21.2.12

‘Los juegos del hambre’ se impone a ‘Crepúsculo’ en los gustos literarios de los adolescentes

Hijas de un mundo donde la palabra crisis se ha convertido en habitual, las actuales novelas de anticipación orientadas al lector juvenil parecen herederas naturales de Un mundo feliz, Fahrenheit 451 o 1984. Estas tres distopías también pasaron a la historia de la literatura mostrándonos un porvenir de pesadilla
Fotograma de la actriz Jennifer Lawrence en la adaptación cinematográfica de la trilogía de novelas Los juegos del hambre. foto.fuente:aviondepapel.tv

Los vampiros y los hombres-lobos ya están pasados de moda. Ahora la tendencia en ficción juvenil la marcan las distopías. El buque insignia de esta nueva ola es la saga `Los juegos del hambre´, franquicia donde un grupo de chavales tienen que luchar entre sí para poder sobrevivir en una sociedad dictatorial. No es la única novela de anticipación de la literatura juvenil. Las series `El corredor del laberinto´, `Delirium´ y `Despierta´ apuestan por un género que ha dado joyas literarias como `1984´, `Fahrenheit 451´ o `Un mundo feliz´.

La saga Crepúsculo ya tiene sucesora en los gustos literarios de los adolescentes. Se llama Los juegos del hambre. Es una distopía que presenta un futuro nada halagüeño donde algunos adolescentes tienen que luchar en un cruento reality hasta que solo uno de ellos quede con vida.

Suzanne Collins, la escritora responsable de la trilogía de novelas, ha comentado que la idea de estos libros se le ocurrió mientras hacía zapping. A la misma hora, la novelista comprobó que en la pequeña pantalla coexistían un reality y las coberturas informativas de la guerra de Irak. Hill combinó ambos elementos en una historia que pronto se ha convertido en una de las favoritas de la literatura juvenil.

La crítica ha querido ver en la protagonista de la franquicia, la joven Katniss, una actualización del mito de Teseo en clave futurista. Otras voces, sin embargo, advierten en la trama de las novelas una más que evidente semejanza con Battle Royale, una película japonesa de culto, que cuenta las peripecias de unos estudiantes que son obligados a luchar entre sí hasta que tan solo sobreviva uno de ellos.

Sucesora de `Crepúsculo´
Influencias aparte, la trilogía de libros de Los juegos del hambre se ha convertido en un fenómeno en Estados Unidos. El salto al cine de la primera parte de la saga se espera con más ansia que Amanecer Parte II, la última adaptación de la serie Crepúsculo.

Hollywood no ha escatimado medios en la versión para la gran pantalla de Los juegos del hambre. Jennifer Lawrence, la joven actriz de Winter's Bone y X- Men: Primera generación, es la protagonista, mientras que Gary Ross, el responsable de Pleasantville, es el encargado de dirigir un filme que promete ser uno de los éxitos de taquilla de 2012. Lo comprobaremos a partir del 23 de marzo, fecha de estreno en Estados Unidos.

Fiebre de distopías
La trilogía de Suzanne Collins es sólo la cabeza más visible de la pujante moda de novelas futuristas orientadas a un público juvenil.

Uno de los más destacados ejemplos de esta tendencia es El corredor del laberinto, una serie de libros escritos por James Dashner que sigue los pasos de Thomas, un chaval que tendrá que encontrar la salida a un laberinto poblado de peligros en un futuro terrible. La trama ya ha llamado la atención de la industria cinematográfica que prepara película para el próximo año.

Dentro de esta moda apocalíptica de la literatura juvenil, también están haciendo furor Delirium, saga de la escritora estadounidense Lauren Oliver que presenta una sociedad donde los científicos administran una cura contra el amor a todos aquellos que cumplen 18 años.

Además está Despierta, una historia escrita por Beth Revis que cuenta los problemas de una adolescente para vivir en una nave que trasporta humanos desde nuestro planeta a otro denominado Tierra Centauri.

Hijas de un mundo donde la palabra crisis se ha convertido en habitual, las actuales novelas de anticipación orientadas al lector juvenil parecen herederas naturales de Un mundo feliz, Fahrenheit 451 o 1984. Estas tres distopías también pasaron a la historia de la literatura mostrándonos un porvenir de pesadilla.

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