Los superventas entretienen a la vez que hastían; engrasan la maquinaria del mercado editorial y generan interés por la lectura. De eso no cabe duda
El bestseller ayuda a fomentar la lectura./elpais.com |
Navegan en las aguas de la cultura y de la lógica
capitalista; son letras que para variar suelen dar mucho dinero, y que
además
despiertan admiración a partes iguales que desprecio por parte de los
más
ortodoxos. Son los llamados best-sellers. Los hay originales y muchos
parecen haber sido
producidos en la planta de una fábrica de tornillos. Dicho sea esto con
todo el
respeto a los tornillos y a sus productores. Los superventas entretienen
a la
vez que hastían; engrasan la maquinaria del mercado editorial y generan
interés
por la lectura. De eso no cabe duda. También, gracias a sus ventas
exitosas, las editoriales pueden, a veces, publicar otros libros de gran
calidad literaria pero pocas ventas.
El superventas Glenn Cooper, autor de la trilogía
La biblioteca de los muertos (Grijalbo) que ha
tomado un pedazo millonario de ese mercado cruel, dijo en una entrevista que publicamos hoy en la sección de Cultura de EL PAÍS
que son las editoriales las que buscan constantemente la fórmula del
pelotazo literario, del éxito rápido en ventas. Sobre sus libros, Cooper
dice que espera, además de entretener, ayudar a pensar.
Este es nuestro debate del día.
¿Los best-sellers empobrecen la cultura literaria o la ayudan a crear?
¿Son los superventas una fuente de puro entretenimiento de
acuerdo con su experiencia o también una posibilidad de pensar, de conocer el
mundo? Si es así, ¿qué ejemplos nos da?
¿Cree que los best-sellers
son otra forma más de llegar a la literatura o un producto fabricado a la
medida de un mercado con ciertas demandas?
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