3.12.11

Poesía(X)=matemáticas

Nicanor Parra renueva el mito que liga a la literatura con las ciencias duras. Y Casiano Rodríguez, catedrático de La Laguna, lo racionaliza
El matemático ruso Grigori Perelman. foto.fuente: elmundo.es

A todos nos gusta mucho nombrar a José Luis Sampredro (Premio Nacional de las Letras, esta semana) y recordar que el escritor es economista de formación y oficio. Pero aún más ilusión hacer ver el nombre de Nicanor Parra, recientísimo premio Cervantes, y decir que es matemático. La gente de letras tiende a crearse (tendemos a crearnos) una idea más o menos romántica de los matemáticos: el chico soñador y solitario, el mito de la epifanía, la idea de la pureza, la belleza, el tópico del lúcido/loco... O sea, lo más parecido a un poeta que se pueda encontrar por ahí. Un ejemplo reciente: el protagonista de la novela 'Los infinitos', de John Banville.

¿Un malentendido? ¿O algo de verdad hay? Casiano Rodríguez León, catedrático del Área de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de La Laguna responde a la pregunta en un correo electrónico: "Hay mas de un tipo de matemático. Pero existe un modelo, cuyo representante paradigmatico es Perelman que es el del idealista/loco/asocial. También los he conocido muy sociales. Nash, el de la teoría de juegos, era un ser asocial y esquizofrénico, pero von Neumann, uno de los mejores del XX, era un hombre divertido, expansivo y social. De todos modos el tipo que describe abunda".

"Hay algún matemático-poeta", continúa Rodríguez León, "otros que son matemáticos-políticos y muchos que tienen un sentido 'lírico/artístico' de su trabajo. Predomina la idea de que si una teoría no es bella y simple es que algo falla. Algo así como que la verdad siempre es 'bella/estética'".

Siguiente pregunta: ¿percibe un matemático que su disciplina es un relato de la realidad como puedan ser la literatura, el arte, las ciencias sociales, el periodismo...? "Las matemáticas son un lenguaje carente de ambigüedad (que no quiere decir que no puedan enunciar frases/teoremas cuya verdad se escapa) y que puede ser usado para describir con bastante precisión la realidad. Hasta mediados del XX su capacidad descriptiva estaba bastante limitada al mundo de los fenómenos naturales. Con el advenimiento de los ordenadores su capacidad para hablar se ha extendido a las ciencias sociales, a la lingüistica, etcétera". O sea, que más o menos sí.

¿Y la música? ¿No se dice siempre que la música es, básicamente, matemáticas? ¿O es una de esas cosas que se dicen por decir? "He conocido colegas melómanos y 'analfamúsicos'. No creo que más que lo que se da en cualquier colectivo. La música y las matemáticas tienen en común el ser lenguajes, pero uno habla de la verdad y el otro no sé de qué habla. La música se me parece más a la geometría. Pero en música, la parte semántica parece estar muy ligada al placer y a las emociones. En cuanto a gustos... Puede encontrar de todo, pero a mí me gusta el animusic y supongo que a cualquier matemático le ocurre lo mismo".

Antes nombrábamos'Los infinitos' de John Banville, cuyo protagonista es un matemático agonizante tan lúcido que llegó a enfadar a los dioses. Y no es tanta locura eso de ligar misticismo y matemáticas: "Georg Cantor fué un matemático que me impresionó en mi juventud (y aún me impresiona su trabajo). La teoría de los transfinitos es un sitio en el que parecen confundirse matemáticas y teología. No es raro que acabara loco con lo que lo maltrataron. Lo mismo le pasó a Kurt Gödel que en cierto modo completó su trabajo".

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