Heredero de Faulkner, Cormac McCarthy ha creado un mundo en su ficción que no tienen paralelo en la literatura contemporánea. Tras una vida de pobreza voluntaria, recién a los 59 años fue reconocido fuera de un muy pequeño círculo de lectores. Ahora es uno de los autores predilectos de Hollywood y con 80 años sigue escribiendo con la vitalidad de un joven
McCARTHY en 1992 cuando se publicó su primer bestseller, All The Pretty Horses./Revista Ñ |
Cormac McCarthy es el mejor novelista estadounidense desde Faulkner y Hemingway, y ha escrito libros equiparables con Moby Dick y Huckleberry Finn.
Nacido en 1933, en el estado de Rhode Island, se crió en Tennessee, el
sur profundo de los Estados Unidos. Sus primeras cuatro novelas se
sitúan en los bosques y pueblos chicos del lugar de su niñez. Tratan de
gente extremadamente grotesca que viven en un crepúsculo entre un mundo
agrario, casi medieval, y el mundo venidero industrial. Al comienzo de
su carrera, McCarthy fue encasillado como un "escritor sureño" y un
descendiente directo de William Faulkner. Después, a partir de su obra
maestra, Blood Meridian –or- The Evening Redness in The West (1985), el tema de McCarthy ha sido el far west.
Su última novela publicada, The Road (2006), es la culminación de su obra.
Retrata las agonizantes andanzas de un padre y su hijo en un Estados
Unidos posapocalíptico, un mundo sin árboles, sin pájaros, con un mar y
un cielo color plomo, donde el hombre se ha reducido a un estado
salvaje y bestial. La obra de McCarthy se destaca por una prosa bíblica,
paisajes homéricos, una sensibilidad al mundo de los animales que
supera ampliamente a la de Jack London, y personajes envueltos en
luchas existenciales dignas de Dostoievski.
Hoy McCarthy es un
best seller, un favorito de Hollywood y un autor canonizado por los
académicos y críticos literarios. Pero hasta la publicación de All The Pretty Horses,
en 1992, cuando McCarthy tenía 59 años, sus libros vendían alrededor
de 5.000 ejemplares cada uno. Era, sin embargo, leído por una elite.
Era un escritor de escritores. A los 80 años de edad, hoy McCarthy está
pasando por un segunda juventud creativa. Escribe guiones originales
para el cine (The Counselor,
dirigida por Ridley Scott, sale este año y tendrá a Brad Pitt, Javier
Bardem, Michael Fassbender, Cameron Diaz y Penélope Cruz en su elenco).
Dicen que tiene dos novelas terminadas, por publicarse.
Se sabe
muy poco de la vida de McCarthy. Aunque últimamente ha sido bastante
abierto con la prensa (dando entrevistas muy ocasionalmente) no revela
nada sobre su vida personal. La biografía de autor de The Road, que además ganó el Premio Pulitzer,
solo dice: "Cormac McCarthy es el autor de nueve novelas previas.
Entre sus honores están el National Book Award y el National Book
Critics Circle Award". Nada más.
Para poder trabajar en plenitud y
a la máxima expresión de sus talentos y ambiciones un novelista
requiere, por un lado, establecer su relación con la sociedad en cual
vive, y por otro lado, descubrir su gran tema. Por lo primero, queremos
decir cómo se ganará la vida. En cuanto el gran tema, se puede agotarse en una sola novela, como Moby Dick, Don Quijote o En busca del tiempo perdido; o se puede extender a través de una vasta obra, como La comedia humana de Balzac o las novelas de Yoknapatawpha de William Faulkner.
Se dice que Suttree,
publicada en 1979 (pero producto de 20 años de trabajo intermitente)
es la novela más autobiográfica de McCarthy. En ella el protagonista,
Cornelius Suttree vive en una pequeña embarcación sobre el río
Tennessee, en los años 50, cerca de Knoxville. Ha abandonado una
familia prominente y acomodada para compartir bizarras aventuras
picarescas con los ciudadanos más lúmpenes y marginales de la sociedad.
Al principio de la novela Suttree cuenta de la última comunicación que tuvo con su familia:
En
la última carta de mi padre él dijo que el mundo está manejado por los
que aceptan la responsabilidad de manejarlo. Si es la vida que sientes
que te estás perdiendo, yo te puedo decir donde la encontrarás. En las
cortes de la ley, en el mundo de los negocios, en el gobierno. No hay
nada pasando en las calles. Nada más que una pantomima compuesta por
los desamparados y los impotentes.
Enfrentado con el mismo
mandato, McCarthy tomó un camino en la vida parecido al de Suttree.
Decidió apartarse voluntariamente "del mundo de los negocios, de la ley
y del gobierno" para poder estar en paz y escribir. El costo de esto
es vivir en la pobreza; la recompensa es la libertad. La primera esposa
de McCarthy dijo que cuando vivían en el bosque en una casa que
construyó McCarthy mismo, lavándose en el río, a veces venían
profesores universitarios a ofrecerle mucho dinero para dar una charla.
McCarthy solo respondía que todo lo que se podía contar de sus libros
ya estaba en los mismos libros.
Suttree, además
de ser un libro semi autobiográfico, marca un punto de inflexión en la
carrera de McCarthy. Sus primeras tres novelas (The Orchard Keeper 1965; Outer Dark, 1968; y Child of God, 1973), estaban situadas en locaciones rurales del estado de Tennessee, como Suttree mismo. A partir de su próxima novela, Blood Meridian –or- The Evening Redness in the West (1985), McCarthy encuentra su gran tema: la historia del Oeste de los Estados Unidos. Es su Moby Dick.
Los Estados Unidos, como todas las Américas, fueron fundados sobre la exterminación sistemática de sus poblaciones nativas. Blood Meridian
cuenta un episodio de ese holocausto. Para muchos lectores, incluyendo
a Harold Bloom, la novela tiene una profundidad inagotable. Escondido
entre su trama de sangre y violencia dantesca hay un especie de texto
gnóstico secreto. Está lleno de simbolismo religioso y místico. Pero no
tiene moralejas ni tampoco criticas implícitas a los mecanismos de
civilización. Es una visión.
Para Harold Bloom, Blood Meridian o Meridano de Sangre, es el último western,
en el sentido en que Don Quijote es la última novela caballeresca:
"Culmina toda la potencialidad estética que puede tener la ficción sobre
el Oeste. No creo que nadie lo pueda mejorar. Básicamente pone cierre a
la tradición… No es solamente el Western supremo, sino que también es
la suprema dramatización de la violencia".
En cierta manera Cormac McCarthy mismo desmiente a Bloom, ya que tras Blood Meridian escribe tres novelas, también western, denominadas The Border Trilogy (La trilogía de la frontera) compuestas por All The Pretty Horses (1992), The Crossing (1994) y Cities of the Plain (1998). De todas sus novelas, All The Pretty Horses
es la más accesible. Trata de un viaje iniciático a caballo de dos
primos desde un rancho en Texas hasta otro en México y el de vuelta.
Está situada en 1949 y es el último suspiro de las viejas costumbres
del oeste. Fácilmente podría estar en un estante con la novela que
Hemingway designó como la primogénita de la literatura estadounidense, Huckleberry Finn.
En una entrevista que reunió a Werner Herzog y a Cormac McCarthy
el cineasta alemán comparó a McCarthy con Herman Melville y Joseph
Conrad. Alabó, con veneración, la capacidad de McCarthy de describir
paisajes y caballos. Dijo que desde All The Pretty Horses no se ha hecho nada nuevo en la prosa novelística en inglés.
Esta
es una biografía breve e incompleta, cuya intención es llevar al
lector a la obra del escritor con una carga de entusiasmo. Sin embargo,
antes de cerrar, hay que discutir una faceta más de McCarthy: su pasión
por la ciencia.
Por lo que podemos saber, Cormac McCarthy pasa sus días en el Santa Fe Insitute
en Nuevo México. Allí tiene una oficina y es miembro honorario. Fue
invitado, originalmente, por su amigo Murray Gell-Mann, físico y Premio
Nobel. Es un centro de investigación que reúne a científicos de todas
las disciplinas para pensar y trabajar problemas en la vanguardia de la
ciencia. Allí, McCarthy asiste a seminarios, almuerza en la cafetería y
fraterniza con los cientificos, su compañía predilecta.
Una última cosa se puede decir: escribió toda su obra sobre una maquina de escribir portátil de marca Olivetti.
Cormac McCarthy es de la vieja escuela.
Fuentes / Más Información
Cormac
McCarthy (1933) tiene la reputación de evitar todo contacto con la
prensa, pero la verdad es que —en comparación con otros grandes
escritores estadounidenses solitarios, como Thomas Pynchon, J.D.
Salinger o Stephen Millhauser— ha dado muchísimas entrevistas.
Enumeremos: una en The New York Times en 1992 justo después de publicar su novela All The Pretty Horses; otra en Rolling Stone en el 2007 sobre su participación en The Santa Fe Institute; una con The Wall Street Journal en el 2009 tras la adaptación al cine de su novela The Road; otra con la cadena de radio estadounidense NPR,
junto con el cineasta Werner Herzog y el físico Lawrence Krauss, donde
se habló sobre las cosas en común entre la ciencia y el arte; otra más
en la revista Time en 2007, una charla con los hermanos Coen, tras la adaptación de No Country for Old Men; y la más famosa, en la televisión con Oprah Winfrey en 2008, después de la publicación de The Road.
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