29.10.11

Muñoz Molina reúne sus cuentos en "Nada del otro mundo"

"Los periódicos españoles han decidido dejar de serlo, para convertirse en puestos de chucherías", afirma el escritor
Antonio Muñoz Molina, en la presentación de Nada del otro mundo foto:Sergio Barrenechea.lavanguardia.com

Defensor de esa "fotografía instantánea de la experiencia" que es el cuento, Antonio Muñoz Molina ha reunido casi todos los suyos en "Nada del otro mundo", una prueba de cuánto le gusta al escritor este género cada vez menos demandado por los periódicos, que ya "sólo piden microrrelatos". Sobre todo, en verano. "Los periódicos españoles han decidido dejar de serlo, para convertirse en puestos de chucherías", afirma el escritor en una entrevista con Efe, que tuvo lugar en su casa de Madrid en vísperas de que presentara hoy su nuevo libro, editado por Seix Barral.

Muñoz Molina comenzó a publicar cuentos en 1983 y diez años después reunió los escritos hasta entonces, casi siempre por encargo, en un libro con el mismo título que el que sale ahora. Convencido de que el relato es más propicio que la novela "para la tentativa o la aventura, la ironía o lo fantástico", este académico de la Lengua creía que seguiría concibiendo muchas más historias breves, pero no fue así. En gran medida, porque los medios de comunicación "han perdido ese hábito maravilloso de pedirle cuentos a los autores", asegura. "Lo más que quieren son microrrelatos y me niego porque, para hacerlos bien, tienes que ser Augusto Monterroso", dice con humor el escritor, que está considerado uno de los grandes novelistas en lengua española de las últimas décadas. Los medios de comunicación "han dejado también de publicar crítica de música clásica", aunque las salas de conciertos "están llenas", añade Muñoz Molina (Úbeda, Jaén, 1956). "Nunca ha habido más público que ahora en las grandes exposiciones, y uno va en el metro y la gente va leyendo literatura. Entonces, ¿por qué este desprecio, este recelo hacia la literatura, la música o las artes en el sentido más noble?", se pregunta. "¿Para quiénes están trabajando los periódicos? Creo que para los fantasmas que tienen en la cabeza", subraya el escritor.

El autor de "Sefarad" ha reunido en "Nada del otro mundo" catorce relatos, de los cuales sólo el último -"El miedo de los niños"- es inédito. Son historias de terror, amor y muerte, que descubren a un Muñoz Molina "más humorístico y propenso a lo fantástico". "Sostener la fantasía durante el espacio de una novela es insoportable. No lo creo como lector. Pero en el cuento lo fantástico es como un chispazo, y en los de este libro surge a veces como una posibilidad, como un quiebro", comenta. Ese quiebro se da en el primer relato, "Nada del otro mundo", que con sus 85 páginas es casi una novela corta, excepcional como la mayoría de las narraciones de Muñoz Molina. "Este cuento es una especie de crónica un poco burlesca de una época, una parodia de la vida literaria y, de pronto, poco a poco, va convirtiéndose en otra cosa. Tiene algo de película de zombi", comenta.

Galardonado con el premio de la Crítica, con el Planeta y con el Nacional de Narrativa en dos ocasiones, entre otros premios, el autor de "El jinete polaco" cree que "está por ver" que "la experiencia sirva de algo en literatura", ya que "se han dado casos obvios de escritores que han empeorado". Él, "personalmente", se siente "aprendiendo en el arte de los relatos", que son "una especie de 'aquí te pillo, aquí te mato'; tienen algo como de fotografía instantánea de la experiencia". Y eso de "vivir en el cuento durante unos días, mientras lo escribes, esa especie de arrebato, también es fantástico". Cuando se le ocurrió el que cierra el libro, "El miedo de los niños", vivía "en un estado de excitación muy interesante". "Ese cuento me tuvo una noche en vela, imaginando detalles", comenta el escritor al referirse a este relato "sobre la tradición oral y el modo en que las historias están en la imaginación de los niños". Y una historia breve que pertenece a "la tradición folclórica del desconocido que llega, el hombre del saco, el tío mantecón. Esos cuentos son una advertencia del peligro que corren los niños", señala.

Antonio Muñoz Molina viajó hace unos días a Holanda para presentar la traducción de "La noche de los tiempos", que transcurre en parte en los comienzos de la Guerra Civil y que ha salido también en alemán y se publicará en francés, inglés, italiano y polaco. De momento, dice que no tiene ninguna novela entre manos: "Jacques Brel tuvo el talento de saber cuándo tenía que dejar de escribir canciones". ¿Será un aviso?

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