La traducción ha sido uno de los aspectos tratados en un coloquio en Casa de América para trazar rutas para el futuro del intercambio entre los países iberoamericanos
Un grupo de niños ensaya en el Royal Opera House de Río de Janeiro. / Ricardo Morães./elpais.com |
La rica tradición del intercambio literario entre la América hispánica y Brasil ha sido debatida el lunes en Casa de América en el coloquio Brasil y América hispánica: rutas del siglo XXI. Aspectos históricos y actuales de esta relación fueron aportados por los profesores y escritores Julio Ortega y Aldo Mazucchelli, de la Universidade de Brown,
el periodista y académico Juan Luis Cebrián, presidente de PRISA,
editora de EL PAÍS, y por el profesor y traductor Rômulo Monte Alto, de
la Universidade Federal de Minas Gerais. Los siguientes son algunos de
los temas clave debatidos:
Reto brasileño
“El papel de Brasil en el siglo XXI en una comunidad luso-hispana viene
determinado por el hecho de que no tenemos el dinero y la tecnología,
pero tenemos la cultura, que es poderosa y está influyendo en un
potencias militares y económicas como los Estados Unidos", Juan Luis
Cebrián
Integración cultural
“En este siglo, los jóvenes de cualquier país comparten el
mismo lenguaje y, por ello, herramientas equivalentes. Este es el
contexto en el cual la relación entre Brasil e Iberoamérica podría
producirse”, Julio Ortega
“El conocimiento de Brasil sobre la cultura hispánica es mucho
más grande que la de nosotros sobre ellos. Necesitamos desarrollar la
idea de una comunidad luso-hispana, una unificación cultural", Juan Luis Cebrián
Literatura
“Brasil ha sido siempre una de las fuentes de nuestro
optimismo, una suerte de espejo mágico donde, casi siempre, nos hemos
visto mejores”, Julio Ortega
“La aparición de un par de críticos literarios brasileños y de
obras de gran integración como estudios y trabajos que unen las dos
culturas fueron esenciales para el acercamiento entre los dos mundos.
Rubén Darío es un personaje que marca la comprensión y la incomprensión
de la cultura brasileña”, Aldo Mazzucchelli
“La literatura brasileña, y
también la española, es uno de los instrumentos más refinados de la
modernidad. Esta noción de que la novela es una fuente de la identidad
latinoamericana es producto de los años 70, porque antes, las fuentes de
identidad eran la raza, las ideologías, la política y las clases
políticas. Hoy en día hay más diálogo entre los países por medio de la
novela, pero quizás en el futuro no sea así”, Julio Ortega
“Algunos de los primeros registros hispánicos sobre Brasil
mencionan el hecho de que el país, por su topografía, estaba abierto al
Atlántico. Se mencionaba la lengua y las desconfianzas en la época del
Imperio, y también una especie de fascinación por lo genuino de la
naturaleza y una exaltación del exotismo”, Aldo Mazzucchelli
Traducción
“Nuestras literaturas tienen tiempos bastante distintos. En
Brasil, nuestra relación con el libro es más tenue. El papel de la
traducción es hacer que la palabra suene en el idioma de uno. Es una
preocupación que ya tenía Guimarães Rosa, pues acompañaba muy atentamente sus libros lanzados en el Extranjero”, Rômulo Monte Alto.
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