22.8.11

Por una novela negra "de altura"

Savater y Guelbenzu coinciden en defender la regeneración del género
El escritor Fernando Savater, ayer en Santander.foto:UIMP.elpais.com

Los escritores Fernando Savater y José María Guelbenzu coincidieron ayer en plantear una defensa por elevación de la novela policiaca. Por separado, los autores abogaron por una intelectualización de un género en el que se han venido primando las historias que, aunque bien acogidas por un público mayoritario, tratan temas sociales de manera "tópica y elemental". No sonaron sus defensas en el mismo ámbito: los escritores las expusieron ayer por separado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (UIMP), donde ambos participan en los cursos de verano.

Guelbenzu afirmó que el origen del desastre de este género literario está en el norte de Europa. "La realmente culpable es la novela nórdica", indicó en una pausa del seminario sobre literatura polaca en el que ha participado. El ganador del premio Torrente Ballester 2010 por El hermano pequeño aclaró que estas novelas no profundizan en la crítica social cuando se intenta hablar de los problemas de la sociedad, "porque los escritores son mediocres o porque interesa abarcar un público masivo".

Tras impartir una charla en un seminario dedicado al escritor Jorge Luis Borges, precisamente sobre el relato policiaco cultivado por el escritor argentino, Savater opinó que en estas novelas se aborda más las denuncias psicológicas que el análisis intelectual de casos criminales. "Cuantos más muertos hay, más torpe es el autor", dijo. El filósofo confesó que comparte con Borges el gusto por la novela negra como "problema intelectual", más que como "asunto sociológico".

"Desde el principio sabemos cuál es el culpable, el culpable es siempre el capitalismo", opinó Savater, que además se mostró en contra de escribir historias sobre asesinos en serie, temática que para él "no tiene gracia", porque, según dijo, "el derroche de hemoglobina es un poco burdo". El autor de La hermandad de la buena suerte se mostró más próximo en el tratamiento que dieron a este género pioneros como Edgar Allan Poe, G. K. Chesterton, Agatha Christie o el propio Borges.

"Creo que para muchos escritores la novela negra ha sido una solución para hablar de algo que no sabían hacer a un nivel de mayor altura", explicó Guelbenzu. Crítico en Babelia, suplemento literario de EL PAÍS, se decanta por autores como los suecos Maj Sjowall y Per Walöö, o el belga George Simenon. Y prefiere las historias de aventuras, como "Sherlock Holmes", a la novela "falsamente social". Un fenómeno que, según él, responde a un criterio basado únicamente en las ventas. Aunque Guelbenzu confesó haber acabado una novela que "no verá la luz hasta el próximo año", prefirió no adelantar detalles antes de su publicación.

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