de la información están cambiando la forma en la que se organizan las bibliotecas". El momento exige más apertura y menos jerarquía.

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