Queremos tanto a Julio
El 12 de febrero de 1984 murió en París el escritor argentino autor de obras como Rayuela Recreamos una "autobiografía" basada en sus propias palabras, tomadas de textos y entrevistas, creando, a su vez, un juego de rayuela para ofrecer dos lecturas
Julio Cortázar en su juventud. / de Cortázar de la A a la Z./elpais.com |
“Las circunstancias de mi nacimiento fueron nada extraordinarias pero
sí un tanto pintorescas…”. Aquí está. Es como si Julio Cortázar no
hubiera muerto aquel domingo del 12 de febrero de 1984, hace ya 30 años.
Una compañía constante que ha aumentado con los años. Y más en este
2014 cuando se cumple el primer centenario de su nacimiento, el 26 de
agosto de 1914. Un siglo en el cual muchos han escrito sobre su vida
menos él mismo. Nunca hizo una autobiografía, memoria o algo parecido.
Su vida, pensamientos y emociones están dispersas en papeles y papelitos
como ecos extraviados que juntados algunos pueden crear una especie de
"autorretrato", a partir del álbum biográfico Cortázar de la A la Z
(Alfaguara). Es un doble homenaje al escritor argentino, porque hemos
recreado esa "autobiografía" en 19 pasajes que tú puedes cambiar de
posición en una especie de rayuela en la que te puedes acercar a su vida
en otro orden distinto al original. Ese es el juego que proponemos hoy
cuando se cumplen 30 años de la muerte del autor de libros como los
recién editados: Rayuela, Bestiario, Todos los fuegos el fuego y Clases de Literatura. Berkeley, 1980 (todos en Alfaguara).
Son 19 pasajes que crean la primera versión, pero al final de cada
párrafo hay un número que indica una segunda lectura siguiendo la
numeración. Puedes empezar a leer- jugar la vida de Cortázar a la manera
de Rayuela:
“Las circunstancias de mi nacimiento fueron nada
extraordinarias pero sí un tanto pintorescas, porque fue un nacimiento
que se produjo en Bruselas como podría haberse producido en Helsinki o
en Guatemala: todo dependía de la función que le hubieran dado a mi
padre en ese momento. El hecho de que él acababa de casarse y llegó
prácticamente de viaje de bodas de Bélgica hizo que yo naciera en
Bruselas en el mismo momento en que el káiser y sus tropas se lanzaban a
la conquista de Bélgica, que tomaron en los días de mi nacimiento. De
modo que ese relato que me ha hecho mi madre es absolutamente cierto: mi
nacimiento fue un nacimiento sumamente bélico, lo cual dio como
resultado a uno de los hombres más pacifistas que hay en este
planeta"... (2)
“Qué familia, hermano. / Ni un abuelo comodoro, ni
una carga / deca / balle / ría, / nada, ni un cura ilustre, un chorro, /
nadie en los nombres de las calles, / nadie en las estampillas, / minga
de rango, / minga de abolengo, / nadie por quien ponerse melancólico /
en las estancias de los otros, / nadie que esté parado en mi apellido / y
exija de la estirpe / la pudorosa relación: ‘Aquel Cortázar, / amigo de
Las Heras…’. / Ma qué Las Heras, / no tuvimos a nadie, ni siquiera / en
Las Heras (la Penitenciaría / que ya tampoco existe, me contaron”... (1)
“Mi casa, vista desde la perspectiva de la infancia,
era también gótica, no por su arquitectura sino por la acumulación de
terrores que nacía de las cosas y de las creencias, de los pasillos mal
iluminados, y de las conversaciones de los grandes en la sobremesa”... (4)
“Me acuerdo de una plaza, poca cosa: un farol, un
paraíso, unos malvones, y ni un banco en que estar y ni una rosa. Pero
venían todos los gorriones”... (3)
“Por fortuna me escapé de lo que se suele llamar
complejo de Edipo, el cual ha malogrado y malogra a tantos escritores,
aunque a otros les otorgue una cierta grandeza. (…) En lo alto y flaco
me parezco a mi padre. Saqué los ojos anormalmente separados de mi
abuelo materno: en cambio me parezco a mi madre psicológicamente. Es muy
imaginativa y novelera. Lee cuanto cae en sus manos. Desde niño, eso me
permitió tener libros a mi alcance. Nunca me dio consejos literarios.
Intelectualmente era incapaz de hacerlo; en cambio discutíamos nuestras
lecturas comunes; por ejemplo, los dos somos unos eruditos sobre las
obras de Alejandro Dumas. Las comentábamos interminablemente”.... (5)
“Siempre estoy atrasado de lecturas y de escrituras.
Y voy a cumplir 43 años, estoy viejo, viejísimo (detrás de mi
incorregible cara de chico)”... (9)
“Yo guardo el recuerdo de mi juventud con tanta
tristeza ternura como vos, pero hoy en día me siento tanto o más ávido
que entonces. (…) Creo que la única gran pérdida son las ilusiones, y a
veces las certidumbres, por hermosas que sean, no alcanzan a
reemplazarlas. De todos modos hay algo innegable: de muchacho, uno no
sabe realmente lo que hace. La autocrítica se ejerce más en el orden
moral que en el intelectual. (…) ¿Te acuerdas de lo que era recibir
entonces un regalo de un amigo? Era como una salpicadura de divinidad.
Las más pequeñas cosas, una cita, un cumpleaños, un banco de plaza, todo
estaba cargado de infinito, no sé decirlo de otra manera. Uno lloraba
de otra manera”... (6)
“Sobre todo camino y miro. Tengo que aprender a ver,
todavía no sé”. “No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay
jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en
juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido
por él y no por eso que llaman pensamiento y que hace la prosa literaria
u otra. Hay primero una situación confusa, que solo puede definirse en
la palabra; de esa penumbra parto, y si lo que quiero decir (si lo que
quiere decirse) tiene suficiente fuerza, inmediatamente se inicia el
swing, un balanceo rítmico que me saca a la superficie, lo ilumina todo,
conjuga esa materia confusa y el que la padece en una tercera instancia
clara y como fatal: la frase, el párrafo, la página, el capítulo, el
libro"... (8)
“En otras ocasiones he hablado de los autores que
influyeron en mí, de Julio Verne a Alfred Jarry, pasando por Macedonio
Fernández, Borges, Homero, Arlt, Garcilaso, Damon Runyon, Cocteau (que
me hizo entrar de cabeza en la literatura contemporánea), Virginia
Woolf, Keats (pero este es terreno sagrado, numinoso, y ruego al
linotipista que no escriba luminoso), Lautréamont, S. S. Van Dine, Pedro
Salinas, Rimbaud, Ricardo E. Molinari, Edgar A. Poe, Lucio V. Mansilla,
Mallarmé, Raymond Roussel, el Hugo Wast de Alegre y Desierto de piedra,
y el Charles Dickens de Pickwick Club”... (10)
“Y no esa especie de mala conciencia que, también
por deformación intelectual, tengo yo, en el sentido de que si me paso
más de diez minutos sin hacer algo, sea lo que sea, tengo la impresión
de que soy ingrato con ese hecho maravilloso que es estar viviendo,
tener ese privilegio de la vida. Y es algo que siento cada vez más,
mientras mi vida se acorta y va llegando a su término ineluctable, si me
permitís la palabra tan cursi”... (7)
“Cuando no recibo suficiente dinero por mis libros o
discos, me voy de nuevo a traducir bodrios a la Unesco; lo importante
es no ‘profesionalizarse’ en el mal sentido de la palabra”...(11)
“Aurora y yo incurrimos en el matrimonio hace dos
días, sábado 22, en la Mairie du 13. Nos casó un maire condecorado, con
banda tricolor al pecho y pelo cepillo, muy francés y muy simpático”... (13)
“Todo aquel que vive bien despierto sueña mucho,
tiene una carga onírica particularmente densa. ¿Por qué no creer,
entonces, que la relación recíproca es también válida, y que hace falta
soñar mucho – es decir, aceptar y asumir los sueños- para vivir cada vez
más despiertos? (…) Creo que el hombre debería ir al encuentro de su
doble nocturno, desterrado y perseguido, para traerlo fraternalmente de
la mano, algún día, y hacerle franquear a su lado las puertas de la
ciudad”... (15)
“Estoy cansado, confuso, bastante angustiado por
muchas cosas que pasan en el mundo, y sobre todo por mis obligaciones
frente a esas cosas que pasan en el mundo. No sé todavía qué voy a hacer
o en qué me voy a convertir, pero hay un Julio que se ha muerto y otro
que todavía no ha terminado de nacer”.. (12)
“Carol y yo nos casamos hace una semana. A lo mejor
te parece extraño teniendo en cuenta que yo tengo el doble de la edad de
Carol, pero después de casi cuatro años de vivir juntos y haber pasado
por todas las pruebas que eso supone en muchos planos, estamos seguros
de nuestro cariño y yo me siento muy feliz de normalizar una situación
que algún día será útil para el destino de Carol”... (17)
“Precisamente porque en el fondo soy alguien muy
optimista y muy vital, es decir alguien que cree profundamente en la
vida y que vive lo más profundamente posible, la noción de la muerte es
también fuerte en mí. (…) Para mí la muerte es un escándalo. Es el gran
escándalo. Es el verdadero escándalo. Yo creo que no deberíamos morir.
(…) La muerte es un elemento muy muy importante y muy presente en
cualquiera de las cosas que yo he escrito”... (14)
“Me molestan las sacralizaciones tipo Elvis Presley o
Marilyn Monroe, porque creo que son absurdas en el campo de la
literatura; creo que ahí entra en juego un fanatismo que no tiene nada
que ver con la literatura. Pero, dicho esto, por otro lado no tengo
ninguna falsa modestia. (…) Tengo una conciencia muy clara de lo que he
hecho y sé muy bien qué significó, en el panorama de la literatura
latinoamericana, la aparición de Rayuela. Y sería un imbécil o tendría una falsa modestia repugnante si no dijera esto”... (18)
“Yo también envejezco, mamita, mis ojos se cansan
mucho (los usé demasiado en esta vida) y me fatigo fácilmente; hay días
en que me siento rabioso de no ser ya el que fui, aunque no puedo
quejarme puesto que no tengo nada realmente grave. (…) En fin, yo veo
por tu letra firme y clara, que estás todo lo bien que es posible a
nuestros años (qué lindo hablar como dos viejitos), y te deseo que sigas
bien y aprovechando el calor bonaerense”... (19)
“Te quiero, país tirado a la vereda, caja de
fósforos vacía, / te quiero, tacho de basura que se lleva sobre una
cureña / envuelto en la bandera que nos legó Belgrano, / mientras las
viejas lloran en el velorio, y anda el mate / con su verde consuelo,
lotería del pobre, / y en cada piso hay alguien que nació haciendo
discursos / para algún otro que nació para escucharlos y pelarse las
manos. (…) Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles / cubiertas de
carteles peronistas, te quiero / sin esperanza y sin perdón, sin vuelta
y sin derecho, / nada más que de lejos y amargado y de noche”.... (16)
*Imágenes del libro Cortázar de la A a la Z. Álbum fotográfico (Alfaguara).
El álbum íntimo de Julio Cortázar
El álbum íntimo de Julio Cortázar
No hay comentarios:
Publicar un comentario