8.8.11

Policial parisino

La nueva novela de la francesa Fred Vargas indaga el enigma de un crimen cometido por un misterioso personaje al que llaman La Sombra
Fred Vargas, autora de La tercera virgen, última investigación del comisario Adamsberg.foto:archivo.fuente:adncultura.com

La francesa Fred Vargas (París, 1957), licenciada en Historia y Arqueología, se ha graduado además como una de las narradoras más leídas de Europa en los últimos años, gracias a su serie de novelas policiales que tienen por protagonista al comisario Jean-Baptiste Adamsberg, un viejo zorro de provincias que se las ingenia, con estilo flemático, para resolver los enigmas que le plantean diversos crímenes cometidos en los bajos fondos parisinos y otras regiones de Francia.

Como jefe de la Brigada Criminal del distrito 13 de París, Adamsberg cuenta con un vasto personal a su cargo, más de veinte agentes, cada uno con su definido carácter, con sus muchos vicios y mañas -el comisario tiene los suyos-, y sus no menos numerosas virtudes, que Adamsberg sabe potenciar y combinar por el bien de las investigaciones en curso.

Por no hablar de cómo potencia las cualidades de otra extensa cohorte de auxiliares y contactos, entre forenses y paleontólogos, así como las de un gato muy gordo al que los policías llaman la Bola, el mimado de la brigada. La Bola es sólo una de las muchas notas de humor con que Vargas salpica sus historias, tal el caso de La tercera virgen , la más reciente entrega en castellano de la saga del veterano policía originario de la región del Bearn, sobre los Pirineos.

"Ya los has visto, nos has visto", dice la teniente Retancourt, una de las colegas más afines al comisario, en una charla con un nuevo integrante de la brigada, en la que despacha con breves pinceladas las características salientes de sus compañeros de tareas: "Adamsberg y su divagación inaccesible. Danglard y su erudición inmensa [?] Nöel, huérfano y rayano en la brutalidad obtusa. Lamarre, tan cohibido que le cuesta mirar a los demás. Kernorkian, que tiene miedo a la oscuridad y a los microbios".

Y hay más, varios más, dotados de dosis parejas de frescura y extravagancia. Todos ellos corren detrás de un asesino al que de momento, con pocos datos a su disposición, denominan la Sombra. Se trata en efecto de una presencia fantasmagórica que los testigos y el mismo Adamsberg, en su propia casa recién estrenada, han visto flotar en el aire, deslizándose como un espectro fugado de una historia de ogros, brujas y otros temibles seres del imaginario medieval.

La Sombra da muerte a dos pobres diablos de las orillas de París, dos marginales que previamente se prestaron sin escrúpulos a profanar la tumba de una joven virgen en un cementerio de la ciudad. Allí se desencadena la historia, aunque el espectro asesino deja una estela de crímenes cuyo rastro se remonta a la región de Normandía. Un poco a su pesar, Adamsberg trata con unos rústicos pueblerinos de la zona que, aprovechando la presencia del policía, le ruegan que atienda a la muerte premeditada, y sin finalidad aparente, de unos delicados ciervos en el bosque de la comarca.

Adamsberg no sabe nada de ciervos, desde luego, como tampoco sabe nada de un secular elixir de la juventud, una poción de la vida eterna que parece estar en la mira de la Sombra y en el centro de esta trama de tintes esotéricos, en la que ciervos y vírgenes se mezclan con otras historias paralelas que protagonizan los miembros de la brigada para darle aún más sabor al relato.

Así, el enigmático teniente Veyrenc, flamante incorporación de la unidad criminal, es dueño de una irresistible tendencia a hablar en verso, sobre todo a la hora enunciar las verdades más certeras de la investigación o de las cuestiones personales que van saliendo al paso, entre ellas una vieja cuenta pendiente con el comisario que tiene en vilo a la brigada... y al lector.

Fred Vargas, autora de una obra especializada sobre la peste negra en la Edad Media, se sirve de su erudición histórica como integrante del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, y de una indudable sensibilidad sobre las relaciones humanas, para dotar a sus personajes de la sagacidad que les permita desenterrar el misterio de las muertes, de las vírgenes y de la Sombra asesina..

La tercera virgen

Fred Vargas

Siruela

Trad.: Anne-Hélène Suárez Girard

394 páginas

$ 99


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