Su novela, un thriller psicológico entre Hitchcock y Patricia Highsmith, ha vendido cinco millones de ejemplares en seis meses. "En muchos casos, las mujeres somos educadas para pensar como víctimas. Ya desde niñas se nos advierte...". Periodista económica, dejó los libros románticos de encargo para escribir lo que realmente le gustaría leer
Paula Hawkins, la autora de La chica del tren, en el Museo del Ferrocarril de Madrid./José María Plaza./elmundo.es
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Desde que se tienen datos editoriales, nunca en la historia de la literatura se había vendido tan rápido (y tanto) un libro. Ni 'El código da Vinci', ni 'Harry Potter', ni 'Cincuenta sombras de Grey'... 'La chica del tren' se publicó en inglés a principios de este año y ya se han vendido 5 millones de ejemplares. Adquirida por 44 países, en España lleva siete ediciones en un mes exacto. Son los datos que ofrece Elena Ramírez, directora de ficción internacional de Planeta.'La chica del tren' se ha convertido en el fenómeno editorial del siglo. Su autora, Paula Hawkins es una mujer accesible que aún no ha digerido su descomunal éxito, y llegó a Madrid para hablar de su novela. No es la primera que escribe, pero sí la primera que aparece con su nombre.Periodista económica, como su padre, hace seis años dejó la prensa para dedicarse a los libros, algo que siempre había querido: 'Me encargaron una serie de novelas románticas para mujeres, que firmé bajo seudónimo. Escribí cuatro: dos se vendieron bien, y las otras, no tanto; pero no me convencían las historias y me propuse escribir la novela que a mí me hubiese gustado leer'.Así surgió 'La chica del tren', una historia basada en su experiencia personal. "Como tanta gente, todos los días viajaba en tren para ir a Londres a trabajar. Me encontraba con los mismos pasajeros, con los que se establece una relación peculiar, y al mirar por la ventanilla veía a las personas en sus salones un día tras otro y me preguntaba cómo sería sus vidas".Empezó a dar vueltas a esta idea, que se juntó con un personaje que tenía en la cabeza, Rachel, una alcohólica con problemas de memoria y de cómo afecta, estos olvidos a su responsabilidad. Al unir ambos elementos se dio cuenta de que encajaban muy bien y que ya tenía la novela."La acabé muy rápido. Creo que ser periodista es una buena base para lanzarse a escribir y te proporciona herramientas muy eficaces para ser novelista", señala Paula Hawkins, quien intenta que el ruido de su multitudinario éxito no le afecte, ahora que está escribiendo su segunda novela, una historia psicológica de dos hermanas que se reencuentran al cabo de los años y donde también habrá un crimen.No sabe qué es lo que tiene 'La chica del tren' para que se haya convertido en un fenómeno mundial. El boca a oreja ha funcionado a pasos agigantados y la suerte también le ha ayudado. Stephen King, autor al que no conoce Paula Hawkins, leyó la novela y la recomendó en un tuit. Posteriormente el libro fue elogiado por las actrices Gywneth Paltrow y Reese Witherspoon, y así comenzó a rodar una bola de nieve que logró que la novela estuviera 20 semanas en la lista de los libros más vendidos del New York Times. Rápidamente se compraron los derechos para llevarla al cine, y el papel de Rachel será interpretado por Emily Blunt.Al hablar de 'La chica del tren', la crítica suele citar 'La ventana indiscreta', la película de Hitchcook, y la novela 'Perdida', de Gillian Flynn. "Creo que esta autora y yo somos muy diferentes. Quizás coincidamos en la protagonista, una chica joven que ve algo raro y se obsesiona, se vuelve paranoica".Otra referencia es 'Extraños en un tren', de Patricia Highsmith, una de las escritoras que más gustan a Paula Hawkins. "Admiro la psicología de sus personas, su manera de escribir y ese lado oscuro de sus novelas, que me encanta". Su otra escritora favorita -además de Ruth Rendell, con quien se la ha comparado- es Agatha Christie. "Leí sus libros en mi juventud y fue la autora que me animó a escribir".Todos esos nombres de referencia son mujeres y están relacionadas con el thriller psicológico. Paula Hawkins lo justifica: "Las mujeres tenemos una manera especial de ver lo cotidiano y aportamos una perspectiva diferente a la hora de abordar las historias de crímenes. En muchos casos, somos educadas para pensar como víctimas. Desde niñas se nos dice que no vayamos con tacones, que no nos pongamos ropa provocativa, que no andemos solas por la noche... y se nos avisa de lo que nos puede suceder".Las mujeres tienen una especial sensibilidad para ver lo extraordinario dentro de lo cotidiano. También sucede en algunos cuentos hispanoamericanos, como 'Las babas del diablo', de Cortázar, llevado al cine por Antonioni con el título de 'Blow -Up'. En esta historia, un fotógrafo descubre un crimen al ampliar una imagen que ha tomado de un apacible parque. En 'La chica del tren', una joven pasajera también descubrirá un misterio criminal en ese anodino paisaje urbano que ve pasar todos los días por delante de su ventanilla.
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