Obviamente, la película dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, mantiene cierto aroma de la novela, pero ni por asomo se aproxima a la genialidad del Gatsby de Fitzgerald
El Gran Gatsby en versión alocada de Baz Luhrmann./aviondepapel.tv |
El gran Gatsby no es el mejor libro de Francis Scott
Fitzgerald, pero sí esa novela de inicio portentoso, cuyos primeros
párrafos te tocan la médula.
Un narrador en primera persona - Nick Carraway- rememora una de las
enseñanzas de su padre, mediante un discurso que se sostiene como pilar
del argumento.
"Cada vez que sientas deseos de criticar a alguien, recuerda que
no todo el mundo ha tenido las mismas oportunidades que tú tuviste”.
No en vano, como en Gatsby, Fitzgerald siempre narró el desencanto de
una generación que veía en el dinero el ascensor hacia el supuesto
éxito de la clase adinerada, un ascensor que nunca les abría las
puertas.
Obviamente, la película dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, mantiene cierto aroma de la novela, pero ni por asomo se aproxima a la genialidad del Gatsby de Fitzgerald.
Que en la época dorada del jazz suene sobre las imágenes de Luhrmann artistas como Lana Del Rey, Beyoncé o Jay-Z también se enuncia como afrenta por parte de la crítica.
No obstante, El gran Gatsby no es la única gran novela ultrajada por el cine. Muchos críticos recordarán el fiasco de La hoguera de las vanidades (1990).
Ni siquiera un reparto encabezado por Bruce Willis, Melanie Griffith y Tom Hanks impidió que la adaptación de la obra de Tom Wolfe, dirigida por Brian De Palma,
acabara en desastre. Consiguió cinco nominaciones a los premios Razzies
(los anti-Óscar), incluido al de peor película, director y guion.
Y qué decir del filme La letra escarlata (1995). Roland Joffé quizás pensó que el clásico de Hawthorne era otra excusa para que Demi Moore enseñara carne. La cinta tuvo siete candidaturas a los premios Razzies.
La máquina del tiempo (2002), el clásico de H.G. Wells,
también se convirtió en manos de su nieto, el director Simon Wells, en
una de las versiones más aburridas de una de las obras maestras del cine
fantástico, con una patética encarnación de Über Morlock por parte de Jeremy Irons.
Apenas importa. El lector de estas grandes novelas asume que el cine
es “otro formato” que apuesta por reinterpretaciones que van sumando remakes, década tras década sin el logro deseado.
El gran Gatsby recaudó el pasado fin de semana en España
unos 1,55 millones de euros, según Rentrak Spain. Buena parte de esos
espectadores tal vez nunca se han acercado a las páginas escritas por
Fitzgerald. Cuando lo hagan, se llevarán una sorpresa.
Ya se oye el eco.
“¿Sabes?, el libro es mucho mejor que la película”.
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