El escritor venezolano, nacido en el Delta del Orinoco en 1939, es una de las voces más singulares del boom latinoamericano, maestro de la novela, el cuento y el ensayo. Ahora se publica un libro con sus cuentos, plagado de sutileza, erotismo y pensamiento
José Balza su luz literaria brilla refulgente./lainformacion.com |
Bajo el título "Cuentos. Ejercicios narrativos", el libro publicado en España
y América por Paréntesis, reúne la practica totalidad de la narrativa
corta de José Balza. Un recorrido de más de cincuenta años (1960-2011)
que ha hecho de este autor uno de los maestros del género, de sus
ejercicios narrativos, como él los denomina.
Y en opinión del
escritor Ernesto Pérez-Zúñiga, autor del amplio y sugerente prólogo del
libro, unos ejercicios narrativos que "son una llamada a los lectores de
cualquier lugar y cronología para buscar detrás de las palabras una
puerta de comunicación, oculta en apariencia, que, una vez atravesada,
completará (inevitablemente) el sentido de la escritura".
Estos
cuentos recorren una naturaleza atravesada por un largo río, un río que
está presente y abre esta colección de cuentos con la pieza "La sombra
de oro" y que lo cierra y pone fin con el titulado "Un Orinoco
fantasma". Un orinoco y una selva cargada de oralidad y poesía que
inocularon en el escritor el veneno de las palabras.
"Desde niño
escuché en las selvas del Orinoco narraciones o canto de décimas
expuestas por gente sencilla, explica a Efe el escritor en una
entrevista. "Lo curioso es -continúa- que, con el tiempo, aprendí que
sus orígenes eran, aparte de los incidentes cotidianos registrados en
ellas, libros muy antiguos: la Biblia, romances, novelas del siglo XIX, y
que también provenían de leyendas indígenas, en warao".
Una
mezcla de sueño e inconsciente, oralidad y texto que el autor empezó a
trabajar desde los once años, cuando ya escribía, según dice largas
novelas imitando versiones. "Después, a los 16 años, en un gesto viril
arrojé al río todos esos escritos", recuerda con humor el autor de la
mítica novela "Percusión".
Una novela que, en opinión de
Pérez-Zúñiga, es junto con sus cuentos, la que mayor repercusión
internacional tuvo. Pérez-Zúñiga recuerda en el prólogo del libro las
palabras que escribió el escritor Carlos Méndez Guédez en la breve
antología de cuentos de Balza que publicó Páginas de Espuma en 2004.
Guédez
situaba a Balza en "la estirpe de los escritores más renovadores e
inclasificables de nuestro idioma junto a nombres como Ricardo Piglia, Roberto Bolaño, César Aria o Enrique Vila Matas.
De la prosa de José Balza, profesor universatario y Premio Nacional de Literatura en su país, Julio Cortázar dijo que era "honda y fascinante", y es que no en vano José Balza está considerado un maestro de escritores.
Cada
texto de este libro, de más de 500 páginas, tiene "la capacidad de
amalgamar jugando estructuras y tramas, de proponer ritmos e inquietudes
que vienen de la experiencia de los sueños o de otra dimensión que está
en algún lugar invisible de la realidad", escribe Zúñiga.
Unos
ejercicios narrativos que hablan al lector como si fueran cuerpos vivos,
llenos de vida que se puede tocar, moldear y oler; a veces de vida
absurda, de vida truncada, de preguntas sin respuestas, de sueños, de
sabiduría, de pensamiento, de deseo. Todo ello hilvanado con un lenguaje selvático limpio y preciso como el cauce de un río.
"El
nombre de ejercicios narrativos no sé exactamente de donde nace
-precisa Balza-, es la denominación que más se parece a nuestros actos
diarios. Tomé la expresión de Guillermo Meneses a comienzos de 1960, y
ahora solo les llamo 'ejercicios'", añade.
"Pero en el principio
-subraya- era consecuencia de mi libertad para 'imitar', según los
clásicos, a ciertos autores amados. Después fue la manera de hallar una
técnica y un estilo. Hoy los 'ejercicios' también son una manera de
hacer visibles ciertos seres, hechos o situaciones a la manera de
pintores como Hockney, Reverôn o Cezzanne", concluye el escritor que
cree que "todo el continente americano es cuentístico".
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