Teresa Solana, hace unos días, en Madrid. foto:Teresa Solana.fuente:elmundo.esTeresa Solana pone un velo criminal a la tradición ácrata de Barcelona
En la nueva edición de RBA 'Negras tormentas', de Teresa Solana, no se precisa quién se ocupó de la traducción del catalán al castellano. El título original es 'Negres tempestes'. ¿Entonces? Resulta que, en rigor, ambos títulos son igualmente originales, hermanos de sangre. "Yo misma he hecho la versión. Hay muchos libros muy mal traducidos del catalán. A veces, los autores mismos los llevan al castellano, pero con un gran desconocimiento del oficio. Este caso es más que una traducción, hay cosas que he reescrito", explica a EL MUNDO.es la propia Solana, creadora de la subinspectora de la Brigada de Homicidios de los Mossos dŽEsquadra de Barcelona, Norma Forester. Solana, para que quede claro, es traductora profesional.
Lorenzo Silva, experto en la materia, explica a EL MUNDO.es: "Desde hace poco hay escritores catalanes que se están dedicando a la novela criminal desde su propia policía, los Mossos, sin complejos. 'Negras tormentas' es una novela muy trabajada. La autora conoce bien el funcionamiento de este organismo. Maneja un planteamiento narrativo canónico combinado con la modernidad, con personajes ahormados a su realidad social". En medio de la polémica inagotable de la Ley de Memoria Histórica, Teresa Solana plantea una nueva escena del crimen: un historiador muerto. Iba a desvelar sucesos molestos de la Guerra Civil.
"Quería disponer de un personaje femenino como Norma Forester, perteneciente a la clase media barcelonesa. Además, he buscado ofrecer un concepto nuevo de relaciones familiares. Una madre ex hippie, una hija que es 'okupa' anti sistema. Forester está además casada con un médico forense en el Hospital Clinic y tiene además un ex marido gay. Es una familia un poco extraña", comenta la autora catalana. Dentro de este clan, en la línea de las familias locatis de Gerald Durrell o Daniel Pennac, también destaca una tía de la subinspectora, Margarida, monja de clausura y 'hacker' informática en el Monasterio de Pedralbes.
Barcelona anarquista
'Negras tormentas', ganadora en 2010 (en su versión catalana) del Premio Crims de Tinta, de la Generalitat de Cataluña, bucea en el fervorín de su momento. Explica la autora "quería tratar el tema a debate de la memoria histórica, por el peso que sigue teniendo la Guerra Civil en nuestro presente". En opinión de Teresa Solana: "Me preocupaba mucho la idea de que es mejor no hablar del pasado y dejarlo tranquilo. Es un error. Es peligrosa esta tendencia de decir que los dos bandos hicieron las mismas atrocidades". Aquí hay un homenaje histórico a los anarquistas y brigadistas internacionales que llegaron a la capital catalana durante la Guerra Civil. "Barcelona ha tenido una gran tradición anarquista. Y no sólo me refiero a gente de acción y terroristas. Hablo de un movimiento más amplio e idealista de cambiar la sociedad", considera Solana.
También la burguesía catalana tiene aquí unas dianas colgadas: "He querido mostrar dos tipos de familias de clase alta con actitudes distintas ante la dictadura: los catalanes que se enriquecieron con el franquismo y los que mantuvieron una actitud de militancia y de rechazo". En todo este mogollón de enseñas, pecados y traiciones, el título "negras tormentas" ( o "negres tempestes", el primigenio) hace referencia al himno obrero de 'La Varsoviana'. Y por en medio de tanto recoveco y conflicto memorístico pulula Norma Forester, cuyo apellido busca cierto juego de palabras con el vocablo catalán de forastero, "foraster". Juegos de lenguaje que se pierden y que luego reinventa en otros juegos Teresa Solana, que ha escrito un par de veces la misma novela con fidelidad a sí misma.
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