Dos antologías que recopilan los textos más destacados producidos en 2010 en los talleres vinculados a Relata
Red de Escritura Creativa, promovida por el Ministerio de Cultura, fueron presentadas durante el Encuentro Nacional de la Red, que tuvo lugar en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.foto:mincultura.gov.co.fuente:elespectador.com
Tenía un negocio que alguien quemó. A ese alguien, por ese daño, le disparó un balazo en la cara. Lo asesinó. Entonces Segundo fue a parar a la cárcel. Su alma, agotada, empezaba a perder cabida en su cuerpo. Su mente amilanada no resistía el repaso fotográfico de una cara enemiga agujereada y empapada en sangre
Segundo, nostálgico y temeroso, pedía perdón a Dios. A su familia. A la sociedad. Y sin embargo era consciente del pago de su condena. De sus eternos días entre barrotes, encerrado, solo, amparado en su única protección.
Decidió torcerle el cuello a sus penas, suprimir pesares y olvidar su pecado. Decidió enderezar su vida con un anhelo que guardaba desde la infancia, pero que por desgracia, no había podido cumplir. Se hizo alumno de primaria en la unidad educativa de la prisión. Aprendió a leer. A escribir. Con coplas y cuentos narró su vida. Formó parte de un taller de escritura. Enjuagó sus lágrimas en sus propias letras. Se desendemonió. Participó en el concurso regional de cuento del Inpec. Y Segundo quedó de segundo.
La esperanza sacudió sus días. Al tiempo que aseaba las instalaciones de la cárcel para conseguir una rebaja de penas, se consagró a escribir: mejoró su gramática, su puntuación, su calidad narrativa. Escribió un cuento y como el mejor de los tallistas, lo cinceló. Participó al siguiente año en el mismo concurso. Y Segundo fue primero.
Él y otros 49 reclusos del establecimiento carcelario y penitenciario de Calarcá son parte del taller "Versión Libre": un programa inserto en la Red Nacional de Escritura Creativa llamado "Libertad bajo palabra". El proyecto está coordinado desde hace varios años por el escritor José Zuleta y tiene como objetivo contribuir a los procesos de socialización, formación y reinserción social desde la división del departamento de desarrollo social del Inpec.
A Calarcá el programa llegó de la mano del encuentro de escritores Luis Vidales. "En el segundo año del evento, la Fundación Torre de Palabras decidió integrar a la población carcelaria a las actividades del programa", así lo explica Juan Felipe Gómez Cortes, quien después de haber sido alumno de Renata, pasó a coordinar el taller.
Para este encuentro, donde "la realidad es lo que cuenta" y la literatura y el periodismo son protagonistas en la agenda cultural, organizadores y reclusos desarrollaron un proceso de acercamiento a la crónica y al relato testimonial.
Segundo, nostálgico y temeroso, pedía perdón a Dios. A su familia. A la sociedad. Y sin embargo era consciente del pago de su condena. De sus eternos días entre barrotes, encerrado, solo, amparado en su única protección.
Decidió torcerle el cuello a sus penas, suprimir pesares y olvidar su pecado. Decidió enderezar su vida con un anhelo que guardaba desde la infancia, pero que por desgracia, no había podido cumplir. Se hizo alumno de primaria en la unidad educativa de la prisión. Aprendió a leer. A escribir. Con coplas y cuentos narró su vida. Formó parte de un taller de escritura. Enjuagó sus lágrimas en sus propias letras. Se desendemonió. Participó en el concurso regional de cuento del Inpec. Y Segundo quedó de segundo.
La esperanza sacudió sus días. Al tiempo que aseaba las instalaciones de la cárcel para conseguir una rebaja de penas, se consagró a escribir: mejoró su gramática, su puntuación, su calidad narrativa. Escribió un cuento y como el mejor de los tallistas, lo cinceló. Participó al siguiente año en el mismo concurso. Y Segundo fue primero.
Él y otros 49 reclusos del establecimiento carcelario y penitenciario de Calarcá son parte del taller "Versión Libre": un programa inserto en la Red Nacional de Escritura Creativa llamado "Libertad bajo palabra". El proyecto está coordinado desde hace varios años por el escritor José Zuleta y tiene como objetivo contribuir a los procesos de socialización, formación y reinserción social desde la división del departamento de desarrollo social del Inpec.
A Calarcá el programa llegó de la mano del encuentro de escritores Luis Vidales. "En el segundo año del evento, la Fundación Torre de Palabras decidió integrar a la población carcelaria a las actividades del programa", así lo explica Juan Felipe Gómez Cortes, quien después de haber sido alumno de Renata, pasó a coordinar el taller.
Para este encuentro, donde "la realidad es lo que cuenta" y la literatura y el periodismo son protagonistas en la agenda cultural, organizadores y reclusos desarrollaron un proceso de acercamiento a la crónica y al relato testimonial.
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