Su intención, dice, es que se reflexione sobre la débil frontera entre la verdad y la mentira en el sistema de información actual y en las redes sociales.foto.fuente:eluniversal.com.mxLa historia del italiano que logró publicar 80 entrevistas falsas. Su último golpe: suplantar al mexicano Taibo II
El día en que Tomasso Debenedetti publicó su primera entrevista falsa, supuestamente al escritor estadounidense Gore Vidal -quien muy rara vez da entrevistas-, el jefe de Cultura de La Nazione, uno de los diarios que la publicaron, le dio una orden: "Ahora no podemos bajar de nivel", y Debenedetti se esmeró en cumplir el mandato.
Ese autor de entrevistas falsas y suplantador de vidas, en entrevista con el diario español El País hace un año, declaró: "Me gusta ser el campeón de la mentira"; pero fue más allá y quiere pasar de impostor a héroe de la historia, pues al ser descubierta su gran farsa por el escritor estadounidense Philip Roth, ha dicho que su único objetivo era "denunciar que la información en Italia no ejerce los controles para garantizar la veracidad" de los textos que publica.
Y es que sus dos últimas acciones de ese italiano nacido en Roma, en 1969, ha sido crear una falsa cuenta en Facebook a nombre del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, que pronto salió a desmetir que esa cuenta fuera suya, pues dice que no tiene ni tendrá; y el pasado 18 de agosto mandó una carta firmada por el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II, que fue publicada por el diario conservador Avvenire.
A partir de 2000, cuando publicó su primera entrevista inventada, el freelance italiano empezó a "entrevistar" a Premios Nobel de Literatura, estadistas y ex estadistas, pensadores e incluso guías espirituales como el Dalai Lama y Joseph Ratzinger, antes de que se convirtiera en el Papa Benedicto XVI.
A ese italiano de 42 años, que no tiene credenciales de periodista pero sí de colaborador, y que dice haber estudiado literatura e historia italiana, le han contabilizado más de 80 piezas, entre entrevistas y textos en los que ha "platicado" o suplantado a escritores como Philip Roth, Herta Müller, Dereck Walcott, Gürnter Grass, José Saramago, Manuel Vázquez Montalbán, Almudena Grandes, Mario Vargas Llosa y a Paco Ignacio Taibo II.
Cuando se le cayó el teatro
Hasta marzo de 2010 el historial de Tomasso Debenedetti parecía perfecto, publicaba sus "entrevistas exclusivas" con grandes literatos, algunos de ellos autores de best sellers, en periódicos de las provincias italianas que publicaban sus historias sin verificar si las entrevistas a literatos de primer nivel eran reales.
Luego de 10 años de publicar entrevistas falsas, Philip Roth descubrió el teatro del italiano. Sucede que en una entrevista que concedió a la periodista Paola Zannutini de La Repubblica, ésta le preguntó sobre el comentario contra el presidente Barack Obama que supuestamente había emitido Roth; él inmediatamente dice que es una gran mentira y que nunca dio entrevista a Debenedetti ni al Libero, diario que la publicó.
En ese momento, la gente de Philip Roth empieza una investigación que los llevó a descubrir que no sólo él había sido "dizque" entrevistado por Debenedetti, sino que eran muchos escritores de todas las tallas y tamaños los que supuestamente habían sido entrevistados por el italiano que está casado y tiene dos hijos.
El hijo y nieto de críticos literarios muy reconocidos de Italia ha dicho que su juego no parará allí y que lo hace porque Italia es un país de risa "entre el absurdo de Ionesco y los sueños de Calderón" y que además es una nación en la cual la información está basada en la falsificación.
Cuando se descubrió su teatro, Debenedetti dijo que al principio de su carrera había intentado trabajar de manera honesta, pero que al cabo de unos años, de la negativa de los diarios de publicar sus reseñas y críticas culturales, optó por crearse entrevistas muy vendibles.
"Me di cuenta de que lo que interesaba no era la cultura sino los grandes nombres, el espectáculo, las estrellas. No pagaban casi nada, pero yo quería escribir y no me importaba el dinero. Así que comencé a jugar. La verdad es que me divertí horrores durante esos diez años", señaló en esa entrevista que durante una hora concedió al diario español.
Tomasso Debenedetti no temía ser descubierto, ni tampoco tenía miedo de ser demandado. Se limitaba a seguir ese juego de la invención que ha definido como un asunto "cómico y trágico a la vez".
Incluso, al ser descubierto, declaró que "la falsificación y el sectarismo son los elementos básicos de la información italiana. Sobre todo en la prensa berlusconiana, pero no solo. Todo se construye sobre la base de Berlusconi. O eres amigo o enemigo. Las noticias, las entrevistas, las declaraciones y la censura se deciden con ese criterio".
Si al dramaturgo Derek Walcott, Debenedetti lo presentó aterrorizado al otro lado del teléfono el día del terremoto de Haití; a Philip Roth lo puso a decir cosas terribles contra Obama, al grado de que lo puso como "antipático, además de ineficaz y deslumbrado por los mecanismos del poder"; mientras tanto, al escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II lo suplantó para escribir una carta en la que dice que a pesar de ser ateo y marxisma lo emocionaba la visita del Papa a España y las manifestaciones de los jóvenes.
Cuando lo descubrieron, Tomasso Debenedetti concedió una entrevista a Il Fatto Quotidiano y aunque fue cuestionado respecto a sus invenciones, mantuvo la versión de que algunas entrevistas eran reales y que incluso tenía consigo las grabaciones para probarlo. Tiempo después, la mentira cayó por su propio peso y él confesó que todo era falso.
Últimas jugadas
Sin embargo y pese a ser considerado ya uno de los grandes impostores de los tiempos modernos, el profesor de italiano y de historia que da clases en un instituto de educación básica, mantiene su humor y promete seguir con sus juegos.
"Creo que he inventado un género nuevo y espero poder publicar nuevos falsos en mi web, y la colección en un libro. Por supuesto, con prólogo de Philip Roth", señaló divertido al diario español.
Y tan hizo de las suyas, como lo prometió hace un año, que a finales de febrero del presente año abrió en Facebook la falsa página de Mario Vargas Llosa, donde hizo declaraciones polémicas suplantando al Premio Nobel de Literatura.
El mismo Debenedetti ha dicho respecto a su incursión en las redes sociales con el nombre de Umberto Eco, Isabel Allende y Almudena Grandes, entre otros, que al igual que con las entrevistas falsas, su intención no es perjudicar a los autores.
Su intención, ha declarado, es "animar a la gente a reflexionar sobre la débil frontera que divide a la verdad de la mentira en el sistema de la información actual", e incluso dijo que todo es posible y creíble en las redes sociales.
El autor que ha inventado entrevistas con otras personalidades como Toni Morrison, John Grisham, Mijail Gorbachov, Noam Chomsky y Jean-Marie Gustave Le Clézio, tiene su técnica: lee los libros de quien va a "entrevistar" y trata de captar su forma de expresión y su mundo.
Así, el italiano sigue en las andadas sin que nadie interponga una demanda en su contra por la suplantación de varias personalidades.
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