Publican ¡Que viva la fiesta!, con las mejores crónicas de las fiestas populares del país.
Expresiones como "cojamos un taxi", "tienes huevo", "no joda, compadre", "hágale, parcero" o "ajá, ¿y qué, marica?" fueron una verdadera sorpresa para los periodistas chilenos, argentinos, uruguayos, peruanos, paraguayos y brasileros participantes del taller de crónica de fiestas populares, organizado el año pasado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y Colombia es Pasión.
Durante cinco días, ellos, junto a otro grupo de colegas colombianos, se metieron en las entrañas del Carnaval de Barranquilla, en el Festival de la Leyenda Vallenata, de Valledupar, y en la Feria de las Flores, de Medellín, para 'pintar' con palabras alguna faceta o personaje de estas fiestas folclóricas colombianas. Para ello, contaron con la guía de maestros experimentados como el chileno-argentino Cristian Alarcón, el colombiano Alberto Salcedo Ramos y el argentino Martín Caparrós.
Fruto de este ejercicio nació '¡Que viva la fiesta!, crónicas de fiestas populares colombianas', el libro recopila las mejores 15 crónicas escritas por los participantes, en su mayoría internacionales. Sólo los textos de dos colombianos clasificaron: 'El rey momo y su escudero', de Liliana Martínez Polo (EL TIEMPO), y 'La jaula de oro', de Jorge Enrique Rojas (El País, de Cali).
"Cogimos el tema de las fiestas populares por su trascendencia en el país. Un país de regiones tan diversas desde el punto de vista de su geografía y de su medio ambiente, ha dado lugar a unas culturas muy diversas y muy fuertes, donde las fiestas populares mantienen las tradiciones y reafirman la identidad", explica Jaime Abello Banfi, director de la FNPI.
Si para los extranjeros resultó un reto poner en palabras el lenguaje, el ambiente, la música, la comida y demás elementos de estas tradiciones, el desafío no fue menor para los colombianos.
"El director del taller me hizo ver desde la primera tarde que el reto como colombiana era contar en un medio de un país que se sabía de memoria el Carnaval algo que se saliera de lo común", explica la periodista Liliana Martínez, cuya crónica se centra en la vida del asistente del rey 'Momo', uno de los protagonistas de la fiesta barranquillera.
Los textos de ella y del resto de los asistentes fueron publicados en los respectivos medios de sus países.
Abello comenta que este proyecto continúa este año con un taller de crónica que se realizará durante el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, cuyas inscripciones ya están abiertas.
Además de los 3.000 ejemplares que Colombia es Pasión va a repartir en bibliotecas, embajadas y centros educativos, el libro se podrá descargar de manera gratuita en la página web de la FNPI (http://www.fnpi.org/).
FUTURO DE LA CRÓNICA
Ante la crisis de espacio que afrontan los medios, que cada día le deja menos posibilidades a la crónica, Jaime Abello, director de la FNPI, cree que el futuro es para el periodismo de autor: aquellos que tienen una agenda personal. "Vamos a evolucionar hacia una crónica basada en la multimedia y hacia el uso del soporte digital. Lo importante es mantener la capacidad de contar historias que se diferencien, en el sentido de que sean hechos producto de investigación y que nos ayuden a entendernos como seres humanos y como sociedades, que es lo que creo que aporta la crónica. La crónica no va a morir simplemente irá mutando, aunque los medios tal como los conocemos hoy se trasformen".
'¡Que viva la fiesta!'
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Fundación Nuevo Periodismo y Colombia es pasión
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