13.5.11

Franco:“En este oficio hay un requisito: ser buen lector”

El escritor antioqueño Jorge Franco participó en el XVII Congreso de Literatura organizado por el Colegio Granadino. El tema central del evento fue El cine en la literatura, y quien más indicado para hablar sobre este tema que Franco, quien ha visto como dos de sus novelas han sido adaptadas al cine

El autor de Rosario Tijeras estuvo en el Congreso de Literatura del Colegio Granadino.foto.fuente:lapatria.com

¿En qué está trabajando?

Estoy avanzando en una nueva novela que comencé a escribir este año y paralelamente estoy escribiendo una serie de 13 capítulos para HBO.

¿Sobre qué es la nueva novela y la serie?

Una tragedia que conmovió a Medellín hace 60 años. Fue un secuestro y posteriormente un asesinato. Es una historia en la que quiero mezclar la fantasía con la realidad. De la serie no puedo dar detalles, lo único que puedo adelantar es que es una historia de narcotráfico, violencia y amor, muy colombiana.

En el país hay muchos críticos de estas historias, ¿qué opina?

Hay muchos prejuicios, pero también hay algo muy importante, toda sociedad tiene que contarse a través del arte, contar sus dolores, sus tragedias. Estados Unidos ha hecho procesos de catarsis a través del cine con temas como Vietnam, Europa lo ha hecho con la Segunda Guerra Mundial. Creo que son procesos naturales en el que las sociedades tienen que contarse así mismas, a mi no me extraña que en Colombia se siga produciendo literatura sobre narcotráfico, porque todavía sucede eso.

¿Qué opina de la adaptación de novelas al cine?

El cine y la literatura es un matrimonio, a veces afortunado y en ocasiones no funciona, pero van de la mano porque tienen el mismo objetivo de contar historias. Es un riesgo que hay que correr, a ver que pasa con una historia vista desde otro arte.

¿Quedó satisfecho con la adaptación de Paraíso Travel y Rosario Tijeras al cine y la televisión?

Quedé contento con las dos producciones cinematográficas, casi todo me gustó, por supuesto habían cosas que yo habría hecho diferente, pero como no es mi trabajo, respeto las decisiones de los directores.

En cuanto a la de televisión soy amigo de las producciones más cortas, hubiera funcionado mejor con menos capítulos, antes me alegré de que no hubiera sido más larga. Fue una adaptación mucho más libre que las otras. Cuando me contaron que eran 60 capítulos, sabía que mi historia se contaba en ocho.

¿Qué se debe tener para ser un escritor?

En este oficio hay un requisito, y es el de ser un buen lector. Uno con un bagaje bueno de lectura da ese salto a la escritura, es tal vez el único requisito que se necesita. Hay que armarse de mucha disciplina, obstinación y paciencia.

¿Qué tan disciplinado y obstinado es usted?

Creo en el hábito diario de escribir, lo hago de lunes a viernes, después del almuerzo. Y muy obstinado porque siempre me siento al frente del computador, a veces pasa mucho, otras veces no pasa nada.

¿En qué momento se dio cuenta que quería ser escritor?

Cuando entendí que no podía vivir sin hacerlo. La decisión difícil fue dejarlo todo por la escritura, aunque me di cuenta que lo que estaba haciendo tenía eco, gustaba. Había quedado finalista en algunos premios de literatura y fue muy importante el apoyo económico y moral de mi familia.

¿Qué le gusta leer?

Leo de todo. En la mañana periódicos, en las noches libros, a veces por gusto, otras veces por obligación puede ser algo que me puede servir para lo que estoy escribiendo.

¿Y qué está leyendo?

En este momento leo un libro que tiene un título horrible que se llama Nunca me abandones, su autor es Kazuo Ishiguro, hasta ahora me ha encantado, incluso lo adaptaron al cine, ya compre la película, pero no me la he querido ver hasta que no termine el libro.

¿Qué tanto hay de realidad y de ficción en sus novelas?

Hay más de ficción que de realidad. Santa suerte, que fue mi última novela, es 90% ficción, Paraíso Travel al igual que Rosario Tijeras, tienen un 70% de ficción. Siempre le apuesto mucho más a la ficción porque creo que ese es el gran propósito de la literatura, para contar la realidad existe el periodismo.

Intimidades
¿Cuál ha sido su más mala noche?

Han sido muchas (risas), no soy un hombre de buen dormir, soy trasnochador, me cuesta madrugar, entonces son bastantes, pero creo que son las noches de espera, cuando estas esperando que el día siguiente te resuelva algo.

¿El melodrama de su vida?

Todas mis historias amorosas han sido un melodrama completo, todas juntas (risas).

¿La historia a la que le ha echado más tijera?

La última, Santa Suerte, fue la más difícil de escribir, por el hecho de ser más basada en ficción que en realidad. Cuando uno tiene una historia real en que apoyarse puede ir avanzando de la mano de ella, cuando no la tiene uno no sabe cómo seguir levantando el muro de esa historia. Santa suerte la escribí mirando a la pared, fue una novela que tuve que editar mucho, recortar, añadir, armarla de muchas maneras, de hecho es la que más me ha costado que me publiquen.

¿Es difícil sentarse a escribir después de haber publicado una novela exitosa?

Hay que pasar la página, un éxito no garantiza el siguiente, hay que empezar de nuevo. Lo que si genera es más compromiso. Eso es como la frase que Gabriel García Márquez dijo de mí, que era uno de los escritores colombianos a quien deseaba pasarle la antorcha, es mejor olvidarme de las flores y el garrote que me dan.

¿De su generación que escritores destaca?

Hay muchos, Fernando Vallejo, Tomás González, que se lee poco, Mario Mendoza, Santiago Gamboa y Ricardo Silva.

¿Qué recomienda leer?

De todo, hasta libros de autoayuda, eso es mejor que no estar haciendo nada o que empuñando un arma, matando o estorbándole en la vida a los demás. Recomiendo leer novelas, poesía, todo libro sirve.

El escritor

Nació en Medellín en 1962. Estudió Literatura en la Universidad Javeriana, y Dirección y realización de cine en The London Internacional y Film School, en Inglaterra. Fue miembro del taller literario de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, que dirigió Manuel Mejía Vallejo.

En 1996 fue finalista en el Concurso de cuento Carlos Castro Saavedra, y ganó el Concurso Nacional de Narrativa Pedro Gómez Valderrama con el libro de cuentos Maldito amor.

En 1997 recibió el primer premio en el XIV Concurso Nacional de Novela Ciudad de Pereira con la novela Mala noche, obra que fue finalista del Premio Nacional de Novela de Colcultura. Obtuvo la Beca Nacional de Novela del Ministerio de Cultura con su última obra Rosario tijeras (1999).

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