La ministra Mariana Garcés se encuentra en Rio de Janeiro, siendo Colombia el país homenajeado, en Feria LIJ del Libro para niños y jóvenes
Invertir en casas de cultura y bibliotecas no solo contribuye a la
educación, sino que promueve la reconciliación en zonas de conflicto,
declaró la ministra de Cultura, Mariana Garcés, quien participó en una feria literaria en Brasil.
La
funcionaria ve esas instalaciones como "espacios neutros por
excelencia, donde la libertad de opinión debe estar ahí y donde los
conflictos se terminan a través de la discusión, de la crítica
respetuosa, y no a través de la violencia", dijo.
Gárces viajó a Brasil para participar en la 15ª edición de la Feria FNLIJ del Libro para niños y jóvenes en Rio de Janeiro, que tiene a Colombia como país homenajeado y cuenta con la presencia de algunos de sus escritores e ilustradores, como José Rosero, Claudia Rueda, Yolanda Reyes e Irene Vasco.
La
ministra presentó en el certamen, que tiene lugar hasta mañana, el
sistema de bibliotecas públicas de su país como una experiencia de
éxito, pues a su juicio la inversión en lectura, cultura y música es
fundamental para cambiar situaciones de conflicto.
Como ejemplo,
ella habló del caso de Cali, donde pandillas vivían enfrentadas hasta
que se decidió hacer un colegio y una megabiblioteca en la mitad de los
dos barrios, en un espacio que se llama Agua Blanca.
"El
alcalde decidió que la biblioteca tendría que ser alta, porque la gente
que poblaba esas comunas estaba acostumbrada a mirar desde abajo hacia
arriba y nunca podría reconocer su territorio desde las alturas",
explicó.
La biblioteca, de seis pisos, obligó a los estudiantes,
que antes se veían enfrentados, a compartir las clases, los espacios
deportivos y los libros.
Para Garcés, incluso en comunas violentas
como las de Cali hay un consenso de que se debe respetar los espacios
de la cultura y es necesario que esa actitud se extienda a toda la
sociedad.
El Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas del Gobierno de Colombia
ha logrado que todos los municipios tengan por lo menos una biblioteca
pública, de manera que ahora los esfuerzos se concentran en fortalecer
sus contenidos, con novedades literarias, periódicos y revistas, explicó
la ministra.
La prioridad de inversión está en municipios
llamados de "consolidación", que sufren violencia o conflicto, donde el
estado llega con presencia militar, pero también con ofertas culturales
para cambiar las condiciones de vida.
Según Garcés, "el impacto
social tiene que ver con la autoestima de esas poblaciones, con la
posibilidad de narrar sus propias historias, de preservar su lengua".
Las
comunidades indígenas y palenqueras (afrodescendientes) reciben textos
en sus propios idiomas, hay actividades culturales en las bibliotecas o
en las malocas, donde se desarrolla su vida cultural y en comunidad.
El
Ministerio de cultura ha dedicado más del 32 % de su presupuesto total
al Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas, mientras que en el último año
ese porcentaje superó el 50 %, dijo Garcés.
Según la ministra, el
Gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha construido 100
bibliotecas públicas, frente a las 16 que se hicieron en los cuatro años
de la administración anterior.
Para financiar el programa se emplea la décima parte de un impuesto del 4 % del consumo de la telefonía móvil, explicó.
"Eso
implica que los ministros siguientes que ocupen el cargo tienen la
obligación de destinar esos recursos al proyecto, aunque cambien sus
enfoques", señaló.
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