El escritor publica Cabaret Pompeya, un monumental fresco histórico y policíaco en la Barcelona pistoleril de los años 20
Andreu Martín, durante la entrevista./ José Ramón Ladra./abc.es |
Aquel 12 de septiembre de 1920 Inocencio Feced llegó al Cabaret Pompeya, uno de los más conocidos y populares del Paralelo
barcelonés, al filo de la medianoche. Como cualquier otro obrero de los
que solían acudir a este music-hall. Pero no pensaba en divertirse.
Despacio, discreto pero decidido, sacó la bomba de su tabardo y la
colocó en una silla, la tapó con su gorra y desapareció del lugar.
El artefacto no falló: seis muertos y dieciocho heridos. Con la matanza, el Sindicato Libre
(brazo armado de la patronal) quería vengar la muerte de dos de sus
miembros en un enfrentamiento con pistoleros anarquistas del Sindicato Único.
Andreu Martín, uno de los grandes de nuestra narrativa negra, también ha cruzado los umbrales dellegendario Cabaret Pompeya, que da título a su nueva novela, editada por Siruela. Desde ese cabaret, Andreu ha urdido una monumental historia (con prólogo y epílogo alrededor de la muerte de Franco) que nace en aquellos años del pistolerismo y las bombas en la Ciudad Condal, asesinatos de líderes sindicales como el Noi del Sucre, atraviesa la Guerra Civil (centrándose en el enfrentamiento de 1937 entre anarquistas y trotskistas del POUM frente al gobierno republicano y sus adláteres y los comunistas) y prosigue a través de la posguerra.
Un fresco histórico y literario de gran calado, aunque en
muchas de su páginas no pierda el aire de género negro que tan bien
maneja el escritor. "Cuando terminé de escribir esta novela –explica
Martín– lo primero que me dije fue, mira, ya no hace falta que escribas
nada más, para mí es como si todo lo escrito anteriormente me hubiera
servido para aprender a escribir de verdad y hacer este libro tan
personal. Porque realmente, el hilo del que he tirado es la propia vida
de mi padre, algo que me ha llevado a purgar mis culpas con él y con su
generación que sufrió tanto".
En el nombre del padre
Un padre "que llevaba pistola, como él me contó sin darle
mayor importancia", que pasó por el campo de concentración de Miranda de
Ebro tras la guerra ("solo me contaba lo divertido") uno de esos
personajes que las nuevas generaciones, incluso la del propio novelista,
deberían conocer, casi un siglo después de que las calles de Barcelona
se cubrieran de sangre, aunque las noches, casi se vivieran a la
parisina. "Entonces –prosigue el escritor–, los mejores espectáculos
pasaban del Montmartre parisino al Paralelo. Barcelona
era una ciudad que durante la I Guerra Mundial se había enriquecido
mucho comercialmente, pero además, al estar cerca de la frontera y
pertenecer a un país neutral, se había convertido en un foco que atraía a
gente de lo más dispar: jugadores, vividores de todo tipo y sobre todo
muchísimos espías, sin duda tenía una vida muy especial. Incluso, en los
locales del Paralelo se encontraban a menudo los patronos y los obreros
para ver a las mismas cupletistas, los mismos desnudos y los mismos
espectáculos porno, aunque entonces se llamaban sicalípticos. Por eso,
la bomba que colocaron en el Pompeya tuvo gran significación, como dice
el historiadoe Lluís Permanyer fue como "la bomba del Liceo de los pobres".
No cabe duda que siempre lo ha sido y lo sigue siendo, la
novela negra suele tener un contenido social, incluso a veces político,
que casi ningún otro estilo proporciona. "Es inevitable –reflexiona
Andreu Martín–. Las palabras políciaco y político tienen la misma raíz,
ambas relacionadas con la ciudad, y la novela negra aborda esa realidad
desde lo más inmediato, lo que toca más a la gente. El thriller juega
con los miedos de todos nosotros y en ellos ocurre todo lo que no
queremos que nos pasara nunca ni de lejos a nosotros mismos, es como un
exorcismo. Aunque en el caso de esta obra, creo que casi me ha nacido
una novela más histórica que policíaca".
Este Cabaret Pompeya abre sus puertas de
nuevo. Entre sus mejores números, este de la Barcelona pistoleril y
trasnochadora de los años 20. Si fueron o no felices es buena parte de
lo que se cuenta en estas páginas.
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