The Jigsaw Puzzle Murders (1933). © British Library./elpais.com |
Extravagante.
Así definen en la British Library Murder in the Library: An A to Z of Crime Fiction, la
exposición que acaban de
inaugurar. Extravagante es el repaso que hacen de la historia de la
literatura
detectivesca. Y extravagante es, también, el origen de la idea. “Empecé a
darle vueltas no porque tuviera que ver con mi especialidad
profesional, sino porque en
2009 participé en un conocido concurso de la BBC llamado Mastermind. Teníamos dos minutos para contestar preguntas sobre un tema
especial y otros dos para una temática más general. ¡En la primera ronda y en
la semifinal mis temas especiales fueron ‘Envenenadores victorianos’ y ‘Las
novelas de Lord Peter Wimsey de Dorothy L. Sayers’!”, explica por correo
electrónico Kathryn Johnson, comisaria de la muestra.
Johnson y su equipo no se pusieron manos a la obra hasta
la primavera pasada y decidieron que la estructura de la exposición debía ser
el abecedario. A para Agatha Christie –cómo no-, P para Policía (aunque muchos,
entre ellos Johnson, preferían Poison, veneno en inglés), S para Sherlock Holmes o Z para
Zodiac, un guiño a la novela japonesa The
Tokyo Zodiac Murders de Soji Shimada. En ese recorrido de la A a la Z pueden verse
manuscritos inéditos, libros, grabaciones de audio, grabados y artefactos
varios. Por ejemplo, uno puede encontrarse la primera aparición de la legendaria Miss Marple de Agatha Christie en la publicación Royal Magazine en 1929.
Hasta ahí, todo normal. Las extravagancias empiezan
aquí. Quien visite la exposición también puede encontrarse obras firmadas por
escritores tan inesperados como los
ex jugadores de fútbol Pelé o Terry Venables, una novela que exige que el
lector complete un puzzle (la imagen de apertura de esta entrada) o los dossiers de misterio de Dennis Wheatley, los favoritos de Johnson. “Wheatley
no presenta al lector una novela de misterio convencional, sino un porfolio que
contiene cartas y declaraciones de los testigos y otras pruebas como cabello
humano, colillas, resguardos de billetes, todos ellas guardadas en pequeños
sobres. Y en el dorso del porfolio hay un sobre con la solución del misterio, por
si el lector no ha sido capaz de resolverlo con las pruebas facilitadas”,
explica. “El escritor se aseguró el éxito de la primera serie
de Murder off Miami con una intensa
labor de encuentros con los libreros y entrevistas con los periodistas. Con
todos fue extremadamente amable. Luego contaría en su biografía que había
vendido 120.000 ejemplares en sólo seis meses y que la reina Mary (la abuela de
Isabel II) compró todas las existencias de Hatchards, la librería real”.
La exposición Murder in the Library: An A to Z of Crime Fiction puede visitarse en la British Library de Londres hasta el próximo 12 de mayo. Todas las imágenes son cortesía de la institución.
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