17.2.12

Llévese un libro (electrónico) a casa

El Cervantes de París presta dispositivos para la lectura de e-books. El centro ofrece la edición digital de las obras de Cervantes, Calderón y Quevedo, entre otros
La sede del instituto Cervantes de París. foto.fuente:elpais.com

La histórica Biblioteca Española de París se inauguró en la céntrica avenida de Marceau, distrito XVI, en octubre de 1952. La preciosa galería principal del edificio que fuera embajada y refugio del Gobierno vasco en el exilio pasó al Instituto Cervantes cuando éste se creó en 1991. Más tarde, la biblioteca tomó el nombre de Octavio Paz, y este año cumplirá sus bodas de diamante, 60 años prestando libros a los habitantes e hispanistas de París. Para festejarlo, las obras de Cervantes, Calderón, Quevedo, Larra o Pérez Galdós, hasta un total de 150 clásicos españoles y latinoamericanos, se prestan desde enero en formato de libro electrónico.

La idea fue de Paz V. de Troya, la bibliotecaria del Cervantes de París, que decidió promover el acceso a los nuevos soportes de lectura digital para intentar popularizarla entre los usuarios. "Se me ocurrió que estaría bien que nuestros lectores comenzaran a familiarizarse con las tabletas, y compramos inicialmente cinco terminales Kindle de bolsillo", explica. "Son de fácil manejo, pesan menos que un libro y pueden contener hasta 1.500 títulos".

La pantalla es de tinta electrónica, lo que permite leer sin reflejos, e incluso a pleno sol, atributo este último menos importante tratándose de París, donde es bastante más habitual el gris nube. Pero lo curioso es que, a pesar de que en Francia parece haber bastante resistencia al libro electrónico, y en los transportes públicos se ven menos adictos a la tableta que en Nueva York o Londres, la acogida de los lectores a la iniciativa ha sido espléndida, incluso entre los de más edad.

"La idea ha tenido su éxito quizá porque además de animar a los usuarios a lanzarse, les sirve para probar las tabletas y decidirse, o no, a comprarlas", comenta De Troya. "A muchos lectores mayores, que no tienen la experiencia digital de la generación Google, les tenemos que explicar alguna cosa, pero la adaptación es muy sencilla, y los más mayores valoran lo poco que pesan los 150 libros y el que se pueda agrandar la letra".

De momento, además de los 150 clásicos de la literatura española e hispanoamericana, las tabletas tienen cargados el Diccionario de la lengua española de la RAE y seis diccionarios más: dos en inglés, francés, alemán, portugués e italiano. "Las prestamos por un periodo de 15 días, previo depósito de una fianza o garantía en cheque. Y pronto haremos una segunda carga de clásicos", la bibliotecaria.

En breve, el Instituto Cervantes lanzará el préstamo de libros digitales en todo el mundo través de su catálogo en Internet. De momento, la Octavio Paz (60.000 documentos, entre libros, publicaciones periódicas, CD, DVD, vídeos y CD-ROM), es la pionera no solo de los 77 centros de la red cervantina en todo el mundo sino entre los centenares de bibliotecas públicas que todavía sobreviven en París, subraya De Troya.

El reto digital, que tantas dudas produce a tantos buenos lectores, parece ofrecer varias ventajas en casos como este: no requiere espacio para almacenar ni apenas tiempo de catalogación, y los clientes no deben temer por el peso y el volumen de la obra que quieren llevarse a casa.

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